El padre de las niñas de Tenerife envió un paquete a su novia para abrir a las 00:00 h
El entorno del desaparecido confirma que su novia recibió un paquete con la instrucción expresa de no abrirlo hasta medianoche. Regaló sus pertenencias a algunos amigos
El día en que se llevó a sus hijas y las hizo desaparecer, Tomás Gimeno envió un paquete a su pareja con una misteriosa nota, algo que cuando ella lo recibió incluso se le antojó romántico. La nota indicaba de forma taxativa que el paquete no podía ser abierto hasta las 12 de la noche. No había excusa o excepción para que la joven rompiese antes el envoltorio. Ella obedeció y cuando sonaron las campanadas rasgo el paquete. No era una rosa, no era un anillo de pedida ni tampoco un libro: era un fajo de billetes, varios miles de euros. Se los dejaba porque él iba a desaparecer para siempre y jamás volverían a verse. Era el último detalle de su amor. Así, lo está comentando el entorno más cercano de la mujer.
Por ponerlo en contexto, una de las hipótesis que contemplan los investigadores es que Tomás, padre de Anna y Olivia, las menores desaparecidas en Tenerife, regresase a puerto a por un cargador, cuando se le acabó la batería, porque esperaba la lógica llamada de su pareja a las 12 de la noche tras abrir el paquete, para preguntarle por qué le mandaba dinero. En esa llamada, Gimeno probablemente pretendía decirle que la quería y que no le quedaba más opción que desaparecer, pero es solo una hipótesis porque solo él sabe por qué regresó a puerto.
Ella no fue la única que recibió algo. Además de a su pareja, Tomás mandó mensajes de despedida a las personas a las que más quería: entre ellas familiares y amigos. En los mensajes, entre otras cosas, se despedía con cariño de ellos y les explicaba que se iba para no volver.
En el texto se deshacía de todas sus posesiones y regalaba pertenencias como su moto o su barca
En el texto se deshacía de todas sus posesiones y a muchos de ellos les regalaba pertenencias como su moto o la barca que dejó a la deriva tras la desaparición de las menores. Tomás completó así su particular testamento y esperaba que con estos mensajes sus seres queridos pudieran heredar todas sus pertenencias.
Por otro lado, el día en el que Tomás le provocó en Beatriz el enorme daño de robarle a sus pequeñas, él acudió a ver a sus padres, los abuelos paternos. A ellos les entregó su perro para que lo cuidaran, se despidió de ellos, y según el programa 'Juntos', de Telemadrid, también les hizo entrega de un coche que se había comprado el 23 de agosto del 2020, un Alfa Romeo Giulia de color negro metalizado con los papeles de traspaso firmados para que la propiedad fuera suya y pudieran venderlo si querían. El modelo más barato de este vehículo no baja de los 43.000 euros.
[¿Dónde están Anna y Olivia?: las claves del caso]
Tras la desaparición de Tomás y de sus hijas, el entorno del padre se envolvió en el silencio, pero, con el paso de los días, las personas que han recibido esos mensajes lo están comentando entre ellos para tratar de entender qué pudo pasarle, dónde está y, sobre todo, cómo pueden ayudar para dar con el paradero de las dos menores.
El día en que se llevó a sus hijas y las hizo desaparecer, Tomás Gimeno envió un paquete a su pareja con una misteriosa nota, algo que cuando ella lo recibió incluso se le antojó romántico. La nota indicaba de forma taxativa que el paquete no podía ser abierto hasta las 12 de la noche. No había excusa o excepción para que la joven rompiese antes el envoltorio. Ella obedeció y cuando sonaron las campanadas rasgo el paquete. No era una rosa, no era un anillo de pedida ni tampoco un libro: era un fajo de billetes, varios miles de euros. Se los dejaba porque él iba a desaparecer para siempre y jamás volverían a verse. Era el último detalle de su amor. Así, lo está comentando el entorno más cercano de la mujer.