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Villarejo denuncia "presiones" de Interior para parar el caso del ático de González
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el comisario declara en el juzgado de estepona

Villarejo denuncia "presiones" de Interior para parar el caso del ático de González

Asegura que se sintió coaccionado por el juez Arturo Zamarriego y admite que fue él quien grabó al expresidente de la Comunidad de Madrid en la reunión secreta de noviembre de 2011

Foto: Vista de la urbanización donde se encuentra el ático de Ignacio González. (EFE)
Vista de la urbanización donde se encuentra el ático de Ignacio González. (EFE)

El comisario y supuesto agente encubierto José Manuel Villarejo admitió ayer durante su comparecencia ante el Juzgado número 5 de Estepona (Málaga) que él fue quien grabó la reunión secreta que tuvo lugar el 29 de noviembre de 2011 en la cafetería La Mallorquina a la que asistieron el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, otro comisario y él mismo. Villarejo testificó que el encuentro se produjo por iniciativa del exdirigente del Partido Popular y que lo grabó "por interés policial".

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Según el declarante, González les llamó para "aclarar" la incipiente investigación sobre su ático. En concreto, agregó el declarante, el expresidente madrileño llamó al otro comisario, que lo puso en conocimiento del entonces director adjunto operativo de la Policía (DAO), Miguel Ángel Fernández-Chico -ya fallecido-, quien dijo que "la próxima vez" que se produjera el encuentro fuera acompañado de Villarejo. Según el agente encubierto, fue el DAO quien le pidió grabar la conversación. Para corroborar su versión, Villarejo aportó ayer en sede judicial la nota informativa que le presentó a Fernández-Chico para dar cuenta de la polémica reunión.

El sustituto de Fernández-Chico, Eugenio Pino, continuó Villarejo, le pidió una aclaración nada más llegar al cargo y el comisario le volvió a remitir la misma nota informativa que había enviado a su predecesor. En ella, además de relatar el encuentro, el autor reflejaba que le parecía "muy extraño" lo que pedía González, que en el fondo "lo que quería era que se tapara todo" lo relativo a la investigación sobre el ático y que, de hecho, preguntó cómo se podía hacer para "pararlo". "Lejos de colaborar, lo que quería era paralizar la investigación", resumió el comisario ante el Juzgado número 5.

Villarejo añadió en su declaración judicial que las diligencias sobre la vivienda tuvieron su origen en la información aportada a la Policía por un "colaborador" en el marco de la rama de Arganda del caso Gürtel. Este confidente, relató el policía, manifestó que González había cobrado aproximadamente dos millones de euros por una recalificación por la que -según dijo- estaba imputado Fernando Martín y también el alcalde de Arganda. "Quien se llevó el pastel gordo fue González", concluyó el comisario ante el Juzgado de Estepona.

La conversación entre los dos comisarios y el expresidente regional en la cafetería La Mallorquina versó, según Villarejo, sobre las irregularidades que existían en torno al ático. González, relató ayer Villarejo, visitó la vivienda y a los pocos días "apareció un testaferro que la compró", luego la señora de González "se gastó un dineral" en muebles. "Existían muchas anomalías", resumió el testigo, quien admitió haber coordinado la investigación "indiciaria". Aunque la llevaban el comisario de Marbella, Agapito Hermes de Dios, y su grupo, Villarejo tenía información de lo que se iba averiguando "paso a paso".

Villarejo explicó que su función es asesorar en temas de inteligencia y terrorismo internacional, pero que la investigación sobre el ático fue "la más difícil" de su vida, porque hubo muchas "presiones". Al comisario de Marbella, ejemplificó, "le echaron, le imputaron y le suspendieron de empleo y sueldo". "A las dos horas de llegar a Madrid -recordó-, le trasladaron, porque la comisaría en la que había caído correspondía al distrito del señor González". Hermes de Dios -remarcó- "incluso fue investigado". Además, subrayó, el comisario de Asuntos Internos -en referencia a Marcelino Martín Blas- "le obligó a que cambiara informes".

Aunque, según el comisario, Hermes de Dios no ha sido el único "represaliado" por el asunto. El que fuera comisario general de Policía Judicial José Enrique Rodríguez Ulla, dijo el agente encubierto, también fue cesado por ordenar abrir la investigación.

El propio Villarejo, confesó él mismo, se sintió "coaccionado" para dejar de investigar el caso, e incluso el titular del Juzgado número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, le denunció. Hasta el director general de la Policía, Ignacio Cosidó -dijo ayer el comisario, autodenominado a sí mismo asesor de inteligencia-, a través de Martín Blas, le ordenó dejar de investigar.

Villarejo admitió que el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, le llamó "en muchas ocasiones". "Imagino que su interés era el de evitar que siguiera la investigación, porque el fiduciario Rudy Valner también lo era del señor Cerezo", sentenció el policía, quien entiende que el responsable del Atlético de Madrid "tiene mucho interés en este asunto".

Fuentes policiales consideran inverosímil el relato de los hechos que realiza Villarejo en su comparecencia judicial y puntualizan que este comisario no ha llevado la investigación del ático de González, por lo que no tiene sentido presionar a alguien que no dirige las pesquisas.

El comisario y supuesto agente encubierto José Manuel Villarejo admitió ayer durante su comparecencia ante el Juzgado número 5 de Estepona (Málaga) que él fue quien grabó la reunión secreta que tuvo lugar el 29 de noviembre de 2011 en la cafetería La Mallorquina a la que asistieron el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, otro comisario y él mismo. Villarejo testificó que el encuentro se produjo por iniciativa del exdirigente del Partido Popular y que lo grabó "por interés policial".

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