Interior monta un macrodispositivo de seguridad por la visita del presidente chino

El Ministerio del Interior se ha movilizado para tratar de asegurarse de que la visita a España del presidente de China, Xi Jinping, discurre sin incidentes. La Policía Nacional activó decenas de agentes la semana pasada antes incluso de que se anunciara oficialmente el viaje del mandatario asiático, la primera de un dirigente chino con este rango desde que su antecesor en el cargo, Hu Jintao, se desplazó a Madrid en 2005. Entonces se calificó la visita de histórica.

Centenares de agentes de la Policía Nacional formarán parte del dispositivo especial de seguridad que se prolongará durante los tres días en los que Xi permanecerá en territorio nacional. Fuentes próximas al operativo subrayan la contundencia del despliegue, el más importante desde la proclamación de Felipe VI en junio de 2014, con la única salvedad de la operación Copérnico, por el referéndum independista del 1-O. El relevo en Zarzuela fue custodiado por 7.000 efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil.

Fuentes próximas al operativo subrayan la contundencia del despliegue, el más importante desde la proclamación de Felipe VI en 2014

Interior quiere que la visita de Xi, vital para los intereses económicos españoles, no quede empañada por la oposición política que despierta el gigante asiático en parte de la sociedad, sobre todo entre los colectivos de defensa de los derechos humanos. La cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska ha puesto estos días el foco en esos grupos para intentar minimizar el riesgo de que se produzcan protestas incontroladas como reacción a la visita del presidente chino.

En el operativo participan agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP), otros efectivos de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, como la unidad especial de Subsuelo, y la Unidad Central de Protección, encargada de la escolta a personalidades, según han confirmado a este diario fuentes cercanas al operativo. También están implicados varios grupos de la Comisaría General de Información, responsables de supervisar los movimientos de los colectivos más contrarios al Gobierno asiático.

El miércoles se le hará un recibimiento oficial en el Palacio Real, luego irá al Ayuntamiento de Madrid y después está programada una visita al Senado

La gran cantidad de actos que integran la agenda de la visita de Xi, que se hospedará en el Palacio de El Pardo, han complicado la preparación del despliegue. La máxima autoridad en Pekín llegará a Madrid este mismo martes para mantener por la tarde un primer encuentro con el Rey y posteriormente una cena de gala con los monarcas en el Palacio de la Zarzuela. El miércoles se le hará un recibimiento oficial en el Palacio Real, luego acudirá al Ayuntamiento de Madrid para reunirse con Manuela Carmena y después está programada una visita al Senado, donde le esperará el presidente de la Cámara Alta, Pío García-Escudero.

El último tramo del viaje estará ocupado por un reunión de Xi con Pedro Sánchez en Moncloa, donde habrá una breve reunión de trabajo y ambos presidentes procederán a la firma de acuerdos bilaterales. Finalmente, por la tarde, se producirá una cumbre empresarial hispano-china organizado por la CEOE, la Secretaría de Estado de Comercio y la Cámara de Comercio de España. Por la noche, será la cena de gala de despedida en el Palacio Real.

Precisamente, en el Palacio de Oriente —escenario para el colofón de la visita de Xi, donde se concentrarán las principales personalidades institucionales, políticas y empresariales, además de los tres poderes del Estado— se han tomado medidas extremas de seguridad. Para empezar, desde hace días las fuerzas de seguridad llegadas del gigante asiático realizan controles continuos en todas las zonas por las que accederá el presidente chino. Además, la Guardia Real española también ha intensificado los preparativos para el recibimiento del mandatario. Desde este martes se realizan ensayos para la parada militar de bienvenida con la sensación generalizada de que nada puede fallar.

Desde Patrimonio Nacional también se han dado instrucciones muy concretas para todos los empleados de cara a estos días y, especialmente el miércoles, el día de la cena de gala, con restricciones de acceso (las visitas o asistentes a reuniones ajenas al personal no podrán acceder durante el acto), y la orden expresa de que durante algunas franjas horarias los empleados del Palacio Real deberán moverse por pasillos y galerías interiores para no dificultar el trabajo de prevención que llevan a cabo los agentes chinos a cargo del operativo, que apenas tiene precedentes según explican.

Desde febrero de 2017 el Palacio Real se convirtió en el nuevo escenario de bienvenida para los jefes de Estado. Felipe VI decidió cambiar el formato de esta ceremonia tras casi dos años de parón a causa del bloqueo político en España, coincidiendo con la primera visita de Estado de un mandatario extranjero desde el verano de 2015, la del presidente argentino Mauricio Macri. Como adelantó este diario, el cambio de protocolo en la recepción tenía un doble objetivo. Por un lado, que el Palacio Real volviera a convertirse en el escenario de los principales actos institucionales y, por el otro, dotar de mayor solemnidad y realce a estas recepciones de primer nivel que, hasta el momento, carecían de visibilidad. En Zarzuela quieren que la visita del presidente chino cuente justamente con el mayor de los realces y todos los efectivos trabajan desde hace días con ese cometido.