“Es muy injusto cerrar la investigación y que no se defienda a un soldado español”

“Ni perdono ni olvido. Yo no entiendo de bombas, pero tengo claro que la muerte de mi hijo no ha sido un error porque Israel no comete errores”. Margarita Toledo, la madre del cabo Francisco Javier Soria Toledo, que murió en Líbano, interpuso ayer un recurso en la Audiencia Nacional para que se investigue el papel de Israel en este incidente. “La vida de mi hijo no tiene precio”; dice en una entrevista concedida a El Confidencial.

Margarita pide a los magistrados de la Audiencia Nacional que se solidaricen con ellos y que los ayuden. “Es muy injusto que se cierre la investigación y no se defienda a un soldado español que estaba dando la vida por su país”. Una de las cosas que más le han dolido es que “mientras nosotros estábamos aun llorando la perdida de mi hijo, el Rey de España, que no vino ni al funeral de uno de sus soldados que dio la vida por este país, estaba poniéndole una corona de Laureles a los caídos judíos. Ni el Rey ni Rajoy me han dado aún el pésame por la muerte de mi hijo”.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, confirmó en el Congreso que el cabo malagueño había muerto el pasado 28 de enero en Líbano a causa de "varios errores" cometidos por el Ejército de Israel, entre ellos asumir un "riesgo excesivo al considerar como distancia de seguridad menos de 500 metros con respecto al objetivo". Margarita reitera a este medio su disconformidad: “Ellos mismos no hacen nada. Nos sentimos abandonados por el Ejército Español, no basta con ponerle una plaza a mi hijo como homenajeado. Hay que luchar para esclarecer los hechos de un asesinato, que es lo que se ha cometido con él, pero el Ministerio de Defensa no lo hace. Es por eso que con los pocos medios que tenemos lo haremos su padre y yo”.

Margarita Toledo considera insuficientes las explicaciones del Ministerio de Defensa y que se hayan asumido como propias las tesis de Israel: que la muerte de su hijo se debió a un error. “Tengo claro que no ha sido un error. Nosotros en nuestra demanda a la Audiencia Nacional no pedimos nada económico. Queremos Justicia y parece que el ministro Morenés no la quiere, cuando no hace nada para condenar el asesinato de mi hijo, porque para mí ha sido asesinado. ¿La vida de un soldado, un militar, tiene precio? Tanto como él amaba su profesión y mira cómo ahora le han fallado. Estoy muy dolida con este Gobierno, que me ha defraudado por completo”.

“A su hija le hablamos de Javi y sonríe"

Margarita no quiere que la llamen “madre coraje”, ya perdió una hija, y la muerte de Javier ahora ha acabado destrozándola. “Si no lucha su madre, ¿quién va a luchar por él?”, dice a El Confidencial. Ahora, su consuelo es su nieta Laura, que nació un par de días después de que su hijo muriese. “Le hablamos de él; le decimos lo bueno que era y que sería un orgullo que ella se pareciese a él”. El cabo Francisco Javier Soria Toledo tenía 36 años y estaba casado. Su mujer estaba a punto de parir cuando falleció al sur del Líbano como consecuencia del impacto de un mortero israelí en zona neutral.

“Llegaré hasta donde pueda. No voy a quedarme en mi casa llorando, conformándome con que han matado a mi hijo. Hemos estado callados sin querer contestar a ningún medio de comunicación esperando que el caso se resolviera, pero viendo que no, nos hemos personado a través de un poder notarial para que un despacho de abogados de Madrid luche en la Audiencia Nacional para que el asesinato de mi hijo no quede impune. No queremos nada económico, insisto. Queremos Justicia: él me la pide cada día desde el cielo”.