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"Repetiré en 2019, por completar mi proyecto y por hacer una campaña en condiciones"
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entrevista a cristina cifuentes

"Repetiré en 2019, por completar mi proyecto y por hacer una campaña en condiciones"

Cifuentes puede ser elegida este domingo presidenta del PP de Madrid. Una etapa más en su trayectoria política. No le gusta hacer planes, pero asegura que se presentará a la reelección

Foto: Cristina Cifuentes, en su despacho en la Comunidad de Madrid. Foto: Ernesto Torrico
Cristina Cifuentes, en su despacho en la Comunidad de Madrid. Foto: Ernesto Torrico

Nadie duda de que Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) será la nueva presidenta del PP de Madrid. Este domingo más de 11.000 afiliados están llamados a votar en una primera vuelta que puede ser la última si la presidenta de la Comunidad de Madrid obtiene más del 50% de los votos y saca 15 puntos de ventaja sobre su contrincante. Si gana (lo más seguro), presentará los nombres de su comité ejecutivo el próximo fin de semana en el 16º congreso regional. Una etapa más en su viaje político. Se ve con fuerzas y, lo más importante, dice: "Tengo la suerte de que no tengo ambición política". La adrenalina, o "el subidón", como ella lo llama, se lo da el trabajo, que le permite "poner cara a los problemas" e intentar solucionar las dificultades reales de los ciudadanos. "Yo me iré mañana, pero ¿sabes la alegría que te queda al saber que has podido ayudar a alguien?".

Pregunta: Empecemos por el congreso regional. Más de 11.000 afiliados se han inscrito para poder votar en un sistema que aboga por primera vez por 'un militante, un voto'. Teniendo en cuenta que el partido tenía contabilizados 94.400 afiliados, ¿qué conclusión podemos extraer?, ¿es un éxito, un fracaso, o el censo estaba inflado?

Respuesta: Yo creo que el censo no está inflado, está sin actualizar desde hace muchos años. Tengo esa impresión. Si soy elegida presidenta lo primero que voy a hacer es una depuración del censo, adaptarlo a la realidad para ver cuántos militantes reales tenemos. Creo que ha sido un éxito porque es la primera vez que hacemos una convocatoria abierta. Creo que 11.000 personas es un buen dato. En el último congreso de Madrid solo participaron 2.500 compromisarios. Más allá de eso, las cifras me dan igual. Me interesa una afiliación que sea comprometida y real.

Cinco preguntas a Cifuentes

P: Cuando presentó su candidatura señaló que había encontrado un partido vacío de poder, paralizado y desmotivado. ¿Tan mal estaba la situación en Madrid?

R: Vacío de poder desde el momento en que la anterior dirección cesó en sus funciones. Ignacio González había renunciado como secretario general y Esperanza Aguirre había dimitido como presidenta, por tanto no había dirección. Por eso se nombra una gestora. Yo me encontré un partido muy desmoralizado en las sedes, no solo por la gestión en el partido sino por la propia situación política. Nosotros hemos pasado de tener mayorías absolutas en el Ayuntamiento, en la Comunidad y en la mayoría de los 179 municipios, y de repente tras las elecciones de mayo de 2015 perdemos muchas alcaldías, como la de Madrid, y perdemos la mayoría absoluta en el Gobierno regional. Y luego no olvidemos los casos de corrupción, que han afectado. Antes nos mirábamos más al ombligo sin mirar más a los ciudadanos, a los militantes, a las sedes. También lo digo como autocrítica porque yo pertenecía a la anterior dirección.

P: ¿Cómo pretende transformar el partido?

R: Hay que recuperar a la ciudadanía, la calle, no meternos en los despachos, que las sedes estén abiertas, próximas, cercanas, recuperar el espacio virtual, las redes sociales, cualquier cauce que nos permita estar en contacto con la calle, con los ciudadanos. Abrir mucho más la sede de Génova 13, eso no puede ser un 'sancta sanctorum', tiene que ser un lugar de trabajo habitual donde se organicen actividades formativas para los afiliados. Y sobre todo abanderar la lucha contra la corrupción, algo que nuestra militancia necesita después de ver todo lo que ha pasado en el PP. Es una bandera que también es nuestra.

Yo no voy a hacer purgas, indudablemente. Hay algunos que practican la purga, el apartar al disidente. Yo no tengo ganas de apartar a nadie

P: Tiene pensado ya, si gana, quién va a formar parte del núcleo duro del partido. Por ejemplo, ¿a quién tiene en mente para que sea el secretario o secretaria general?, ¿va a hacer una ejecutiva integradora con otros sectores del partido que se han mostrado más críticos?

