Santamaría: "Para un día que podemos disfrutar del fútbol yo no lo politizaría"

La decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de prohibir las esteladas en la final de la Copa del Rey es una medida meramente "técnica". Así lo ha asegurado este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que considera que hay una "tendencia a politizarlo todo" y que el encuentro entre el FB Barcelona y el Sevilla "es solo un partido de fútbol" en el que no debe de primar nada más que el juego.

En este sentido, cree que con esta medida se pretende que "no exista otra rivalidad" que la meramente deportiva para que "nada pueda desvirtuar" la final de la Copa.

En declaraciones a los medios tras el Consejo de Ministros, la 'número dos' del Ejecutivo cree que la decisión de Concepción Dancausa se basa exclusivamente en el reglamento en el que se incluye, según ha dicho, la entrada al estadio con banderas no constitucionales. "Son criterios operativos", ha señalado argumentando que la medida se basa en el cumplimiento de la Ley del Deporte y en que "la UEFA quiere que el fútbol solo sea fútbol".

Puigdemont "será rehén de sus palabras"

A la espera de la decisión de un juez de Madrid en relación al recurso presentado por el FC Barcelona sobre la prohibición de las esteladas, Santamaría asegura que "este Gobierno la respetará", al igual que hará con la intención del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, de no acudir a la final de la Copa del Rey, extremo que la 'popular' cree que no finalmente no ocurrirá. "Será rehén de sus palabras", ha opinado.

A pesar de que la vicepresidenta no ha qerido ahondar más en esta cuestión sí lo ha hecho el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, que ha dejado claro que la prohibición de la estelada es mucho más que una cuestión legal "una cuestión política" subrayando la importancia de "evitar" los símbolos que separan y dividen. "La senyera es una seña que une a todos los catalanes y a los catalans con el resto de España. La estelada divide a los catalanes por la mitad y separa a Cataluña del resto de España" ha señalado en rueda de prensa.

Consciente del revuelo generado, el ministro ha negado tener algo que ver con la decisión de Dancausa insistiendo en que en ella "no ha habido intencionalidad política" sino que se trata de "una decisión técnica operativa" que adoptó la delegación del Gobierno porque consideró que era "la más adecuada".