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Cuatro horas de grabaciones en su despacho amenazan aún al ministro Fernández Díaz
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comparece en el parlament el director de la oac

Cuatro horas de grabaciones en su despacho amenazan aún al ministro Fernández Díaz

El final de campaña va a ser un quebradero de cabeza para el ministro del Interior a costa del espionaje en su mismo despacho y las conversaciones que aún quedan por salir

Foto: El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. (EFE)
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. (EFE)

Una cuidada labor de “espionaje” permitió grabar las conversaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, en octubre del 2014. En total, unas cuatro horas de registro durante las que se explican las diversas investigaciones que se están llevando a cabo sobre asuntos de corrupción que afectaban a destacados dirigentes independentistas, como el presidente de ERC, Oriol Junqueras (se involucra a su hermano en algunas adjudicaciones públicas), al entonces consejero de Presidencia, Francesc Homs (que por decreto elevó el nivel en el escalafón de dos cuñadas de su compañero, el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, en una decisión que administrativamente podía levantar sospechas).

Tanto el ministro como el director de la OAC aseguraron que ellos no habían grabado las conversaciones. Pero, ¿quién se atreve a poner un micro en el mismísimo despacho del ministro del Interior?. De Alfonso reiteró varias veces ayer que él no había grabado nada pero que no descartaba que pudiese haber algún artilugio en el despacho del ministro que registrase el encuentro o que su propio teléfono podría haber sido “monitorizado”.

[Lea aquí la transcripción de las grabaciones de Jorge Fernández Díaz]

De hecho, según ha podido saber este diario de varias fuentes, Daniel de Alfonso acostumbraba a grabar todas sus conversaciones, aunque normalmente las hacía en su despacho de la OAC. Para ello, solía utilizar un bolígrafo espía facilitado por un detective de la capital catalana que era de su confianza y a quien contrató en varias ocasiones para que realizase informes sobre temas que investigaba la OAC. El Confidencial no pudo obtener una explicación oficial del director de este organismo público sobre el particular.

Fuentes que conocen a De Alfonso explican a El Confidencial que este método difícilmente lo podría haber empleado en sus entrevistas con el ministro, celebradas los días 2 y 16 de octubre de 2014. “Quien grabó y filtró las conversaciones fue a tiro fijo: sabía que quería desprestigiar a ambos. Por una parte, dejaba la incógnita sobre quién de los dos reunidos habría grabadola conversación pero, por otro lado, ponía en evidencia las labores de ‘espionaje político’ del ministro destapando además a su ‘fuente’, con lo que se produce un perjuicio a la imagen de ambos y se neutralizan futuras filtraciones por desactivación del topo y exposición a los medios”, explica una de las fuentes consultadas por este diario.

“El tema aquí es hablar con la Fiscalía, pero esto es un torpedo en la línea de flotación, eso te lo aseguro”

Estas fuentes restan probabilidades al espionaje mediante un programa Cerberus introducido en el teléfono, que podría activar a distancia un micro de ambiente. Y ello porque el mismo De Alfonso afirmó que durante sus reuniones con Fernández Díaz, su móvil estaba en un maletín. Otra fuente resalta que el director de la OAC cambió de móvil en varias ocasiones, además de manejar más de un aparato, por lo que la oportunidad de grabar dos conversaciones con el ministro en dos días diferentes es mínima. “Alguien podría haber disimulado algún dispositivo de grabación en la mesa del ministro, camuflado en un portalápices o incluso un USB grabador oculto en un complemento. O también se podría haber camuflado lo mismo en el maletín de De Alfonso”, aseguran otras fuentes. El propio director de la OAC, en declaraciones a Antena 3, apuntó a la primera de estas posibilidades.

El independentismo se victimiza

Una de las teorías focaliza esa filtración en Barcelona, en círculos cercanos al poder y al independentismo. La motivación sería encarar la última parte de la campaña con la polémica encima de la mesa y arañar votos con la denuncia de una conspiración contra Cataluña por parte de Madrid. Esta tesis es sustentada también por el hecho de que la grabación “se ha mantenido en la nevera durante casi dos años y sale a la luz en un momento en que el independentismo va de capa caída y cuando ERC apenas se mueve, ya que se queda igual o sube un escaño, y Convergència puede caer dos o tres diputados, cosechando mínimos resultados en las elecciones: les dan de 14 a 16 diputados a estas dos fuerzas sobre un total de 47. Un auténtico fracaso electoral”.

Los políticos catalanes piden en tromba la dimisión de Fernández Díaz

Este uso electoral se plasmó ayer por la tarde en una concentración que reunió a un millar de personas ante la Delegación del Gobierno en Cataluña para pedir la dimisión de Jorge Fernández Díaz y la ruptura con España. Entre los concentrados, se hallaban el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxS), Jordi Turull, el líder de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP), Lluís Rabell, el tercer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, el secretario de Economía de la Generalitat, Pere Aragonès, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Pero la filtración también tiene una víctima propiciatoria: la excusa perfecta para hacer caer al director de la Oficina Antifraude, un hombre cercano a Unió Democràtica de Catalunya (UDC) y que no comulga con las tesis secesionistas. De hecho, la Mesa del Parlamento autonómico, reunida ayer, inició ya los trámites para su destitución. Esos trámites pasan por su comparecencia, hoy, ante la Comisión de Asuntos Interdepartamentales, que llevará luego al pleno la destitución, la cual habrá de ser apoyada por las 3/5 partes de la Cámara. Durante la tarde de ayer, De Alfonso se encerró en su despacho para preparar su comparecencia ante la comisión, aunque, de momento, no piensa presentar su dimisión, tal y como piden todos los grupos parlamentarios excepto el PP y Ciutadans. Fuentes de su entorno señalan a este diario que “niega haber incurrido en prácticas rechazables y, muchos menos, en alguna ilegalidad”.

Una cuidada labor de “espionaje” permitió grabar las conversaciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, en octubre del 2014. En total, unas cuatro horas de registro durante las que se explican las diversas investigaciones que se están llevando a cabo sobre asuntos de corrupción que afectaban a destacados dirigentes independentistas, como el presidente de ERC, Oriol Junqueras (se involucra a su hermano en algunas adjudicaciones públicas), al entonces consejero de Presidencia, Francesc Homs (que por decreto elevó el nivel en el escalafón de dos cuñadas de su compañero, el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, en una decisión que administrativamente podía levantar sospechas).

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