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Psicosis en un pub al sacar un policía de paisano su arma y apuntar a los clientes
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el funcionario iba ebrio

Psicosis en un pub al sacar un policía de paisano su arma y apuntar a los clientes

Decenas de personas salieron escopeteadas en masa tras ver el armas. El agente fue detenido y sus superiores le han suspendido de funciones y le han retirado el arma

Foto: Discoteca Maruja de Coslada. (Google)
Discoteca Maruja de Coslada. (Google)

La madrugada del pasado viernes al sábado en la sala Maruja de Coslada (Madrid) un cliente ebrio provocó el pánico. El hombre, de apenas 30 años, era un policía nacional que estaba fuera de servicio con dos amigos. Con varias copas encima, comenzó a discutir con otras personas. El ambiente se caldeó en exceso, el protagonista sacó su pistola reglamentaria y comenzó a apuntar a aquellos con los que había se había peleado verbalmente.

La gente vio el arma y cundió la psicosis entre los asistentes, que trataron de abandonar la sala en masa al mismo tiempo. Según fuentes policiales, el local tenía en ese momento alrededor de 200 clientes, su aforo completo. Algunos de los que presenciaron la escena, de hecho, declararon posteriormente ante la Policía Nacional que durante el tiempo que duró todo pensaron que se trataba de un ataque terrorista. A no pocos les vinieron a la cabeza las tremendas imágenes de la sala Bataclán de París, donde en noviembre de 2015 un grupo de hombres armados irrumpió y comenzó a pegar tiros y atemorizar a los presentes. Alrededor de 80 personas murieron en aquel atentado.

Foto: Los cuatro detenidos en esta operación son de origen bosnio (EFE/Quique García)

Afortunadamente, nada de eso estaba ocurriendo en Coslada. Era solo un agente al que se le había ido la cabeza y había tratado de amedrentar a varios clientes con su arma. Una patrulla de la Policía Nacional se presentó en pocos minutos en la puerta del local y detuvo al protagonista, que se resistió violentamente a que sus compañeros le retuvieran. Las mismas fuentes consultadas aseguran que el agresivo comportamiento del detenido duró no solo durante el momento en el que le fueron puestas las esposas, sino también dentro del vehículo policial.

El iracundo arrestado golpeó con fuerza la mampara que separa el asiento de atrás de los dos de delante del coche patrulla hasta partirla. Un incontable número de patadas provocaron la rotura de la pantalla que está puesta ahí precisamente para evitar las agresiones por parte de los detenidos. Según las mismas fuentes, la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha retirado al agente su arma y le ha suspendido de funciones.

La madrugada del pasado viernes al sábado en la sala Maruja de Coslada (Madrid) un cliente ebrio provocó el pánico. El hombre, de apenas 30 años, era un policía nacional que estaba fuera de servicio con dos amigos. Con varias copas encima, comenzó a discutir con otras personas. El ambiente se caldeó en exceso, el protagonista sacó su pistola reglamentaria y comenzó a apuntar a aquellos con los que había se había peleado verbalmente.

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