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Casado obvia los cambios en el Gobierno y mantiene la oposición dura contra Sánchez
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NO CAMBIA LA ESTRATEGIA

Casado obvia los cambios en el Gobierno y mantiene la oposición dura contra Sánchez

El líder del PP no pisa el freno y no cambiará su estrategia actual, dando por hecho que la crisis de credibilidad del presidente es irreversible y su dependencia de los independentistas, igual

Foto: El presidente del Partido Popular, Pablo Casado. (EFE)
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado. (EFE)

La intensa remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez, cocinada en la más estricta discreción, ha sorprendido de manera similar dentro del PSOE y en la oposición. El PP asistió con estupefacción a la demolición del núcleo duro del presidente, al ver caer a aquellos que no sólo le ayudaron a llegar a la secretaría general en 2017, sino que le han acompañado en las decisiones (indultos) y los pactos parlamentarios “más graves” que se han tomado nunca a ojos del primer partido de la oposición. Precisamente por eso el PP no sólo no reaccionará a las novedades del Consejo de Ministros, sino que apuesta por mantenerse firme en su estrategia actual de oposición dura.

Pablo Casado está convencido de seguir pidiendo la dimisión de Sánchez para que se celebren nuevas elecciones. Todo ello a pesar de que el nuevo ejecutivo confirma lo que venía siendo evidente desde hace un tiempo: que el presidente no tiene ninguna intención de adelantar la cita con las urnas. Aún así, fuentes del PP remarcan que las nuevas caras del Gobierno no les cambiarán el paso. Más bien todo lo contrario: insistirán en el “disfraz” y los “fuegos artificiales” tras los que sigue habiendo una dependencia total de los independentistas catalanes.

Un presidente autonómico del PP lo resume de la siguiente manera: “Aunque intenten hacer que algo cambia, por ejemplo apartando a Miquel Iceta de Política Territorial, la realidad es que si no hay comisión bilateral entre España y Cataluña, no hay Gobierno de Sánchez”. El resto de barones territoriales tampoco han sido optimistas en sus declaraciones públicas sobre el nuevo gabinete. Es más, recalcan los distintos cambios que ha ido haciendo el presidente desde su llegada a la Moncloa en 2018 y coinciden con Casado en que la imagen de inestabilidad es continua.

En el PP dan por hecho que la revolución ministerial atiende al cambio de ciclo que empezó el 4 de mayo en Madrid. “Moncloa tiene las mismas encuestas que tenemos nosotros”, apuntan en la dirección nacional de la calle Génova, insistiendo en que los sondeos dibujan ahora mismo una victoria de Casado y la posibilidad de gobernar si se celebraran elecciones. No sólo a nivel estatal. Ponen el foco en otras autonomías, empezando por Andalucía, donde las encuestas también apuntan a una mayoría clarísima del popular Juanma Moreno.

Foto: El nuevo ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, recibe la cartera ministerial de manos de su antecesora en el cargo, Carmen Calvo. (EFE)

Que Sánchez tomó nota de lo sucedido con la victoria de Ayuso, insisten en el PP, es un hecho. Y se refieren a la arrolladora victoria, incluso en el cinturón rojo de la comunidad y en barrios tradicionalmente socialistas en la capital. Las alarmas se encendieron aquel día, narran los populares, “y con las nuevas caras quiere tapar lo que hay”.

Y lo que hay, continúan en el equipo de Casado, es una “falta de credibilidad” y una “crisis permanente” a la figura de Sánchez que no creen que pueda remontar. Por eso, todas las críticas se siguen centrando en el presidente y, en todo caso, en los partidos que le apoyan en el Congreso: desde ERC a Bildu. Es a lo que adujo el líder del PP este lunes en una visita a Toledo donde habló de que “en esta partida de ajedrez han cambiado a los peones, pero la reina sigue siendo la misma, el independentismo”.

placeholder La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

La consigna en Génova sigue siendo la de que incluso con un cambio de gobierno, la legislatura está agotada. Evitan considerar la etapa que ahora arranca como una segunda parte hasta 2023, lo que dice Sánchez cuando habla del “gobierno para la recuperación” después de la pandemia, y cuentan con que la tendencia se mantendrá. Sí ven posible una mejoría en las encuestas antes o después, pero se reafirman en que Sánchez “está atrapado” ante su propia credibilidad y, por eso, no ven posibles giros en su discurso.

Es una visión compartida en la cúpula de Ciudadanos. El partido de Inés Arrimadas ve difícil un cambio en la hoja de ruta de Sánchez a pesar de no tener a sus escuderos y contar con nuevos rostros de la política municipal: “Lo que ha hecho es irreversible y ya no tiene dónde mirar más allá de los independentistas”. En este punto, el partido naranja saca pecho de la senda iniciada a lo largo de la pandemia, cuando los diez diputados de Ciudadanos sirvieron para aprobar estados de alarma y algunas medidas pactadas con el Gobierno.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (EFE)

Ese entendimiento terminó cuando a la hora de negociar los Presupuestos Generales, el ejecutivo decidió decantarse por la vía de ERC y Bildu. “Eligió el camino antagónico al de Ciudadanos y ahora no nos podemos entender más”, zanjan en el entorno más próximo a la presidenta.

Los cambios de carteras también han sido recibidos por los naranjas con mucha desconfianza. En la cúpula naranja, que este fin de semana celebra su convención política, solo ven una operación amnésica en marcha para que, al quitar de la foto a Carmen Calvo, Juan Carlos Campo o José Luis Ábalos, la sociedad no recuerde las decisiones tomadas, entre ellas, la concesión de los indultos. “Le veremos más adelante renegar de los acuerdos con los independentistas”, ironizan en el primer círculo de la presidenta naranja. Como en el PP, el partido de Arrimadas pone el foco “en los socios” que siguen acompañando a Sánchez, y apuntan a que su pérdida de credibilidad le pasará factura.

La intensa remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez, cocinada en la más estricta discreción, ha sorprendido de manera similar dentro del PSOE y en la oposición. El PP asistió con estupefacción a la demolición del núcleo duro del presidente, al ver caer a aquellos que no sólo le ayudaron a llegar a la secretaría general en 2017, sino que le han acompañado en las decisiones (indultos) y los pactos parlamentarios “más graves” que se han tomado nunca a ojos del primer partido de la oposición. Precisamente por eso el PP no sólo no reaccionará a las novedades del Consejo de Ministros, sino que apuesta por mantenerse firme en su estrategia actual de oposición dura.

Pablo Casado