Susana Díaz se apropia del discurso de IU: asume banca pública y memoria histórica

El PSOE andaluz asumirá en su programa electoral tres de las leyes más rojas, que más han tensado la convivencia con Izquierda Unida en el Gobierno andaluz. Susana Díaz defenderá las normas de banca pública, memoria democrática y participación ciudadana ante la próxima cita electoral. Impulsadas por IU y asumidas a regañadientes y con muchos tirones internos por los socialistas. Todas han pasado el filtro del Gobierno andaluz y se han quedado en la cuneta tras la inesperada ruptura del pacto en Andalucía.

La presidenta de la Junta nunca ha abanderado la polémica banca pública. El pasado octubre esta norma tensó al límite las negociaciones internas e IU acabó por supeditar su apoyo al presupuesto a que se aprobara un ente público de crédito con ficha bancaria y capacidad para captar en un futuro depósitos privados. Díaz, que ha hecho descansar una pata de su política económica en las reuniones y firmas de convenios con grandes bancos y empresas del Ibex 35, no la ha defendido nunca. Sin embargo, los socialistas han sorprendido al anunciar que lo incluirán en el futuro programa electoral.

El giro a la izquierda del PSOE andaluz, que se muestra dispuesto a coger la bandera de tres de los proyectos con más sello comunista del último Gobierno, llega en plena ofensiva de Podemos y cuando IU practica un duro discurso contra el PSOE y Susana Díaz por su “derechización”. La líder socialista tiene que enfrentarse, además, a la etiqueta de alumna aventajada de Felipe González, defensor de la gran coalición con el PP frente a otros experimentos políticos.

La fragmentación del voto de izquierdas es una de las claves más interesantes de la cita andaluza del 22 de marzo. La presidenta de la Junta, pese a su proclama de “roja y decente”, practica un perfil político dentro del partido moderado y lejos del ala más a la izquierda o radical. Siempre ha hecho juego de equilibrios. Gobernaba con los comunistas y se codeaba con el Ibex 35 o la Casa Real sin problemas.

Uno de los capítulos más tensos con IU fue por los realojos de la Corrala Utopía, donde la presidenta cargó duramente contra sus socios por la ocupación de casas vacías. Su discurso entonces fue que nadie que diera “una patada a la puerta” de una vivienda podía situarse por delante de otros que esperaban un realojo en una vivienda social. La ley contra los desahucios, frenada por el Gobierno de Mariano Rajoy en el Tribunal Constitucional, fue una de las medidas de la Junta con más calado social y mediático. Su autoría también fue de IU desde la Consejería de Fomento. Los socialistas se sumaron a su defensa mucho después que sus socios.

El anuncio de que los socialistas asumirán las leyes de corte más a la izquierda, realizado por el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, encendió a los exsocios de IU en la Junta. El coordinador regional de la federación de izquierdas, Antonio Maíllo, se despachó en su cuenta de Twitter asegurando que los socialistas habían “hecho lo imposible” por que la banca pública no saliera adelante. “El cinismo hecho carne”, agregó. Varios dirigentes de IU emplearon el mismo tono contra los socialistas.

El PSOE propondrá crear un ente público de crédito tras haber hecho lo imposible por no aprobarlo en el Gobierno. El cinismo hecho carne

Si los puentes entre ambas formaciones estaban rotos, cada vez parecen más bombardeados y difíciles de reconstruir. Las tres normas ahora abanderadas por el PSOE constituían, junto a la ley destinada a crear el banco público de tierras y a la de suministros vitales básicos, el paquete de cinco normas a las que IU condicionó la convocatoria de un referéndum el próximo junio. Si estas leyes no veían la luz, convocarían a sus bases para consultar sobre la continuidad en el Gobierno andaluz. Este paso político fue definitivo para que Susana Díaz adelantara las elecciones.

Los socialistas llevaron en su programa electoral de 2012 la creación de un Instituto de Crédito Público de las pymes andaluzas, destinado a coordinar todos los instrumentos de financiación públicos, como los fondos reembolsables y el capital riesgo. La promesa fue poner 1.500 millones de euros a disposición de las empresas andaluzas a través de fondos reembolsables. Poco tiene que ver este instituto público con el proyecto de ley que fue aprobado en Andalucía el pasado otoño. IU forzó que la conversión a banca pública, con ficha bancaria, 18 millones de euros de capital inicial para vestirse de largo ante el Banco de España y capacidad futura para captar ahorro privado. La medida puso en pie de guerra a grandes bancos como el BBVA.

Mientras los socios tensaban la cuerda con esta banca pública, Díaz se convertía en la primera presidenta autonómica en recibir en sede institucional a la flamante presidenta del Santander, Ana Botín. Aquella foto seguía la estela de las que se había hecho con Emilio Botín, Isidro Fainé (La Caixa), César Alierta (Telefónica) o Borja Prado (Endesa). La llegada de Susana Díaz a la presidencia de la Junta inauguró esta ronda de reuniones con el club económico más selecto del país, siempre para firmar convenios y becas vinculados a la puesta en marcha de crédito o a la creación de puestos de trabajo. IU siempre ha estado muy incómoda con esta estrategia de la presidenta que, sin duda, ayudó a consolidar su perfil nacional.

También Podemos apuesta en su programa económico por una banca pública como instrumento esencial para salir de la crisis. Los dirigentes de IU, partido al que los sondeos pronostican una liquidación a manos de los de Pablo Iglesias, optan por la broma frente a la amargura de la actual situación electoral: “Qué tendrá nuestro programa que todo el mundo lo copia”, ironizaba el secretario general del PCA, José Manuel Mariscal. La ley de memoria democrática tampoco figuraba en el programa del PSOE en 2012.