Un búho en el cuello: así identificó la joven a la 'manada' de Bilbao

El Hospital de Basurto dio el aviso la medianoche del jueves: una joven de 18 años aseguraba haber sufrido una violación múltiple en el parque de Etxebarria, en Bilbao. La Ertzaintza se puso en marcha y a las cuatro de la madrugada montó a la víctima en un furgón con los cristales tintados para recorrer los alrededores del lugar en el que se había producido el ataque. Tras pasar junto a un grupo de jóvenes magrebíes, ella reconoció a uno de los presuntos violadores. El tatuaje de un búho que luce en el cuello fue la clave.

Fuentes cercanas a la investigación explican a El Confidencial que en ningún momento se practicó una rueda de reconocimiento. Los agentes se limitaron a detener al hombre que lucía el tatuaje y a sus cinco acompañantes. La víctima declaró después que otro de los supuestos atacantes vestía chándal negro y describió su pantalón, pero en ningún momento fue capaz de identificar a los otros cuatro. Explicó que todo estaba muy oscuro y que al tratarse de un asalto repentino solo pudo ver los rasgos o prendas de dos de ellos.

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La noche terminó así con seis detenidos de entre 18 y 36 años: cuatro de ellos de nacionalidad marroquí y los otros dos argelina. Tras pasar a disposición judicial, cinco negaron haber mantenido relación sexual alguna con la joven, mientras que el sexto se negó a responder a las preguntas. El juez de guardia decretó el ingreso en prisión provisional sin fianza para dos ellos y dejó en libertad a cuatro bajo la condición de que acudan todos los días a firmar en el juzgado. Al no haberse practicado rueda de reconocimiento, la investigación queda ahora a la espera de los resultados de las pruebas forenses.

Acudió voluntariamente a la cita

La joven, que presenta una moderada discapacidad intelectual, aseguró en su primera denuncia que sufrió la agresión alrededor de las 22:00 en el parque Etxebarria de Bilbao. Según explicó, la asaltaron sorpresivamente y le arrancaron la ropa para después agredirla sexualmente uno tras otro. Justo antes de dejarla sola, afirma que sus agresores le arrojaron 17 euros encima.

Pero la pesquisas fueron avanzando y en una segunda declaración reconoció que al chico del tatuaje lo había conocido a través de redes sociales. Tanto ella como una amiga habían quedado en la estación de tren de Bilbao y, a través de las redes sociales, decidieron quedar con él en el mencionado parque. La amiga, sin embargo, tuvo que irse finalmente, por lo que acudió sola a la cita, momento en el que se habrían producido los hechos.