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Encaje de bolillos en el PSOE para ventilarse la última herencia del zapaterismo
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SIN FISURAS EN LA VOTACIÓN

Encaje de bolillos en el PSOE para ventilarse la última herencia del zapaterismo

El PSOE contra el PSOE y el Sánchez de 2014 contra el Sánchez de 2011. Difícil encaje de bolillos tuvo que hilar ayer el principal partido de la oposición.

Foto: El líder del PSOE, Pedro Sánchez (d), conversa con el diputado socialista Alfonso Guerra en el pleno del Congreso. (EFE)
El líder del PSOE, Pedro Sánchez (d), conversa con el diputado socialista Alfonso Guerra en el pleno del Congreso. (EFE)

El PSOE contra el PSOE y el Sánchez de 2014 contra el Sánchez de 2011. Difícil encaje de bolillos tuvo que hilar ayer el principal partido de la oposición para reestructurar su planteamiento ideológico y programático sin dejar demasiado mal al cuerpo presente del ‘zapaterismo’. La toma en consideración de la propuesta de La Izquierda Plural y del grupo Mixto de reformar el artículo 135 de la Constitución, uno de los principales legados que dejó Zapatero en la Carta Magna con la llamada “regla de oro fiscal”, puso al PSOE frente a su propio retrato, frente a sus propias incoherencias, y en una votación incómoda para más de uno que ya en su día votó a regañadientes y que ayer, otra vez, tuvo que retratarse –aunque sin fisuras– en otro gesto complicado.

Fuentes del grupo parlamentario reconocen que en la reunión interna del grupo se expresaron ayer voces muy a favor del cambio de postura, pero también voces que recelaban de la oportunidad de la misma. Y es que, no sólo Pedro Sánchez es el único al que Twitter y el papel o sus artículos de entonces en El Periódico de Cataluña le han devuelto como un jarro de agua fría lo que en su día apoyó por disciplina de grupo. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha acatado el cambio de postura con una “sonrisa” mal digerida, relata en sus memorias, El dilema, 600 días de vértigo, otros nombres de la propia bancada del PSOE que tuvieron un papel muy relevante en la paternidad de esa reforma y que ayer se retrataron de forma exactamente contraria a como lo hicieron en agosto de 2011.

Vídeo: Intervención íntegra de Antonio Pradas durante el debate

Se trata, en concreto, de José Enrique Serrano, exjefe de gabinete del presidente y uno de los grandes ‘fontaneros’ políticos del PSOE, y del veterano Txiki Benegas, que a día de hoy siguen en sus escaños. El presidente relata así su papel entonces: “Además de mis directos colaboradores en el Gabinete de Presidencia, José Enrique Serrano, Javier Vallés y José Miguel Vidal, y en Economía a Elena Salgado y José Manuel Campa, a quienes, unos y otros, había puesto ya a trabajar en ello, la idea se la había trasladado, tal y como expliqué en la Cámara, al candidato de mi partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y al líder de la oposición, Mariano Rajoy”. (…) “La propuesta no entusiasmó a las filas socialistas y Rubalcaba, con el apoyo de Elena Valenciano, que desempeñó un papel destacado, tuvo que emplearse a fondo para materializar el acuerdo”, añade. “Ellos contribuyeron, a través de los miembros del Grupo Parlamentario, José Antonio Alonso, Txiki Benegas y Francisco Fernández Marugán, designados para perfilar el acuerdo con los representantes del PP, a desarrollar y flexibilizar el texto inicial de trabajo”.

Serrano: "Sirvió para evitar la intervención"

Serrano reconoce a este diario que, de sus manos, salieron ciertas frases del redactado final del artículo 135 y que “por lealtad y solidaridad” se posiciona con quien fue su jefe durante sus ocho años en la Moncloa. “Sirvió para evitar una intervención inminente”, reconoce, aunque comprende el cambio de postura del PSOE porque “la situación económica en España y en Europa es lo suficientemente distinta a la de 2011 y, de hecho, movimientos similares que se iban a dar en otros países en la misma dirección se han frenado”, explica. “El 135 no es un texto sin salidas, exceptúa y da salidas a lo que el PSOE viene sosteniendo desde entonces de que no se puede emplear para anular o estrangular el Estado social”.

Con todos estos antecedentes encima de la mesa, es entendible que, sobre la tribuna, su portavoz en este asunto, el diputado Antonio Pradas, tuviera que hacer difíciles piruetas dialécticas para argumentar por qué el partido vota a favor de la reforma del artículo a pesar de que reconocieron su utilidad en 2011 para evitar, entre otras cosas, el rescate del país.

“Pensar que esta modificación ha sido el motivo por el que el Gobierno del señor Rajoy ha desarrollado sus políticas de recortes y de ataque a los derechos sociales es una torpeza política”, comenzó Pradas en su alegato. “Porque estaríamos diciendo que el Gobierno del Partido Popular está gobernando así por imperativo constitucional. Y eso no es cierto. Este Gobierno actúa así por una estricta opción ideológica”.

Para el PSOE, pues, el cambio de postura obedece a la necesidad de acabar con la “coartada” legal que utiliza el Gobierno del PP con este artículo para perpetrar su política de recortes. “El problema no es el principio en sí mismo. (…) El problema es que el Gobierno del Partido Popular ha optado por hacer un mal uso, el peor y el más injusto uso que se podía hacer, de este principio. Por eso, porque la redacción del artículo 135 ha permitido este dislate, estamos de acuerdo en eliminar el pretexto legal, la coartada legal. Pero les aseguro que eso no es suficiente para corregir, e impedir en el futuro, los efectos de políticas como las que el Gobierno está llevando a cabo”.

El PSOE votó a favor y sin fisuras la propuesta de IU y del grupo Mixto a pesar de que, más adelante, presentará su propia alternativa al redactado del artículo del 135. Pradas dijo, en este sentido, que la propuesta de IU se quedaba corta. “Vamos a votar a favor de la toma en consideración porque queremos acabar con el pretexto constitucional –explicó–. Pero nosotros no queremos sólo maquillar la constitución, nosotros queremos un gran pacto para blindar, en todos sus frentes, los pilares de bienestar”.

El PSOE contra el PSOE y el Sánchez de 2014 contra el Sánchez de 2011. Difícil encaje de bolillos tuvo que hilar ayer el principal partido de la oposición para reestructurar su planteamiento ideológico y programático sin dejar demasiado mal al cuerpo presente del ‘zapaterismo’. La toma en consideración de la propuesta de La Izquierda Plural y del grupo Mixto de reformar el artículo 135 de la Constitución, uno de los principales legados que dejó Zapatero en la Carta Magna con la llamada “regla de oro fiscal”, puso al PSOE frente a su propio retrato, frente a sus propias incoherencias, y en una votación incómoda para más de uno que ya en su día votó a regañadientes y que ayer, otra vez, tuvo que retratarse –aunque sin fisuras– en otro gesto complicado.

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