Los temporales de lluvia y viento dejan ya 20 muertos en España en lo que va de año

La muerte de un bombero en la localidad de Campillos (Málaga) mientras participaba en los trabajos de auxilio a causa de las fuertes lluvias en la zona eleva a 20 los fallecidos en lo que va de año en incidentes relacionados con los temporales.

El bombero había desaparecido tras volcar el camión en el que se desplazaba en la carretera que une Campillos con Teba, mientras que la otras dos personas que viajaban en el vehículo fueron rescatadas. Su cuerpo fue encontrado a cinco kilómetros del lugar del suceso.

Esta muerte se ha producido a menos de diez días del grave episodio a causa del temporal en Mallorca, donde trece personas perdieron la vida tras el desbordamiento de varios torrentes en la zona este de la isla.

La borrasca Félix y la catástrofe en Mallorca

Ya a principios de año, en enero, la meteorología se contabilizaba su primera víctima tras el paso de un fuerte temporal marítimo que afectó al litoral del norte. Dos personas murieron el tres de enero en el municipio guipuzcoano de Mutriku tras ser arrastrados por una ola.

Poco después, en marzo, el paso de la borrasca Félix puso en alerta a varias comunidades y dejó también dos víctimas mortales en Martos (Jaén) y Guillena (Sevilla). Mientras, en el norte, una mujer falleció en la playa de las Catedrales, en Ribadeo (Lugo), tras caerle una piedra en la cabeza.

A finales de ese mismo mesb y como consecuencia de los fuertes vientos muere en Madrid un niño de cuatro años al caerle un árbol en el parque de El Retiro. En semtiembre otro temporal puso en alerta a 11 comunidades y causó importantes trombas de agua en Melilla, Murcia, Castilla-La Mancha, Islas Baleares y Comunidad Valenciana, y una riada en la localidad toledana de Cebolla.

13 muertos en Mallorca

Sin embargo, el fenómeno más mortal de lo que va de año es sin duda la catástrofe de las pasadas semanas en Mallorca donde se registraron trece muertos a causa del desbordamiento de varios torrentes de agua. Las lluvias torrenciales, que afectaron principalmente a la localidad de Sant Llorenç dejaron hasta 250 litros por metro cuadrado. El último de los fallecidos a causa de este episodio fue Arthur, un niño, que fue hallado ocho días después de su desaparición.

Con el bombero de 48 años fallecido hoy, este ya es uno de los años con más víctimas por los temporales de la última década.