El miedo a los rebrotes no frena a los padres y dispara los campamentos poscovid
Los padres se debaten entre el miedo al coronavirus y las necesidades educativas para sus hijos tras el caos con los colegios. La normativa, solo con recomendaciones, facilita estas actividades
"Se merecen un respiro, no sé hasta que punto respetarán las medidas sanitarias al 100%, pero lo necesitaban". Sonia Gómez es de Madrid y es madre de tres niños. El mayor, Lucas, tiene 15 años y lleva desde el día siguiente a levantarse el estado de alarma en un campamento de surf en Asturias, un campamento que él mismo buscó con sus amigos. "Se han portado muy bien durante tres meses y ya tenían muchas ganas". Las dos pequeñas, de 11 y nueve años, por ahora se quedan en casa. "Solo he mandado al mayor, otros años sí que se han ido los tres, pero este año no me he atrevido", explica Sonia.
Es la tesitura en la que se han encontrado muchos padres tras la cuarentena: que se debaten entre el miedo a posibles rebrotes de covid-19 y llevar o no a sus hijos a actividades en grupo este verano. Con los niños en casa, alejados del colegio durante casi cuatro meses y siguiendo las clases a través de una pantalla, la mayoría —de los que pueden permitírselo— se inclina por superar los reparos y encontrar actividades de ocio, deporte y educativas para sus hijos lo antes posible en la nueva normalidad. Aunque los aforos han bajado, la oferta de campamentos va aumentando día a día y muchos que se habían cancelado en un primer momento están empezando a ofertar plazas para más entrado el verano.
La normativa, que se basa en recomendaciones de las CCAA, ayuda y mucho. Pese a la odisea que ha supuesto aprobar un protocolo consensuado para la vuelta al colegio en septiembre, que finalmente vio la luz este jueves tras semanas de negociación, la vuelta a los campamentos ha sido visto y no visto. Miles de niños disfrutan ya de cursos de verano y aunque la normativa no está muy clara y el Ministerio de Sanidad solo ha publicado una lista de recomendaciones sanitarias básicas, las empresas están creando sus propios protocolos.
Según avanza el verano se dispara la oferta de actividades al aire libre y en grupos pequeños para minimizar los contagios, aunque también hay muchos que han optado por reconvertir sus clásicos campamentos presenciales en modelos híbridos de 'campamento urbano' con horario escolar o incluso 'online'. Profesores y empresas de ocio coinciden en que las ganas de los jóvenes, y de los padres, de participar en estas actividades son muy altas y cada día se reciben más inscripciones en un sector que planea salvar la temporada más o menos holgadamente tras el cierre de los colegios y el parón de actividades extraescolares durante el curso.
"En Madrid también van a jugar al fútbol o a la piscina con amigos, mejor que vayan al campamento", dicen los padres
"Recibimos inscripciones un viernes pidiéndonos empezar el lunes", dice Jesús Ángel Bravo, fundador y director de Camp Tecnológicos, una iniciativa para incentivar y estimular las vocaciones tecnológicas de los más pequeños y que tiene pensado llegar a las 3.500 plazas este verano con un formato híbrido presencial/'online'. "Hay muchos campamentos que se han cancelado, otros que se han reconvertido y otros que sí se van a realizar presencialmente", coincide Miguel González-Durán, portavoz de Scouts MSC, una de las organizaciones de educación de ocio y tiempo libre más grandes de España, que agrupa a 28.000 niños y jovenes en 400 grupos en todo el país. "Despues de tres meses encerrados, no podíamos dejar de hacer actividades que ayudasen a los chavales a reencontrarse en esta situación, y los padres son muy conscientes".
¿Medidas suficientes?
El mayor miedo al que se enfrentan los padres a la hora de decidir si dejar o no a sus hijos 15 días en un campamento es si las medidas son o no suficientes. Las competencias en ocio y tiempo libre dependen de las comunidades autónomas y, aunque desde el Ministerio de Sanidad se han publicado unas guías para las actividades para niños, estas 'recomendaciones' no son de obligado cumplimiento si no son publicadas oficialmente por las autonomías. Todas las CCAA han asumido las recomendaciones, que son más bien básicas y apenas difieren de las aplicables en parques y otras zonas para niños. Según la orden de Sanidad, los campamentos de verano deberán tener un aforo del 50% respecto a lo realizado otros años, aunque este es uno de los puntos que cambia en cada comunidad, con un máximo, eso sí, de 300 personas por campamento —profesores incluidos—. Este aforo sería el permitido para un campamento al aire libre, siempre que las instalaciones o zona de acampada permitan la distancia mínima de 1,5 metros y las actividades deportivas se lleven a cabo en grupos de máximo 10 personas —nueve niños y un profesor en la mayoría de CCAA, aunque también es un número variable dependiendo de la zona—.
