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Rivera pide a Sánchez que exhiba a su "nuevo PSOE" metiendo mano a los aforamientos
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QUIERE ABORDAR LAS GRANDES REFORMAS PENDIENTES

Rivera pide a Sánchez que exhiba a su "nuevo PSOE" metiendo mano a los aforamientos

Los centristas emplazan al PSOE, ahora que ha resuelto su situación interna, a retomar los grandes asuntos pendientes como la limitación de mandatos o la reforma electoral

Foto: El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, junto al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el Congreso en 2015. (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, junto al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en el Congreso en 2015. (EFE)

Si de verdad hay un nuevo PSOE, "que lo demuestren". El partido que lidera Albert Rivera mira con cierto escepticismo el rumbo definitivo tomado por la formación socialista tras su 39º Congreso Federal ahora en manos de Pedro Sánchez. Después de que el jefe de los socialistas pisara el Congreso este miércoles por primera vez desde que dejó su acta de diputado en octubre y lanzara un primer ofrecimiento para mantener una reunión con el líder centrista y Pablo Iglesias, Rivera resolvió el enigma con una sola frase ante sus diputados: "No voy a entrar en ese bucle. No estamos en 2016". La formación naranja no ve posibilidades de que se celebre un encuentro a tres: "No hay motivos. No lo veo para nada", insisten dirigentes de la dirección parlamentaria de centro.

Aunque en Ciudadanos consideran que el principal ataque desde Ferraz irá dirigido a Podemos, como demostró el secretario general en el discurso de clausura del cónclave este domingo con un guiño absoluto al 15-M —"quiero dirigirme a los que se concentraron en la Puerta del Sol a decir no nos representan"— y reiterando que el PSOE "solo compite con el PP", los centristas desconfían de la bandera de regeneración que el nuevo equipo socialista pretende acaparar.

Porque Sánchez también se dirigió el pasado domingo a todos aquellos cuya "demanda de regeneración aún está insatisfecha", asegurando que pronto sería una realidad. "Trabajaremos unidos para hacer una política limpia, participativa, independiente de los poderes económicos, que garantice una Justicia libre de injerencias y extirpar la corrupción de nuestra democracia", aseguraba el jefe 'renacido' de las cenizas socialistas. La formación naranja no tardará demasiado en forzar una demostración de la novedad de que tanto presumen en las filas del PSOE, y pretende retomar el debate de las grandes reformas de regeneración que la Cámara legislativa debe acometer y que también integró en el pacto de investidura —primero con Sánchez y después con Rajoy—.

Sánchez quiere reunirse con Iglesias y Rivera para buscar una mayoría alternativa

La eliminación de aforamientos, la limitación de mandatos y la reforma de la ley electoral serán las próximas batallas que los dirigentes centristas libren, poniendo a prueba la "verdadera voluntad" del nuevo PSOE sanchista. Son tres de las grandes exigencias en Ciudadanos, que quedaron en el olvido estos últimos meses por la rotunda negativa del partido del Gobierno, contrario a implementarlas pese a comprometerlo en el acuerdo del pasado verano y por la falta de interlocución con los socialistas en el proceso de primarias. "Llevamos meses esperando a un interlocutor. Hasta ahora, en el PSOE nadie quería dar el paso por si interfería en su situación interna. Ahora que está todo en marcha, veremos a ver si se mojan", insisten desde la cúpula del grupo naranja a este diario.

En Ciudadanos reconocen que lo "deseable" sería que el PP colaborara en la puesta en marcha de todas estas reformas, pero no dudarán en buscar la mayoría alternativa parlamentaria para llevarlas a cabo si es necesario. Los acuerdos con otros partidos, eso sí, no pasarán de ahí. "Para cosas puntuales, estamos. Nosotros hablamos con todos y creemos que es necesario dialogar para buscar acuerdos y legislar", aseguran. Nada que ver con las intenciones que va introduciendo en la opinión pública el 'nuevo PSOE' y que este miércoles su secretario general destacó, como también el nuevo portavoz, Óscar Puente, en su debut el pasado lunes, cuando afirmó que trabajarán "mucho" para "levantar los vetos" entre Ciudadanos y Podemos.

Vetos que no tienen marcha atrás, como demostró el no de la formación morada al pacto de Sánchez y Rivera o como lo hizo la negativa sin fisuras de los naranjas a participar en una mesa de negociaciones liderada por los socialistas en la que estuvieran los dirigentes morados y otros grupos independentistas. El último encuentro de los 'nuevos líderes' en la tribuna durante el debate de la moción de censura contra Rajoy es el ejemplo más reciente de una historia irreconciliable.

En realidad, un escenario en que estén los dos nuevos partidos es imposible. La formación naranja insiste en que jamás irán de la mano de una mayoría con los independentistas, a sabiendas de que la suma entre PSOE, Podemos y ellos sí alcanza. Los de centro se escudan en que Podemos es "una suma de siglas con muchas necesidades", afirmando que las confluencias gallega y catalana, fundamentalmente, son partidarias de la celebración de un referéndum, entre otras cosas. Pero fuentes de Ciudadanos reconocen que, más allá de la cuestión territorial, la incompatibilidad entre ambos es absoluta, como demuestran los propios estudios demoscópicos: los votantes o potenciales votantes del partido de Rivera nunca aprobarían un entendimiento con Podemos. Va en su ADN.

El otro gran reproche desde las filas naranjas a los socialistas es su intención de crear un nuevo foro con reuniones a tres bandas, cuando este foro "ya existe" y es el Congreso de los Diputados. "Si el señor Sánchez necesita un espacio para volver a escena, que no hubiera dejado su escaño", afirman fuentes del grupo parlamentario. Rivera también insistió este martes en esa idea reiterando a su equipo: "Nosotros sí somos diputados y estamos trabajando", a la par que pedía al secretario general socialista "parar el bucle" y la petición de reuniones "que no conducirán a nada".

Si de verdad hay un nuevo PSOE, "que lo demuestren". El partido que lidera Albert Rivera mira con cierto escepticismo el rumbo definitivo tomado por la formación socialista tras su 39º Congreso Federal ahora en manos de Pedro Sánchez. Después de que el jefe de los socialistas pisara el Congreso este miércoles por primera vez desde que dejó su acta de diputado en octubre y lanzara un primer ofrecimiento para mantener una reunión con el líder centrista y Pablo Iglesias, Rivera resolvió el enigma con una sola frase ante sus diputados: "No voy a entrar en ese bucle. No estamos en 2016". La formación naranja no ve posibilidades de que se celebre un encuentro a tres: "No hay motivos. No lo veo para nada", insisten dirigentes de la dirección parlamentaria de centro.

Pedro Sánchez Ciudadanos
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