Pampliega, López y Sastre llegan a España tras casi un año de secuestro en Siria

Tras casi un año de secuestro, hoy han conseguido regresar a casa. Los tres periodistasAntonio Pampliega,Ángel SastreyJosé Manuel López, secuestrados en Siria hace 10 meses y liberados este sábado, han aterrizado este domingo enla base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) tras pasar varias horas en Turquía, segúnhan informado fuentes del Ejecutivo.Un avión Falcón 900 de la Fuerza Aérea española salió la noche del sábado desde la base aérea de Torrejón de Ardoz hacia Ankara, desde donde se ha realizado la repatriación.

Pampliega, López y Sastre fueron recibidos por sus familiares y por la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ya este sábadopudo hablar con ellos cuando se encontraban en territorio turco. Según confirmaron fuentes del Gobierno a El Confidencial, su liberación ha sido posible gracias a la colaboración de varios ministerios y de países aliados. Por su parte, el rey Felipe VI ha llamado a los periodistas al poco de que aterrizaran en Madrid, para interesarse por su estado y manifestarles su alegría por su liberación.

Los reporteros llegaron aSiria a través de la frontera con Turquía a principios de julio del año pasado y desaparecieron en Alepo el día 13 de ese mes. Según publicaron algunos medios del país árabe, los periodistas lograron entrarbajo la protección de unbatallón hasta que un cuerpo de Jabhat al Nusra, lafilial de Al Qaeda en Siria, se hizo con su custodia. Por su parte, fuentes de activistas sirios apuntaron que los reporteros se encontrabanen Idlib, al suroeste de Alepo.

Durante su secuestro, y según fuentes gubernamentales,el Ejecutivo español ha llevado a cabo una discreta negociacióndesde Turquía y Catar, aunque han trascendido pocos detalles del canje porque este tipo de operaciones son realizadaspor los servicios de inteligencia.

Localizados en todo momento

Tras su llegada a España, los periodistas hanasegurado que el 90% del tiempo de cautiverio lo han pasado en habitáculos cerrados, y que los secuestradores les han tratado bien y de manera correcta. Además, han señalado que desconocíanla zona del país en la que han permanecido retenidos y quehan estado en al menos seis casas, aunque siempre permanecían encerrados en una habitación. Allíhacían ejercicioy, en contadas ocasiones,paseaban por un patio. Ahora, según han confirmado ellos mismos, se encuentran bien, aunque "desbordados" por la situación.

Durante los casi 10 mesessecuestrados, los reporteros estuvieron localizados por el CNI en todo momento,a pesar de que sus captores los han ido moviendo de un sitio a otro. En la primera fase del cautiverio, permanecieron los tres juntos en una casa en los alrededores de Alepo, si bien a partir del tercer mes a Pampliega lo separaron de sus compañeros. Por ello, hasta este sábado,López y Sastre no habían vuelto a saber nada de su compañero.

En otra ocasión, cuando su liberación parecía próxima allá por principios de año, estuvieron un tiempo en una zona cercana a la frontera con Turquía que controla el Frente al Nusra, aunque la mayor parte del tiempo estuvieron en las cercanías de Alepo. Cuando los servicios secretos no podían comprobar directamente el estado de los españoles, exigían a los captores lo que se denomina 'pruebas de vida', es decir, garantías de que los rehenes estaban vivos. Estas pruebas han consistido en preguntas formuladas por amigos o familiares de los periodistas cuya respuesta solo podían contestar correctamente los rehenes, han informadofuentes que han seguido de cerca su caso.

Cuando los servicios secretos no podían comprobar directamente el estado de los españoles, exigían a los captores garantías de que los rehenes estaban vivos

Otras veces, la prueba de vida ha sido un vídeo en el que los rehenes decían su nombre y la fecha del día en que se habían grabado las imágenes. Por lo general, presentaban un aspecto limpio y saludable, si acaso alguno de ellos más delgado. Durante el secuestro, los tres reporteros han recibido un trato razonable por sus captores, que incluso les han permitido ver el fútbol por televisión e intercambiar cartas con sus allegados. Los tres españoles compartieron parte de su cautiverio con una mujer alemana embarazada y con otro periodista japonés, Jumpei Yasuda, capturado en torno a las mismas fechas que los españoles, y que en marzo pasado aparecía en un vídeo reclamando ayuda a su Gobierno.

La bienvenida deRajoy

El presidente del Gobierno en funciones,MarianoRajoy, ha dado la bienvenida, a través de su cuenta de Twitter, a los tres periodistas españoles. "¡Bienvenidos!", ha dichoRajoya los reporteros. Poco antes de la llegada de los periodistas a la Base de Torrejón,Rajoyse unía, también a través de Twitter, ala "alegría" de las familias, compañeros y amigos de los liberados.

Por su parte, el ministro de Exteriores,José ManuelGarcía-Margallo, se ha felicitado por el desenlace "feliz". "Despegaron a medianoche desde el sudeste de Turquía [Hatay], y les ha acompañadoel jefe de emergencia consular, Pablo GutiérrezSegú. Esta aventura ha terminado felizmente", ha explicado.

Especializados en conflictos armados

Desde el comienzo de las revueltas árabes en 2011, Antonio Pampliega (33 años) ha centrado parte de su trabajo en la guerra civil siria. Especializado en conflictos armados, el periodista es colaborador de 'El Mundo', 'El País',El Confidencial, AP y AFP, así como de Cuatro, canalpara el que realizó una colaboración en el programa 'Infiltrados'.

Ángel Sastre es habitual de Informativos Cuatro, Onda Cero, 'La Razón' yEl Confidencial. Su zona de trabajo es América Latina, aunque en los últimos años ha viajado habitualmente a Siria e Irak. El reportero ganó en 2010 elPremio Larra de la APM(Asociación de la Prensa de Madrid), que se otorga a menores de 30 años. Por su parte, el fotógrafo leonés José Manuel López, compañero habitual de Pampliega, recibió el año pasado el Premio Marco Luchetta por una fotografía de unos niños somalíes en Mogadiscio. Su trabajo se ha publicado en medios como 'The New York Times', 'The Guardian', 'Le Monde' o 'Der Spiegel'.