Iglesias confía en un giro de ERC y PDeCAT para apoyar los PGE ante el auge de Vox

La irrupción de Vox y el auge de la derecha en Andalucía podría tener, paradójicamente, consecuencias positivas para que se alcance el principal objetivo de Podemos: sacar adelante los presupuestos pactados con el PSOE y agotar así la legislatura implantando un paquete de medidas basadas en un mayor gasto social. La ejecutiva del partido entiende que las formaciones independentistas estén analizando el nuevo escenario político y opten por contribuir a desbloquear las cuentas ante la amenaza de un adelanto electoral que siguen viendo, como la opción plausible, con unas elecciones generales en "marzo o abril".

"Todo apunta a que Pedro Sánchez está pensando en marzo o abril, pero es una hipótesis. Dependerá de lo que digan los barones ante el riesgo de perder más comunidades autónomas", ha apuntado el secretario de Organización Pablo Echenique en la rueda de prensa tras la ejecutiva del partido, descartando así un 'superdomingo electoral' el 26 mayo que coincida con las municipales, autonómicas y europeas. La formación dice no tener preferencias respecto a las fechas para el adelanto electoral y siguen priorizando agotar la legislatura sacando adelante los Presupuestos Generales del Estado. Es por ello que han pedido "altura de miras" a todas las formaciones que sacaron adelante la moción de censura, haciendo hincapié en el posible vuelco político que anticiparían los resultados de las elecciones andaluzas. En este sentido, se deja sentir que incluso sería el Gobierno quien menos esfuerzos estaría haciendo para conseguir el apoyo de los independentistas.

Todas las fuerzas catalanas "están mirando lo que ha ocurrido en Andalucía", ha apuntado el dirigente de Podemos, por lo que entiende que ahora "lo sensato es tener conversaciones discretas". Los presupuestos serían para Podemos el mejor cordón sanitario para cortar el avance de Vox, ya que según su análisis, la histórica irrupción de esta formación en las instituciones se debe más a las "condiciones de vida de la gente" deterioradas durante los últimos años que "a quien tiene la bandera más grande". Las formaciones catalanas y vascas tuvieron altura de miras apoyando la moción de censura, han incidido, "y ahora vuelve a ser el momento porque la única forma de cerrarla la puerta a la extrema derecha es mejorar la vida de la gente".

"Los partidos que aprobamos la moción de censura tenemos la oportunidad de cerrarle la puerta a la extrema derecha mejorando las condiciones de vida de los españoles"

Una cuestión más material que territorial. "La extrema derecha es hija de los recortes, el neoliberalismo y la destrucción del Estado de bienestar", aseguran desde la dirección de Podemos. Una conclusión por la que el secretario de Organización añadió que tanto ERC como PDeCAT "creo que están pensando en ello". "Veremos lo que deciden a la luz de este nuevo escenario" porque aducen que "nos encontramos ante una encrucijada histórica".

La ejecutiva del partido ha llegado por tanto a la conclusión de que "los partidos que aprobamos la moción de censura tenemos la oportunidad de cerrarle la puerta a la extrema derecha mejorando las condiciones de vida de los españoles", comenzando por la subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros, aumentando las ayudas a la dependencia y, en definitiva, blindando los derechos sociales.

Sin evitar la autocrítica tras el descenso de tres escaños y casi 300.000 votos de Adelante Andalucía, la confluencia entre Podemos, IU y formaciones andalucistas, sin lograr recoger sufragios en el caladero socialista, la formación también ha realizado una llama a la esperanza. "Lo de Andalucía es un aviso y todavía hay tiempo para poder frenar a la extrema derecha".

La movilización en las calles, en consonancia con la "alerta antifascista" que ya lanzó Pablo Iglesias durante la noche electoral tras conocerse los resultados, seguirá siendo otra de las prioridades de la formación para combatir el auge de Vox. Un llamamiento que más bien se orienta a tensar a las bases y a los movimientos afines para evitar una desmovilización en las urnas, puesto que reconocen que sus malos resultados en Andalucía se centran en un aumento de la abstención de sus votantes. La preocupación de Unidos Podemos ante el inicio de un nuevo ciclo electoral es evidente y no se esconde ni en público ni en privado.