Barbera advierte por SMS a Maíllo: "Defiende a la gente que no ha hecho nada"

El caso Barberá divide al PP. Pese a las palabras de apoyo de ayer del presidente del Gobierno, la dirección 'popular' estaría barajando la posibilidad de ir un paso más allá y de expulsar a Rita Barberá, según publica hoy La Razón. En Génova comienza a haber fisuras sobre el futuro de la exalcaldesa valenciana. Mientras unos prefieren esperar, las críticas han aumentado al mismo ritmo que se desvelan los datos judiciales de la investigación.

En los últimos días, la senadora ha intentado presionar a la cúpula del partido para evitar el expediente informativo que le fue abierto por su relación con la operación Taula. De hecho, pidó por SMS al Vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, que "defiendan a la gente del partido que no ha hecho nada". Sin embargo, la dirección del PP reaccionó a los detalles difundidos sobre la corrupción con la apertura de un expediente informativo sobre el escándalo y todos sus implicados. La comisión de derechos y garantías del Partido Popular nombrará un instructor para “conocer la verdad de lo sucedido” y tomar después las decisiones que considere oportunas.

Parte de los citados en las conversaciones están ya fuera de la organización porque así lo decidió de forma automática el PP al día siguiente de que fueran detenidos por la Policía. El comportamiento del resto, los concejales y asesores que aún son militantes y la exalcaldesa y hoy senadora, será objeto de la investigación interna. El vicesecretario de Organización anunció la decisión del aparato de Génova después de estudiar personalmente el contenido de las actuaciones judiciales que han empezado a conocerse. Sin embargo, ahora podrían dar un paso más.

La apertura del expediente, ya comunicada por el propio Maillo a Barberá y demás excargos municipales, viene a zanjar el episodio de confusión abierto en el seno del PP después de la última conferencia de prensa ofrecida por la exalcaldesa. Mariano Rajoy hizo declaraciones de aparente satisfacción con esas palabras al comentar que se había quedado “tranquilo”; pero a dos vicesecretarios, Javier Maroto y Pablo Casado, les parecieron “insuficientes”.

El vicesecretario de Organización, número tres del PP, aseguró que el análisis de las acusaciones y las conversaciones intervenidas, que calificó de “vergonzosas”, ya había puesto en marcha los mecanismos de respuesta de la dirección del partido antes de que se produjeran las contradicciones entre sus dirigentes. También matizó que la apertura del expediente no quiere decir que no se crean la versión de Rita Barberá, sino que el partido, al margen de la verdad judicial, quiere tener conocimiento de primera mano de lo ocurrido en el caso Imelsa.

Génova sigue así un trámite parecido al aplicado al expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, a quien abrió expediente informativo el viernes pasado, requisito previo a una posible expulsión, a falta de ver cómo se desarrollan los acontecimientos. En Valencia va más allá, al intentar averiguar hasta dónde llegó la corrupción en el grupo popular y el grado de implicación o no de todos sus militantes con cargo.

Mientras Maillo anunciaba en los pasillos del Congreso la apertura del expediente informativo a todo el grupo popular de Valencia, Rita Barberá asistía al pleno del Senado para cumplir sus obligaciones en el primer pleno ordinario de la legislatura. “No me quiero esconder”, dijo al llegar a la Cámara Alta después de insistir en su inocencia.

Barberá no dimite

Acerca del levantamiento del secreto del sumario y de los pinchazos telefónicos que la señalan directamente, Barberá ha reconocido: "No lo he leído" y "no me ha dado tiempo a ver los medios de comunicación". A pesar de ello, considera que "no hay nada nuevo" en las filtraciones que se han ido publicando en las últimas semanas y alega que este tipo de "suposiciones" e informaciones sobre el PP de Valencia no la han sentado en el banquillo. "No se me imputa nada", ha advertido al PSOE, partido al que le ha recordado sus casos de corrupción, como los ERE.

En este sentido, Barberá ha dejado claro que durante sus 24 años como alcaldesa de Valencia no solo no ha amañado "nunca" un contrato con el Ayuntamiento de Valencia sino que tampoco ha "contribuido ni ordenado un blanqueo de dinero" ni ha tenido "conocimiento de la caja b" del PP de Valencia, insistiendo en que las acusaciones sobre ella "son infundadas, maliciosas y falsas". Por ello, la senadora ha dejado claro que "no voy a dimitir" y que "absolutamente nadie" del Partido Popular le ha pedido que dé un "paso atrás". "Al revés", ha desvelado, mostrando así el apoyo de la cúpula a Barberá y reafirmándose en la idea de que no ha cometido "ningún delito".