R: No, no lo tengo pensado. A mí me gusta integrar a todos aquellos a quienes les gusta participar en un proyecto. La gestora se ha organizado con gente que proviene de todos los lados, del equipo de Alberto, del equipo de Esperanza, del Ayuntamiento, de la Comunidad. Aquí no hay familias. No es el PP que yo concibo ni quiero, ni voy a contribuir a crear. Cualquier persona que quiere participar en el proyecto será bienvenida. Más allá de eso no he pensado. Primero quiero esperar a qué ocurre el día 12. Y luego ya veremos. Si gano con un número claro ya me pondría a pensar en las personas, los perfiles, el modelo para gestionar el partido. No sabía decir ni cuántas personas forman parte el comité ejecutivo de Madrid. Hay que buscar un equilibrio. Intentaré hacer un equipo lo más integrador posible.

P: Luego no va a haber purgas, ahora que la palabra está tan de moda.

R: Yo purgas no voy a hacer. Aunque doy por hecho que haga lo que haga siempre va a haber gente en desacuerdo. Esto es inevitable, es inherente a la condición humana. Yo lo asumo. Habrá críticas. Pero yo no voy a hacer purgas, indudablemente. Hay algunos que practican la purga, el apartar al disidente. Yo no tengo ganas de apartar a nadie. Lo que nosotros queremos es recuperar espacio electoral, y para eso hay que contar con el mayor número de personas. Eso sí, integrar no supone solo sumar, sino integrar a todo el mundo que quiera participar y trabajar en un proyecto, esa es la condición, que se quiera trabajar en un proyecto común, compartido.

P: Usted cree que le bicefalia es mala, es decir, que el presidente del partido no debe ser una persona distinta al presidente de la Comunidad. ¿Por qué?

R: En Madrid hemos tenido ambos modelos, el de bicefalia con Pío García Escudero y funcionó bien. Y luego tuvimos otro modelo sin bicefalia con Esperanza Aguirre y funcionó bien también. En el momento actual la bicefalia no sería buena para Madrid porque podría generar debilitamiento al Gobierno. Si no está muy coordinada la acción política desde el Gobierno y desde el partido eso podría debilitar la acción del Ejecutivo, y antes de que eso pase es bueno que haya un partido fuerte y un Gobierno fuerte, que partido y Gobierno vayan en la misma dirección.

P: Antes Gürtel y ahora Púnica. En los dos sumarios se investigó o se investiga una presunta financiación irregular del partido en Madrid. De hecho, el exgerente Beltrán Gutiérrez está imputado. ¿Ha detectado en el tiempo que lleva en la gestora malas prácticas en la financiación del partido en etapas anteriores?, ¿qué nuevos mecanismos quiere implementar para que no vuelva a suceder?

R: No he detectado nada. Nosotros tenemos una contabilidad totalmente transparente. Lo que sí que puedo garantizar es que tenemos unos gastos restringidos al máximo. En el año que he estado de presidenta de la gestora no creo que haya pasado ni una coca cola, miramos el euro al milímetro y los ingresos que tenemos son para pagar las pocas nóminas de la gente que trabaja en la sede, personal de apoyo. Lo que nosotros sí pedimos cuando yo comencé para fiscalizar las cuentas es que se enviaran a la Cámara de Cuentas. No he detectado nada raro. Ahora reducimos el gasto al máximo. No podemos gastar un euro más de lo que ingresamos. Yo aprendí en mi campaña de mayo de 2015 a hacerla con poco dinero. La gente está cansada de grandes actos y movilizaciones. Sencillez y austeridad.

Foto: Cifuentes, en un acto en Tres Cantos en la campaña para ser elegida presidenta del PP de Madrid.

P: ¿Sigue pensando que en el PP ha faltado humildad y ha sobrado corrupción?

R: Sí, ha faltado humildad. En la política en general. No solo en el PP, en la clase política ha habido mucha soberbia y ha faltado humildad. Hay que seguir trabajando con humildad y cercanía. Hay que recordar todos los días para que no se nos olvide que los que estamos en política estamos porque los ciudadanos quieren que estemos, y en el momento en el que dejen de querer dejaremos de estar. Estamos para servir a los ciudadanos. No hay otro objetivo y no se nos puede olvidar.

P: Usted ha llevado a la Fiscalía, tras las informaciones que ha publicado El Confidencial, la sospechosa compra que el Canal de Isabel II hizo en Brasil. Esto supone un torpedo en la línea de flotación del anterior Gobierno, de Ignacio González, también del PP. Me reconocerá que no es muy normal en el mundo de la política que un político dude sobre la gestión de un compañero.

