El 'efecto cosecha' tras la pandemia del covid-19: 3.500 muertes menos en junio

De un exceso de más de 45.000 muertes en marzo y abril a una diferencia negativa de más de 3.000 en junio. Pasado el pico de la pandemia del covid-19, las muertes han disminuido hasta situarse en niveles inferiores a los registrados en los últimos años. Durante las tres primeras semanas de este mes, hubo en España 3.541 muertes menos que el promedio del mismo periodo de los cuatro años anteriores. Si se suma la última semana de mayo, la cifra sube a las 3.844.

Esta situación no es extraña y recibe el nombre informal de 'efecto cosecha' ('harvesting effect', en inglés), utilizado en algunas publicaciones científicas y por el EuroMoMo, el sistema europeo de monitorización de la mortalidad. "Cuando hay un exceso de mortalidad, muere gente que normalmente hubiéramos esperado que muriera más adelante, aunque no mucho más tarde", dice Javier del Águila, epidemiólogo que durante los últimos meses ha trabajado en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias a las órdenes de Fernando Simón. "Las muertes que esperaríamos haber visto de ahora en adelante se han adelantado por efecto del virus. Ahora lo que vamos a ver es menos mortalidad de la esperada", añade.

Según la estadística experimental sobre el exceso de mortalidad que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) desde principios de mes, en España hubo un exceso de mortalidad de 48.000 fallecimientos por todas las causas durante lo peor de la pandemia, entre el 9 de marzo al 10 de mayo (semanas 11-19). En las dos siguientes semanas también hubo exceso de mortalidad, aunque mucho menor. Y desde el 24 de mayo es inferior a la esperada. Las últimas cuatro semanas (la estadística se publica con 10 días de retraso) son las primeras con menos mortalidad que el promedio de 2016-2019 desde la novena (24 febrero-1 de marzo).

¿Durante cuánto tiempo se observará este fenómeno? "No se sabe, porque no hay precedentes del impacto y la magnitud de esta pandemia", dice Del Águila. "Normalmente, lo podemos ver cuando hay un año con una gripe muy fuerte, como en 2009. Se observa el pico estacional del invierno y luego entre el invierno y la primavera se ven las partes más bajas de la mortalidad esperada".

En el invierno de 2009, murieron casi 500 personas por culpa de la gripe. El pico se alcanzó en enero. Ya en febrero, las cifras de mortalidad eran inferiores al promedio de los cuatro inviernos anteriores, según los datos del INE. En cualquier caso, son magnitudes que nada tienen que ver con la pandemia del covid-19. "Esto ha sido una brutalidad, no hay una idea de cuánto va a durar [el efecto]. Igual dura varios meses", dice Del Águila.

"Seguramente tenga que ver con lo que nos ha pasado en las residencias", dice Del Águila para explicar tanto una parte del exceso de mortalidad como el descenso ahora que el control de las residencias es mucho más estricto. "Con los estudios que tenemos ahora mismo, sabemos que las personas con enfermedades cardiacas o respiratorias y las personas mayores conforman colectivos de riesgo. Pero hay una parte muy importante de la mortalidad en España y otros países que se ha debido a las residencias, más que a las condiciones de base. Eso hace que los factores de riesgo se vean un poco alterados".