Libertad sin cargos para el exnovio de la trabajadora de Iveco que se suicidó

El exnovio de la trabajadora de Iveco que se quitó la vida el pasado sábado tras difundirse un vídeo de contenido sexual suyo entre sus compañeros de trabajo ha quedado en libertad sin cargos tras prestar declaración ante la Policía Nacional, según han informado a Europa Press fuentes policiales.

El hombre se había entregado voluntariamente a las 16:00 de este jueves en un cuartel de la Guardia Civil de Mejorada del Campo y posteriormente había sido trasladado ante la Brigada Central de Investigación Tecnológica de la Jefatura Superior de Policía Nacional.

La expareja de Verónica, considerado el principal sospechoso de haber difundido el vídeo, ha quedado en libertad sin cargos después de prestar declaración ante los agentes, aunque no estaba detenido.

Tras entregarse, los agentes de la Guardia Civil que le han recibido se han puesto en contacto con la Policía Nacional, que investiga el caso desde que tuvo conocimiento del mismo en colaboración con la Fiscalía Especializada en Criminalidad Informática y el Juzgado de Instrucción 5 de Alcalá de Henares. Funcionarios de este último cuerpo han acudido a por el hombre y le han llevado a la Jefatura Superior, donde le toman en estos momentos declaración en calidad de testigo.

El hombre se ha entregado después de que agentes de la comisaría de Alcalá de Henares comenzaran a rastrear los teléfonos que recibieron y reenviaron el vídeo de contenido sexual de la empleada de Iveco. La mujer tuvo conocimiento el viernes de que su marido había visto las imágenes, sufrió una crisis de ansiedad y se quitó la vida. La escena que originó todo fue grabada cinco años atrás, cuando la pareja aún no se había casado.

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Los funcionarios investigan la relación causal entre los hechos y tratan de averiguar qué empleados recibieron las imágenes y las mandaron luego a otros compañeros y quiénes se las enviaron previamente a estos. Pretenden de este modo ir rastreando la señal hasta llegar al dispositivo que grabó el vídeo y lo mandó por primera vez. De este modo, los investigadores lograrían una evidencia que podría servir para apuntalar un posible delito de extorsión por parte del autor de la grabación. Faltarían, sin embargo, otras pruebas que ayudaran a sostener el mencionado ilícito.

En paralelo, los agentes deben conocer también la identidad de quienes recibieron y difundieron el vídeo, ya que podrían haber incurrido en un delito contra la intimidad. El mencionado rastreo de los teléfonos, por supuesto, serviría para indagar también esta última infracción penal. De momento, la investigación la llevan los policías con la máxima discreción, no solo para el buen término de las diligencias sino también por la familia de la fallecida.