R: Nosotros, mi equipo, tenemos algo muy claro. Nos han elegido para gestionar de la mejor manera posible y eso conlleva dos planteamientos. Primero, que reivindico la herencia recibida, que en términos generales ha sido muy buena. Los gobiernos del PP han hecho cosas muy positivas en la Comunidad de Madrid. Pero también es verdad que tenemos la obligación de mejorar y cambiar aquellas cosas que se han podido hacer peor. Yo no he sido elegida por los ciudadanos para tapar nada, venga de quien venga.

P: Pero ha recibido críticas de su partido por esta denuncia a la Fiscalía.

R: A mí no me lo han dicho directamente, pero supongo que habrá personas a las que no habrá sentado nada bien, evidentemente.

P: Hablando de corrupción, usted ha aprobado un código ético para diputados autonómicos, miembros de su Gobierno y miembros de la gestora. Pero hay una especie de vacío con cargos municipales. De hecho hay varios ediles y concejales del PP imputados. A la espera de que los tribunales marquen las responsabilidades penales, ¿hay que ser más exigentes con las responsabilidades políticas?

R: La idea es ampliar ese código ético en el congreso para la dirección del partido y determinados cargos públicos. Esa es la idea. Pero quiero hacer una salvedad. Cuando nosotros hablamos de código ético, de renuncia voluntaria por investigación, tiene que quedar muy claro que hablamos de asuntos de corrupción. Porque muchas veces se producen procedimientos judiciales, querellas, sobre todo en el ámbito municipal, que en la inmensa mayoría de las ocasiones quedan absolutamente en nada. Y que tienen que ver con cuestiones de índole administrativa. Hay que diferenciar. Soy consciente de que este planteamiento nuestro es una autoexigencia que es producto muy directo de la alarma social que han creado en Madrid los casos de corrupción que ha habido muy graves, y que han afectado a personas con responsabilidad importante dentro del partido. Hemos puesto el listón muy alto.

P: ¿Tiene miedo a que se produzcan nuevas imputaciones en su grupo parlamentario? Hay hasta tres diputados señalados: Josefa Aguado en Gürtel, Bartolomé González en Púnica y Juan Soler en el caso Teatro.

R: No tengo miedo. Llevo ya más de un año y medio gobernando en unas circunstancias que no han sido fáciles. No está pasando de todo, la verdad. Estamos haciendo una gestión positiva, la valoración global es buena, creando empleo, creciendo, garantizando los servicios públicos, todo eso con miedo no se puede hacer y menos con una situación de minoría, como yo tengo. Si hay miedo lo mejor es irse a casa. Tengo confianza en todos mis compañeros. Llevo mucho tiempo oyendo esas informaciones, pero también tengo claro que todos se han comprometido con un código ético que van a cumplir. Yo confío en que podamos acabar la legislatura sin mayores tropiezos.

P: Para todo aquel militante que esté un poco despistado, ¿Cómo se define políticamente?

R: No me gustan las etiquetas. Esto no es una competición para ver quién es más liberal o quién es menos. Es absurdo, sobre todo cuando acabamos de tener un congreso nacional en el que se ha definido qué es el PP, el centro reformista, con un electorado amplio de centro derecha. Creemos en una unidad de España, en una política económica que facilite empleo, en la libertad, hacemos política social, eso lo reivindico. Y mí me parece un poco absurdo que yo me quiera poner una etiqueta. Me hace mucha gracia cuando escucho en un mismo día que me llaman conservadora y socialdemócrata. Me gusta aplicar el sentido común y la moderación en todo en mi vida, y creo que en un momento como el actual, y más aún gobernando en minoría, en donde los ciudadanos han dicho que quieren que pactemos y lleguemos a acuerdos, creo que mantener una posición de moderación es lo mejor.

Ciudadanos está más preocupado en colgarse medallitas, y en las redes sociales hay mucho cachondeo con ese asunto

P: Casi hemos llegado a la mitad de legislatura. ¿Cómo es la relación con Ciudadanos? En cierta medida da la impresión de que con su acuerdo de investidura mantienen una especie de 'Gobierno en competición', para ver quién se apunta los tantos de las medidas aprobadas.