El problema viene a la hora de dormir fuera de casa, en cuartos compartidos o con literas, y es lo que más preocupa a los padres
Se trata de las medidas básicas de aplicación para zonas al aire libre que avalan los estudios relacionados con el contagio en exteriores, que se calcula hasta 10 veces menor que en espacios cerrados, y que, por el momento, coinciden para todos los eventos masivos en espacios abiertos como conciertos, cines o teatros al aire libre, etc. Además, se recomienda que haya un monitor responsable de salud e higiene por cada grupo y que se realice un control de síntomas a los niños de forma diaria para prevenir posibles contagios.
El mayor problema viene a la hora de dormir fuera de casa y que los niños pasen la noche en cuartos compartidos o con literas, y es lo que más preocupa para frenar posibles contagios, así como zonas comunes como los comedores. Aun así, la oferta de campamentos de verano de 15 días, como campamentos de surf o de actividades de montaña y al aire libre como las organizadas por muchos grupos 'scout', siguen siendo una opción para muchos padres. "Los chavales tenían muchas ganas de respirar aire fresco, de vivir 15 días en un campamento montado por ellos y para ellos", dice González-Durán, de Scouts MSC, que explica que se ha elaborado un protocolo que incluye mantener la distancia dentro de las tiendas, realizar ventilación y desinfección diaria de las zonas de dormir y zonas comunes, así como ventilar los sacos de dormir, etc. En este protocolo, también se incluye la posibilidad de que haya un positivo dentro del campamento y los padres deban acudir a recoger a su hijo antes de 12 horas para evitar un brote.
"Por delante de todo está la seguridad de los chavales", asegura, y por eso se siguen "todas las medidas de la orden ministerial y luego las de las CCAA, y si hay una parte de la normativa que no podemos aplicar, no hacemos la actividad". Sobre si las medidas son restrictivas o no, los organizadores de actividades no se pronuncian y consideran que "es lo que Sanidad nos marca y confiamos en que las autoridades han pedido lo mejor, nosotros no somos especialistas".
"Hay una proporcion pequeña de padres con cierto reparo o cierta precaucion o miedo a la situación, pero según ha ido pasando el tiempo los padres van confiando más en los monitores y estan bastante colaboradores. Ellos asumen la necesidad de sus hijos de tener actividades diferentes al aire libre, mas allá de la pantalla, y es una necesidad también de salud", explica González-Durán.
Sonia coincide al preguntarle por sus inconvenientes a la hora de enviar a sus hijos a campamentos fuera de casa, pero también sabe que en Madrid estarían en una situación similar a la que tienen en un campamento. "Se van a la piscina de un amigo, quedan a jugar al fútbol, es imposible mantenerlos en casa y no podemos controlar que lleven las mascarillas todo el tiempo tampoco aquí", explica. Así que ante esta situación, han preferido priorizar e ir recuperando la normailidad poco a poco.
Ganas e incertidumbre
Y es por eso, para salvaguardar la salud de los chicos y para evitar los reparos de los padres, que pese a que la normativa no son más que recomendaciones, muchos organizadores estan siendo todavía más reestrictivos que lo que piden las CCAA y se están adecuando a la situación de cada localidad, poniendo mucho cuidado en los rebrotes e incluso recomendando a las familias que convivan con personas de riesgo que los niños no acudan a los campamentos. En el caso de los grupos 'scout', "hay CCAA que van a hacer campamentos de verano en julio o agosto y otras, como Madrid, por ejemplo, que nos reinventamos y hacemos otras actividades", dice González-Durán, que pone el acento en la labor social que hacen muchos niños en zonas urbanas o pueblos y que también se organiza a través de actividades para la recogida de alimentos, con Cruz Roja o con asociaciones de ayuda a personas mayores, entre otras.
"Los niños lo hacen mucho mejor que los adultos, a ninguno le hemos tenido que decir que se ponga la mascarilla, lo tienen muy interiorizado"
Estas actividades en grupos pequeños y en horario de mañana son las que más están eligiendo los padres, ya que evitan que los niños duerman fuera y se aseguran de que además comen en casa. Los dos 'puntos flacos' de este tipo de campamentos. Lo explica Ana Álvarez, que es actriz y fundadora del proyecto Mr. Willbe, que realiza talleres de creatividad y cine para los más pequeños y que también colabora con empresas y colegios para hacer cursos. En su caso, la pandemia les pilló en un momento de remodelación del proyecto y han terminado adaptándose de una forma muy natural, cambiando ejercicios grupales que implicaban contacto, como improvisación o baile, por talleres en los que se puede mantener mejor la distancia y estar con mascarilla, como grabar cortos. "Ahora muchos son de ciencia ficción, con la mascarilla puesta, la creatividad es así", explica Álvarez, que ya ha empezado esta semana con cursos presenciales por las mañanas en Madrid. "Los chicos lo hacen mucho mejor que los adultos, a ninguno le hemos tenido que decir que se ponga la mascarilla, lo tienen muy interiorizado, fluyen con lo que estan haciendo y se les olvida enseguida".
