Cayo Lara, dispuesto a converger con Podemos sin marcar líneas rojas

Cayo Lara, el máximo responsable de Izquierda Unida, ha dejado el balón en el tejado de Podemos, después de afirmar que su formación está “dispuesta a confluir en todas las iniciativas unitarias que se están moviendo en las distintas ciudades y pueblos de España” de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo año. Una confluencia, bajo la marca paraguas Ganemos, a la que también han dado el sí quiero otros partidos políticos, como Equo, mareas ciudadanas y movimientos sociales, pero ante la que se está haciendo de rogar Podemos.

La decisión de la formación liderada por Pablo Iglesias se aplazará hasta el cierre de su asamblea fundacional, que se inició este lunesy no rematará hasta el 15 de noviembre. Sin embargo, algunos de los notables de Podemos, como Juan Carlos Monedero, ya han sugerido que pactar con IU les restaría votos. Al mismo tiempo, el profesor de Ciencias Políticas de la Complutense afirmaba con sarcasmo que no pretenden sacar a ningún partido de la UCI, en alusión a la baja intención de voto otorgada a IU en las últimas encuestas.

Unas críticas a las que no ha querido responder el coordinador federal de IU, limitándose a advertir que “le harían un flaco favor a la ciudadanía si piensan que no hay que estar en un planteamiento unitario para generar una alternativa”. Mientras Podemossale dudas, principalmente en la capital, pues en otras ciudades como Barcelona la confluencia ya es prácticamente una realidad, IU esperará con los brazos abiertos, retrasando incluso su estrategia para las municipales a expensas de lo que decida la formación de Iglesias.

Ni condiciones ni imposición de candidatos en las listas

“Nosotros estamos dispuestos a llegar hasta el final para conseguir el objetivo de derrocar las políticas neoliberales que representa el PP”. Tanto es así, que Lara ha admitido que su formación no impondrá condiciones ni líneas rojas para facilitar la convergencia de la izquierda social y política, “independientemente de los nombres que se barajen”. Por otra parte, tampoco pretenden influir en la configuración de las listas. “Sólo pedimos que se respete nuestra identidad, pues nosotros tampoco pretendemos quitársela a nadie”.

Si finalmente la formación de Iglesias no da el paso para converger en la capital, “Ganemos no competería con Podemos (niningún partido afín). Si no confluimos, no presentaremos candidatura”,sintetizaba este colectivoen las redes sociales. Unos movimientos que determinarán la hoja de ruta de IU, que a día de hoy se centra en la pretensión de crear coaliciones electorales para sumar fuerzas contra el PP.

Para el concejal y miembro de la dirección regional de IU, Jorge García Castaño, muy activo en la configuración de Ganemos desde sus inicios, “estamos en un momento histórico en el que se necesitan dar pasos como estos”. Debido a este nuevo ciclo político, abierto con el 15-M y en el que el bipartidismo ha perdido una parte importante de su electorado, Castaño insiste en que “nunca hablamos de grandes líneas rojas (para la confluencia), sino que sólo procuramos que Ganemos funcione en torno al consenso, el respeto y la pluralidad”. Un mínimo común denominador que se entronca en el hecho de que “no estamos construyendo una coalición de izquierdas al uso, por eso nadie habla de alianzas de partidos, sino de un movimiento popular de amplia base que luche por la recuperación de la democracia, los derechos sociales y la soberanía”.

Un proyecto común que, sin duda para Castaño, sumaría votos en la capital y la comunidad madrileña, además de dar moral a la ciudadanía organizada para participar en la campaña electoral y disputar el poder a la derecha. Por ello cree que “desde el máximo respeto, Podemos se equivocaría” si se apea de la iniciativa, lastrándolos incluso de cara a las elecciones generales. “Unas dudas legítimas, pues es un partido nuevo, pero que empeoraría los resultados electorales”, insiste.

Voces críticas con el acercamiento a Podemos

El consenso casi absoluto de la ejecutiva regional de IU-Madrid de apoyar sin ambages su inclusión en Ganemos, con quince votos a favor y tan sólo una abstención, ha desactivado las voces internas contrarias a “evitar iniciativas convulsas y no exentas de improvisación”. Una de las corrientes más críticas con el acercamiento a Podemos fue Somos-IU, integrada por diputados autonómicos como Libertad Martínez, Rubén Bejarano o Pepa Amat.

En el manifiesto que lanzaron a finales del mes de julio, bajo el nombre “Izquierda Unida, un proyecto de largo recorrido”, lamentaban que distintos sectores de la organización no esconden sus deseos de avanzar hacia la convergencia con Podemos, renunciando si fuera necesario a las siglas IU. Por otra parte, remarcaban la necesidad de diálogo con Podemos, pero evitando “elevar retóricamente la mirada hacia un escenario imaginario, a partir de un inaceptable desprecio por la realidad cultural, política y organizativa de IU, de su afiliación y militancia”.

Unas discrepancias que Castaño minimiza, debido a la responsabilidad que exigeel actual momento histórico,dice. Asimismo, Cayo Lara también ha tratado de tranquilizar a estos sectores internos de IU asegurando que el deseo de convergencia no pasa, ni mucho menos, por "perder la identidad" que tiene IU.