R: Yo ofrecí a Ciudadanos entrar en el Gobierno al principio y con la consejerías que ellos quisieran, y no quisieron. Si ellos quisieran ahora entrar en el Gobierno a lo mejor la que no quiere que entren soy yo. Pero este es un reproche que yo les hago en muchas ocasiones, en sede parlamentaria. Ciudadanos está más preocupado en colgarse medallitas y en las redes sociales hay mucho cachondeo con ese asunto. Porque al final el que gobierna es el Gobierno. Yo reconozco que estoy gobernando gracias a que Ciudadanos me prestó su apoyo, pero lo que hicimos es firmar un acuerdo de investidura con 176 puntos. Este acuerdo no es el programa electoral de Ciudadanos, ni mucho menos, es un acuerdo voluntariamente aceptado que tiene algunas cosas de su programa y muchas otras del programa del PP, porque si no, no lo hubiéramos aceptado. Pusimos cosas en común que teníamos y luego hicimos cesiones por ambas partes.

P: Esa especie de competición por las medallitas, ¿ha deteriorado la relación?

R: Me parece bastante absurdo entrar en una carrera para apuntarse medallas, no es mi misión. Prefiero gestionar y que los ciudadanos juzguen. Actúan como niños chicos. En la Asamblea de Madrid funciona el tripartito de oposición, PSOE, Podemos y Ciudadanos, que votan mayoritariamente contra el PP. Pero también es verdad que en las cosas importantes, como los presupuestos, hasta ahora hemos tenido su apoyo. Ciudadanos tiene que justificar que por un lado apoya y permite el Gobierno, y que por otro hacen una feroz oposición. Por eso tienen esa contradicción.

P: Mucha oposición no está teniendo. Algunos diputados del PP dicen que Ciudadanos no hace oposición, el PSOE tampoco, y que Podemos está ocupado en sus guerras internas. Por hablar de oposición, usted también hace oposición al Gobierno de Aguirre.

Bueno, para un grupo parlamentario que estaba acostumbrado durante los últimos años a tener mayoría absoluta, pasar a perder las votaciones… Yo recuerdo que a principio de legislatura se mascaba la tragedia, y en los bancos contrarios cada triunfo era una exaltación. Ahora parece que ya es lo normal, que el PP pierda las votaciones. Todos lo hemos asumido. Yo respeto la labor de los tres grupos de la oposición. Entiendo que Ciudadanos esté todavía buscando su lugar, justificar ese apoyo al PP contrarrestando con hacer oposición. El PSOE tiene un problema de indefinición. Yo no sé ahora mismo si el PSOE en la Asamblea de Madrid es 'sanchista', 'susanista' o de Patxi López. Mientras que no definan dónde quieren estar políticamente, ser la socialdemocracia o competir por el espacio electoral de Podemos. Eso está por definir y yo sí creo que el PSOE ha ido cediendo su protagonismo en esta legislatura a Podemos en la Asamblea. Y luego, claro, está Podemos, que está en sus guerras, en su pelea interna.

P: ¿Tiene miedo a que Íñigo Errejón pueda ser el candidato de Podemos en 2019 en Madrid?

R: Me da igual. Quedan dos años y eso en política es muchísimo, a saber lo que ocurre con Íñigo Errejón o conmigo, o con el resto. No me gusta hacer planes a largo plazo porque mi experiencia vital me ha demostrado que es absurdo. La vida hay que vivirla en el momento. Yo creo que en el fondo me da igual un candidato que otro, porque son iguales. Da lo mismo Pablo Iglesias, Errejón, Tania, o Irene Montero, la ideología es la misma y defienden lo mismo. Son adversarios políticos, no enemigos. Lo que sí he dicho y me parece una falta de respeto es que se quiera utilizar una plaza tan fuerte como Madrid como moneda de cambio. Como tengo un enemigo político que ha salido derrotado de Vistalegre y me lo tengo que quitar de encima, a ver dónde lo puedo enviar, y lo mando a Madrid, el campo de reeducación donde mandamos a los disidentes, el gulag, me parece una falta de respeto absoluta a los madrileños.

¿Errejón a Madrid? Pues bienvenido sea. A mí me parece bien. No tengo ningún inconveniente en que Podemos envíe un paracaidista a Madrid

P: Pero si finalmente es el candidato en 2019, ¿será el rival a batir?

R: Ellos, que tanto defienden los procesos internos, ¿ya han decidido sin consultar a las bases que va a ser Íñigo Errejón? Pues bienvenido sea. A mí me parece bien. No tengo ningún inconveniente en que Podemos envíe un paracaidista a Madrid. Se tendrá que poner a trabajar porque la comunidad tiene 179 municipios y 21 distritos, y le conviene si Errejón va a ser candidato que empiece a ponerse las pilas para conocer bien la problemática que es muy variada en todo Madrid.

P: Política fiscal. Se ha acusado a Madrid de ser un paraíso fiscal. ¿Se van a bajar los impuestos?

