Malestar en el Gobierno por el falso reproche de Iglesias a Celaá

Quedó como que Pablo Iglesias había intervenido en la reunión del Consejo de Ministros para reprochar a la ministra de Educación, Isabel Celaá, la “falta de liderazgo” del Gobierno en la vuelta al colegio. Pero en realidad eso nunca ocurrió.

Unidas Podemos filtró la discrepancia y se extendió que la escena supuestamente había ocurrido bajo el manto de secreto del Consejo de Ministros poco antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera en rueda de prensa y, de hecho, gran parte de las preguntas se refirieron a ese hecho. Sin embargo, eso jamás ocurrió. Varios ministros han expresado a El Confidencial su perplejidad y malestar por la filtración y aseguran que los hechos que se relataron no ocurrieron nunca.

Según la reconstrucción de la reunión, protegida por el secreto de las deliberaciones, hubo una intervención inicial del presidente en la que habló del inicio del curso político, de las dificultades sanitarias y económicas por la pandemia y la necesidad de mantener la unión. También de la negociación de Presupuestos Generales del Estado para 2021.

Sánchez les anticipó lo que explicaría luego sobre la gestión autonómica de la pandemia y la idea de que deja en manos de las comunidades la opción de medidas más drásticas, como una hipotética nueva declaración del estado de alarma, pero siempre con alcance limitado a la autonomía que lo pida.

A continuación, pidió la palabra el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Lo hizo no para hablar de asuntos de su ministerio sino para dar una interpretación propia a los datos de la pandemia. Con gráficos, propios de su condición de experto en econometría, expuso de forma prolija proyecciones sobre contagios y sobre pruebas realizadas.

Y después intervino el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, pero solo para valorar como interesantes los datos de Escrivá, hacer algún comentario sobre ellos, como la relación entre el número de pruebas y los contagios. Y ahí se quedó. El vicepresidente no habló de la ministra de Educación y la vuelta al colegio como luego se filtró.

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EFE

Mientras se celebraba el Consejo de Ministros, se reunían a la vez en la Moncloa por un lado todos los jefes de Comunicación de los ministerios y, por otro, todos los jefes de Gabinete de los ministros, para su coordinación. Todos ellos y los ministros se enteraron al acabar de que la supuesta escena de Iglesias con Celaá ya estaba en todos los medios porque se había difundido mientras estaban todos reunidos. Solo los ministros sabían que no había ocurrido tal cosa.

Fuentes de Unidas Podemos explican que sí es real el malestar del equipo de Iglesias con la ministra de Educación y el hecho de que no se tomen en cuenta algunas de sus propuestas, como vincular las aportaciones del Estado a las comunidades a la contratación real de personal docente. Han mantenido varias reuniones con Celaá, sin que se hayan tenido en cuenta sus aportaciones.

"UP ha defendido en el seno del Gobierno que una bajada de ratio de alumnos en los centros educativos es imprescindible para garantizar una vuelta segura a las aulas y critica la falta de liderazgo de Educación respecto a las CCAA. Desde UP se ha propuesto que los dos mil millones de euros del fondo COVID para comunidades destinados a Educación estén condicionados y solo puedan destinarse a la contratación de nuevo profesorado y a alquilar o acondicionar espacios que permitan desdoblar las clases y, de esta manera, se reduzcan los ratios de alumnos", explicaron.

Educación recuerda que el fondo Covid de 16.000 millones lo aprobó el Gobierno (en el que Unidas Podemos está) hace mes y medio con carácter no finalista. Cuando se aprobó, según explica Educación, no hubo objeción alguna por parte de los ministros de Unidas Podemos. Tampoco entonces hubo reproches directos.

Y también es cierto que en la dirección de Unidas Podemos provocó especial malestar que la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, dieran a entender en público que Iglesias debe comparecer en el Congreso para hablar del proceso contra Unidas Podemos. Y que Robles hablara de “escraches” al vicepresidente y a la ministra de Igualdad, Irene Montero.