Las actividades han cambiado, sí, los grupos se han reducido y han pasado de ser de 25 niños a ocho o nueve, como marca la normativa, pero el interés por aprender y divertirse siegue siendo el mismo. "Los chicos y los padres están todos deseando", explica Álvarez, que cuenta que los padres preguntan mucho sobre las medidas porque tienen "mucho interés pero también incertidumbre" ante los posibles rebrotes, y por eso ha decidido reducir el tiempo de los talleres. "Pueden ser semanales o de dos o tres días, antes se podía reservar todo el mes". Así, acortando la duración, es más sencillo para los padres, que si luego quieren aumentar los días pueden ir repitiendo. "Son cosas creativas y nunca son iguales, si hacen cuatro talleres, hacen cuatro cortos distintos".
Campamentos 'líquidos' para adaptarse al covid
Entre los campamentos tradicionales de despellejarse las rodillas, los urbanos en horario escolar y los 'online' desde casa, la modalidad 'híbrida' empieza a imponerse con formatos que permiten a los padres elegir en función de sus necesidades y las de sus hijos, como realizar los cursos de verano y que accedan a un mismo temario independientemente de las características de la modalidad que escojan. Lo explica Jesús Ángel Bravo, fundador y director de Camp Tecnologico, un conjunto de cursos para fomentar proyectos en equipo sobre robótica, programación o videojuegos, entre otros, y que este año ha tenido que cambiar el modelo del trabajo en equipo a proyectos individuales. Se consideran a sí mismos un sistema 'líquido' de enseñanza que se ha adaptado a la situación poscovid ampliando incluso el número de plazas ofertadas. "Cada niño trabaja con su ordenador y con su kit individual, y una vez que lo reciben se lo quedan", explica Bravo. "Antes estábamos en 13 sedes en nueve CCAA y ahora estamos en todas, porque se puede seguir desde casa, e incluso hemos ampliado a América Latina".
Sus campamentos también son con proyectos semanales para ser más flexibles, y las familias pueden elegir ir a la sede, donde se cumplen las medidas de securidad e higiene que tendría cualquier espacio cerrado —distancia de seguridad y mascarilla, desinfección de equipos y zonas comunes cerradas— y un horario de mañana; mientras que quienes prefieran la opción 'online' seguirían las clases por 'streaming' con su propio kit de trabajo. "Puedes empezar con un proyecto de videojuegos una semana y la siguiente uno de 'wearables", dice Bravo, que explica que se realizan los proyectos con esta duración para facilitar la situación a las familias que "no han podido tomar decisiones con tiempo", por lo que están recibiendo "un goteo de inscripciones que van entrando lentamente" pero que van aumentando según pasan los días.
Normativa y recomendaciones por CCAA
Recomendaciones de Sanidad - Guía no vinculante para todas las CCAA
Comunidad de Madrid - Guía - Ocio y tiempo libre COVID 19 - Comunidad de Madrid
Castilla La Mancha - Decreto 24/2020, de 19 de junio, para la transición hacia una nueva normalidad. [2020/4005]
Extremadura - Guía de recomendaciones para actividades de ocio y tiempo libre
Andalucía - Boletín extraordinario Consejería de Salud y Familia
Murcia - Documento de desescalada en actividades de ocio y tiempo libre
Comunidad Valenciana - Protocolos para actividades de ocio y tiempo libre
Castilla y León - Guía para la realización de actividades al aire libre
La Rioja - Resolución de medidas específicas para actividades juveniles
Asturias - Página informativa que remite a las recomendaciones de Sanidad.
Galicia - Recomendaciones y medidas para el desarrollo de actividades de ocio y tiempo libre
Baleares - Servicio de juventud. Actividades de verano. (CAT)
"Se merecen un respiro, no sé hasta que punto respetarán las medidas sanitarias al 100%, pero lo necesitaban". Sonia Gómez es de Madrid y es madre de tres niños. El mayor, Lucas, tiene 15 años y lleva desde el día siguiente a levantarse el estado de alarma en un campamento de surf en Asturias, un campamento que él mismo buscó con sus amigos. "Se han portado muy bien durante tres meses y ya tenían muchas ganas". Las dos pequeñas, de 11 y nueve años, por ahora se quedan en casa. "Solo he mandado al mayor, otros años sí que se han ido los tres, pero este año no me he atrevido", explica Sonia.
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