La infidelidad de Francisco Javier que desveló el asesinato de Marta del Castillo

El 24 de enero de 2009, el día en que Marta murió, Rosa María Samas era la esposa oficial de Francisco Javier Delgado. "Fue a raíz del crimen que ella descubrió que el hermano de Miguel Carcaño le estaba siendo infiel con María García Mendaro", apunta una fuente vinculada a las primeras pesquisas. "Con él en prisión se le pidió ayuda a Rosa. El comisario Piedrabuena habló con ella. Se reunieron. Recuerdo que Rosa lo llamaba 'Hierbabuena'. Él quiso recabar su ayuda. Lo lógico. Le pidió que le sacara a Francisco Javier información, que le dijera dónde estaba Marta. Trató de concienciarla del dolor de la familia de Marta, pero ella nunca quiso colaborar. Estaba enamorada hasta el tuétano. En aquel momento hubiera hecho lo que fuera por él y eso que averiguó que durante meses cuando él le decía que se iba a currar en realidad le mentía porque su puesto de trabajo era caer en los brazos de María. Incluso se escapaba los domingos por la tarde para estar con ella. Mantenía una doble vida en todos los sentidos".

Los agentes supieron que la noche anterior a la detención de Francisco Javier, él y Rosa tuvieron una conversación en la que el hermano de Miguel le dijo: "Recuerda siempre que yo te quiero". Con aquella frase se ganó su fidelidad absoluta, a pesar de la traición. Rosa solo le preguntó una vez si tenía que ver algo con la muerte de Marta. Él lo negó y ella le creyó. “Yo creo que jugó con ella”, apunta la misma fuente.

"¿Por qué María García Mendaro no abrió la puerta ni la ventana la madrugada del crimen cuando Antonio del Castillo llamó insistentemente?"

"Ella le visitó en la cárcel y le llevaba el tabaco. Allí él le dejaba la puerta entreabierta para volver a ser una familia. Incluso le dijo que cuando saliera de la cárcel pensaba irse solo, sin María, fuera de Sevilla, y que ella de alguna manera entraba en sus planes de futuro. Rosa solo tenía una duda. ¿Por qué María García Mendaro no abrió la puerta ni la ventana la madrugada del crimen cuando Antonio del Castillo llamó insistentemente? Se lo preguntó y él escurrió el bulto".

Este es solo un ejemplo de la cantidad de información del pasado que el revitalizado Grupo de Homicidios de Sevilla, a cuyo mando hoy hay un inspector jefe concienzudo y obsesivo del trabajo, va a tener que recuperar. También, por ejemplo la declaración de Javier Busto. Este hombre era socio de la Inmobiliaria Busto que en 2009 hizo de intermediaria entre el BBVA y los dos hermanos para que Miguel le comprara la casa a Francisco Javier: "En su día nos llegó la operación", explicó por entonces a los agentes.

"Fue una gestión normal. En el mes de octubre, una vez que el banco revisó los papeles y dio conformidad al préstamo solicitado para la compra venta se llevó a cabo. Me llamó la atención que un hermano le comprara la parte a otro si los dos vivían juntos en el piso, pero me dijeron que se llevaban mal y que Francisco Javier se iba a ir de la casa".

Es curioso, porque en realidad quien se fue a vivir a Camas con su novia fue Miguel y quien se quedó viviendo en una casa que no era ya suya fue el hermano mayor. “Pasados dos o tres meses de la operación, me llamaron del banco y me dijeron que Carcaño no estaba pagando el préstamo. Concretamente que no había pagado la última cuota. Esa llamada fue a mediados de enero de 2009. Llamé varias veces a Miguel, pero el móvil siempre me daba apagado. Nunca pude decirle nada”.

Este testimonio deja abierta una incógnita, ¿quién avisó a Francisco Javier Delgado de que su hermano no estaba pagando? Esta es una de las primeras incógnitas que quiere resolver la policía. También quieren averiguar quién falsificó el contrato de Miguel Carcaño, sus nominas y su vida laboral lo que permitió a los dos hermanos ingresar 108.000 euros entre los dos. “Estoy convencido de que hay mucha gente que no ha hablado por miedo o por fidelidad a Francisco Javier”, dice convencida la misma fuente.

“Hay personas que tienen datos que podrían ayudar a resolver el crimen. Vamos estoy seguro. Francisco Javier siempre repetía lo mismo. Solo espero que cuando los investigadores reconstruyan el puzzle del asesinato de Marta, mi pieza sobre. De momento lo ha conseguido”. Lo que ocurre es que el puzzle nunca fue terminado, quedaban huecos vacíos. “Ojalá la investigación encuentre esas piezas, coloque bien si alguna estaba mal puesta y yo pueda recuperar a mi hija”, pide Antonio del Castillo. Ese es el propósito, que Marta vuelva con su familia.