R: Ahora no es posible hacerlo. En 2016 nuestros ingresos directos han caído. En 2017 no creemos que la recaudación vaya a aumentar mucho más. No tenemos margen para bajar los impuestos. Desde luego no los vamos a subir. El impuesto de patrimonio lo tenemos exento, no se paga. El de sucesiones y donaciones lo tenemos bonificado al 99% en las transmisiones entre cónyuges y entre padres e hijos. Por tanto, la coyuntura no nos permite bajar más impuestos. Para mí casi es una obsesión con el cumplimiento del objetivo del déficit. ¿Qué es lo que yo quiero hacer en cuanto pueda?: introducir alguna bonificación, no al 99%, en donaciones y sucesiones entre hermanos y también entre tíos y sobrinos. Vamos a tratar a lo largo de la legislatura de hacerlo, pero tiene que mejorar la situación económica.

P: ¿Va a poder finalmente aprobar los presupuestos de 2017 por la baja de su diputada Elena González Moñux?

R: Ella sigue de baja, es una enfermedad larga y complicada. Yo le deseo que se recupere lo antes posible. Ella ha dicho públicamente que está comprometida para que los presupuestos se aprueben y va a ir a la votación. A mí lo que me gustaría es que se reincorporara lo antes posible en su actividad parlamentaria normal. Nosotros la vamos a recibir con los brazos abiertos, en el momento en el que ella pueda incorporarse. Más allá de ganar una votación o no, lo que me preocupa es ella, que se ponga buena.

P: Pero ¿no ha pedido nada a cambio de volver y votar a favor de los presupuestos?

R: No ha pedido nada. Es verdad que en un momento dado alguna persona en nombre de ella ha planteado la posibilidad de que se le pudiera dar otra salida. Algo que no me parece mal, si a ella le produce una angustia trabajar con alguna persona. Además ella tiene mucha experiencia en gestión…, pero ella no ha pedido nada. Lo que plantea hoy por hoy es poder reincorporarse poco a poco en sus labores como diputada. Afortunadamente tanto ella como el portavoz parlamentario han retirado las denuncias que se presentaron. Lo mejor es cerrar heridas, olvidar y mirar hacia el futuro lo antes posible.

P: La última pregunta va de ríos y puentes. Mójese. ¿Cuál es el siguiente río político que quiere cruzar?, ¿tiene aspiraciones nacionales?

R: No, no tengo aspiraciones nacionales. Yo tengo la suerte de que no tengo ambición política. Me gusta el trabajo que hago y lo disfruto. Lo que sí me gustaría es terminar la legislatura. Y ya pensando en el futuro, aunque no me gusta hacer planes a largo plazo, pero me gustaría volverme a presentar a unas elecciones en la Comunidad. Me gustaría completar un proyecto que son dos legislaturas y me gustaría hacer una campaña en condiciones, que no la hice.

P: ¿No la hizo?, ¿le impusieron la lista?

R: No me refiero a eso. Fui elegida candidata. Fue todo muy rápido, no me dio tiempo a asimilarlo, no tenía el equipo formado. Fue un agobio, no teníamos un duro, fue todo improvisando. Me gustaría poder hacer una campaña en condiciones, planificada. Yo conocía la comunidad, pero no tenía el conocimiento de los problemas reales. Ahora podría hacer un programa electoral mucho más completo, con conocimiento de causa de lo que se puede hacer y lo que no. Yo creo que ahora estoy mucho más preparada que hace un año y medio. Me gustaría repetir para ver si el esfuerzo titánico de trabajo que estamos haciendo está llegando a los ciudadanos. La manera de comprobarlo es ir a unas elecciones, pero esto es hablar del futuro.

Nadie duda de que Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) será la nueva presidenta del PP de Madrid. Este domingo más de 11.000 afiliados están llamados a votar en una primera vuelta que puede ser la última si la presidenta de la Comunidad de Madrid obtiene más del 50% de los votos y saca 15 puntos de ventaja sobre su contrincante. Si gana (lo más seguro), presentará los nombres de su comité ejecutivo el próximo fin de semana en el 16º congreso regional. Una etapa más en su viaje político. Se ve con fuerzas y, lo más importante, dice: "Tengo la suerte de que no tengo ambición política". La adrenalina, o "el subidón", como ella lo llama, se lo da el trabajo, que le permite "poner cara a los problemas" e intentar solucionar las dificultades reales de los ciudadanos. "Yo me iré mañana, pero ¿sabes la alegría que te queda al saber que has podido ayudar a alguien?".

Cristina Cifuentes
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