Podemos deja en el aire la idea del PSOE de sacar a Franco del Valle de los Caídos

La pretensión del PSOE de instar al Gobierno de Mariano Rajoy a que saque el cuerpo de Francisco Franco del Valle de los Caídos ha chocado este martes en el Congreso con las enmiendas de los grupos de izquierda e independentistas, partidarios de la medida y de aprovechar de paso para deslegitimar la Transición y el régimen constitucional vigente. A Albert Rivera también le gusta la idea de los socialistas, pero sin esas enmiendas, por lo que amenaza con dar un paso atrás. La proposición no de ley correspondiente se ha quedado más en el aire que su improbable aplicación: el Ejecutivo no moverá un dedo en cualquier caso.

El debate en el pleno del Congreso no aclaró el futuro de la propuesta de los socialistas para recuperar la parte de desarrollo de su ley de memoria histórica que su propio Gobierno no quiso abordar en la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, ya con Alfredo Pérez Rubalcaba como vicepresidente y Ramón Jáuregui al frente de Presidencia.

El renovado interés de los socialistas por remover los cadáveres del dictador y del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, complace a Podemos, ERC, Bildu, PDeCAT y al PNV; pero va en contra de las recomendaciones de consenso que hizo la propia comisión de expertos nombrada en su día para dar ideas sobre el futuro del Valle de los Caídos.

Terminado el debate, el portavoz del PSOE en la materia, el susanista Gregorio Cámara, reconoció que no sabía qué hará con las enmiendas de podemitas e independentistas, si admitirlas para asegurarse su voto a costa de cuestionar la Transición en parte protagonizada por Felipe González, o rechazarlas. Ciudadanos, que se apuntaba de entrada a un sí que dejaba otra vez solo y derrotado al Partido Popular, tuvo que advertir de que con esas enmiendas los socialistas no podrán contar con su voto cuando llegue este jueves la hora de la verdad.

Sin más apoyo incondicional que el del PNV, los socialistas tienen hasta el miércoles para aclarar qué apoyos buscan si no quieren que su proposición no de ley se quede con 90 votos a favor y una amplia mayoría de abstenciones. Por ERC, Joan Tardà exigió una ley de memoria histórica nueva. Hasta se enfadó con el PSOE al ver que incluye en su proposición puntos que Zapatero había rechazado en su día. Calificó el cambio de "monumento al cinismo" y sostuvo que no creía que a los socialistas les preocupe el Valle de los Caídos.

Jordi Xuclá, del PDeCAT, y Xavier Domènech, portavoz de los socios catalanes de Pablo Iglesias, coincidieron en exigir una derogación de condenas y sentencias "del franquismo" para impulsar la iniciativa del PSOE.

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Por Ciudadanos, José Manuel Villegas aclaró que apoyaba el texto de los socialistas porque le parece bien todo lo que sea reparar agravios y recuperar la memoria, pero se desmarcó de los añadidos contra la Transición que exigen podemitas e independentistas.

Alicia Sánchez Camacho, que intervino en nombre del Grupo Popular, pidió al PSOE que no reniege del pacto constitucional y que olvide su obsesión por Podemos. "Vuelvan al presente y miren al futuro, que España les necesita", exclamó la expresidenta del Partido Popular en Cataluña, después de recordar que todos los gobiernos de la democracia, desde UCD al PSOE y el PP, han dictado normas, ayudas y medidas de reparación a las víctimas del franquismo sin caer por ello en el uso partidista.

La propuesta del PSOE sobre el Valle de los Caídos, que no está en la ley de memoria histórica, pide "la exhumación de los restos de Francisco Franco y su traslado fuera del Valle de los Caídos, así como la exhumación de los restos de José Antonio Primo de Rivera para su reubicación —en su caso— en un sitio no preeminente del edificio".