El PSOE confía en que Casado cumpla con su oposición "leal" y se abra una "nueva etapa"
Narbona señala que espera que el presidente del PP, tras su reunión de tres horas con Sánchez, no vuelva a una "demagogia partidista". Promete seguir "muy vigilante" la oposición del PP
El PSOE cruza los dedos. Espera que con el PP de Pablo Casado pueda "abrir una nueva etapa" y que deje atrás "declaraciones demagógicas e irresponsables". Que cumpla con su promesa de una oposición "leal y responsable", especialmente en temas muy sensibles como el abordaje de la crisis catalana. Pero el recién elegido líder del PP encarna una posición más dura que la que mantuvo Mariano Rajoy en el Gobierno, y justo en esa materia ya advirtió de que no toleraría "cesiones" ni política de "apaciguamiento" con los soberanistas. Literalmente, dijo, el PP "no va a pasar ni una". Por esos avisos el PSOE seguirá "muy atento" a cómo evoluciona la línea de Casado.
El Ejecutivo no quiso hacer valoración alguna de la reunión de Pedro Sánchez con Pablo Casado tras la entrevista de casi tres horas que ambos mantuvieron en el palacio de la Moncloa. El motivo era resguardar al presidente, que comparecerá este viernes en rueda de prensa después de la cita semanal del Consejo de Ministros. La consigna era dejar todo el carril libre al jefe de los populares y derivar la opinión de contraste en el partido, en la presidenta del PSOE, la exministra Cristina Narbona. Fue ella quien, desde Ferraz, mostró el escepticismo de los socialistas, combinado con la sensación y la esperanza de que alguna puerta se abra a partir de ahora.
Casi 3h de conversación con @pablocasado_ a quien he solicitado una oposición responsable y leal en cuestiones de Estado: migración, política europea, violencia de género o infraestructuras. El objetivo común debe ser avanzar por #España. pic.twitter.com/gOiXWTym76
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 2 de agosto de 2018
"Confío en que algunas de las afirmaciones" hechas por Casado "tras reunirse casi tres horas" con el presidente "se correspondan con un proyecto de futuro y de regeneración del PP que sin duda necesita". Narbona insistió mucho en esa función casi beatífica de la duración de la entrevista para esperar que haya cambios en la actitud del PP. "Espero que estas tres horas de reunión en La Moncloa hayan servido para que el nuevo presidente del PP comprenda que el arranque de su liderazgo ha sido equivocado. Hemos asistido a una serie de declaraciones demagógicas e irresponsables en temas de Estado", como en inmigración o Cataluña.
Narbona confía en que Casado revierta sus errores del arranque. Suyas son declaraciones "demagógicas e irresponsables en temas de Estado"
Pero el PSOE quiere quedarse con las proclamas de oposición "leal y responsable" que hizo Casado al comienzo de su rueda de prensa. A ello se aferra. Cree que esas palabras pueden simbolizar "el inicio de una nueva etapa" en las relaciones de los dos grandes partidos. "Pero estaremos muy atentos si vemos que Pablo Casado vuelve a caer en la tentación de demagogia partidista en cuestiones tan sensibles como la inmigración". Los socialistas confían, pues, en que los populares "miren hacia delante y no hacia atrás".
Ni referéndum ni presos
Sánchez perseguía, de su cita con Casado, tejer pactos de Estado con el PP en materias como inmigración, política europea, infraestructuras, violencia de género y, por supuesto, Cataluña. "Una oposición de Estado como la que el PSOE ha hecho a lo largo de los años, cuando ha habido problemas muy graves", recordó Narbona. La presidenta del PSOE se refería, obviamente, al desafío soberanista, para cuyo combate su partido siempre estuvo en primera línea de frente junto al Ejecutivo de Mariano Rajoy.
La presidenta del PSOE garantiza que el Ejecutivo hará cumplir la ley en Cataluña, pero también mantendrá la senda de diálogo con el Govern
"Quiero creer que cuando habla de oposición leal y responsable tenga, tras tres horas de reunión, mucho más conocimiento de cómo se desarollan las relaciones con Cataluña —explicó—. Este Gobierno ha trazado un perímetro donde la legislación vigente va a ser exigida en todo momento". Es decir, que no va a haber ni referéndum pactado ni una política de distensión con los presos del 'procés', hipótesis falsa que se encargó de espolear Casado durante su comparecencia. Lo que sí quiere el Ejecutivo es mantener la senda de diálogo y de deshielo, con la confianza de que ese horizonte de "pertenencia a España" convenza a más catalanes.
Los socialistas tienen varios reproches que hacer al presidente del PP. Como, para empezar, que cuestione la forma en la que Sánchez ha aterrizado en La Moncloa. Así que Narbona demandó que respete la "absoluta legitimidad" de la moción de censura. Sí parece al PSOE su idea de un 'plan Marshall' para África, pero eso es justo lo que plantea el Gobierno en las instituciones, recordó. Una iniciativa que "no se había planteado con anterioridad". Es más, Rajoy impulsó el "total desmantelamiento de la cooperación española al desarrollo". "Bienvenido" al reconocimiento del drama humanitario de la inmigración, le aplaudió con ironía.
Casado sí introdujo otras cuestiones en las que no puede haber nunca un acercamiento, como en la relajación de la senda de déficit, en la política fiscal o en la inquietud por la "precariedad" y la "desigualdad", conceptos que el líder del PP, denunció, había orillado.
El PSOE cruza los dedos. Espera que con el PP de Pablo Casado pueda "abrir una nueva etapa" y que deje atrás "declaraciones demagógicas e irresponsables". Que cumpla con su promesa de una oposición "leal y responsable", especialmente en temas muy sensibles como el abordaje de la crisis catalana. Pero el recién elegido líder del PP encarna una posición más dura que la que mantuvo Mariano Rajoy en el Gobierno, y justo en esa materia ya advirtió de que no toleraría "cesiones" ni política de "apaciguamiento" con los soberanistas. Literalmente, dijo, el PP "no va a pasar ni una". Por esos avisos el PSOE seguirá "muy atento" a cómo evoluciona la línea de Casado.
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