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Miedo y rabia en el barrio de la niña raptada por el pederasta
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el parque linda con la comisaría de hortaleza

Miedo y rabia en el barrio de la niña raptada por el pederasta

"En el barrio la gente tiene mucho miedo", confiesa el dueño de un kiosko. Los padres de hijos pequeños del barrio viven estos días con mucha intranquilidad

Foto: Lugar en el que fue encontrada la niña. (Efe)
Lugar en el que fue encontrada la niña. (Efe)

"En el barrio la gente tiene mucho miedo", confiesa Rufino, dueño del kiosco ubicado en las proximidades del parque infantil de Madrid en el queel viernesun pederasta raptó por unas horas a una niña, lo que ha infundido a los vecinos una mezcla de temor, preocupación y rabia. Y no es para menos, ya que este secuestrador puede ser el mismo –según investiga la Policía– que ya abusó de dos niñas en abril y en junio en el vecino distrito de Ciudad Lineal. También se sospecha que pudo raptar a otra menor en 2013 y que protagonizó una intentona similar antes del rapto de abril de este año.

El parque de la calle Torquemada en el que se produjo el secuestro forma parte de una zona privadapropiedad de una mancomunidad de edificios residenciales. A la entrada hay un cartel que advierte de que se trata de un espacio privado pero sólo una pequeña puerta, abierta en todo momento, sirve de obstáculo para cualquier viandante.Llama la atención de los vecinos que el rapto se haya producido ahí, ya que el residencial linda con los muros de la Comisaría Central de Hortaleza, desde donde el goteo de coches de Policía es constante. Además la urbanización cuenta con dos vigilantes que velan por la seguridad de sus zonas comunes a diario acompañados por dos perros.

Sin embargo, el miedo del que habla Rufino, que desde su kiosco observa lo que ocurre en el parque gracias a que la calle está en cuesta, se percibe rápidamente. Este domingo por la mañana, sólo un padre ha salido a jugar con su hijo a la zona de recreo de la urbanización, donde se encuentran los columpios.

A pesar de que los vecinos no pueden confirmar a ciencia cierta que es en ese parque en el que se produjo el rapto –ya que ninguno lo vio–, las conversaciones en los corrillos señalan hacia él. "Está todo muy confuso", suscribe Rafa, el camarero del bar El Artesano, ubicado justo enfrente, mientras departe con otras vecinas que confiesan, como tantas otras, no haber visto "nada raro" allí durante estos días.

El vecindario es plenamente conocedor del caso. Algunos se han enterado a través de la prensa y otros en conversaciones en parques y rellanos, la mayoría de ellos extrañados de que haya ocurrido algo así justo allí. "Vivimos en un barrio muy tranquilo, de gente normal", indican Encarnación y Jaime, un matrimonio que, como el resto de entrevistados, cree que el pederasta que actuó allí el viernes es el mismo de Ciudad Lineal. Ambos han mostrado su sorpresa por el hecho de que "se haya alejado un poco de su zona".

Como es normal, la intranquilidad se ha apoderado de todos los vecinos que son padres de niños pequeños, como David, que había salido a pasear a su hija, que aún va en carrito. David, que no esconde su preocupación, teme que el pederasta "vuelva a aparecer por el barrio", pese a la alta vigilancia policial que allí existe.

Un poco más mayor que la hija de David es la nieta de Juan, que paseaba a su perro bajo la atenta mirada de su abuelo, quien también conocía la noticia pero no terminaba de creérsela. "Joder, parece que ahora ni se va a poder salir de casa", ha lamentado el vecino, que echa en falta "más rapidez" policial a la hora de arrestar al pederasta.

La Policía continúa volcada en la búsqueda del pederasta que, tras raptar a la niña en el parque de Hortaleza, la liberó casi dos horas más tarde en un descampado cercano a la M-40 de la zona de Canillejas –en el distrito cercano de San Blas–, y, según las primeras investigaciones, no la llevó a ningún piso para abusar de ella ni la duchó a continuación, tal y como había hecho el pederasta que se busca en los otros casos anteriores.

La niña, de nacionalidad española y ascendencia dominicana, fue raptada cuando estaba con sus abuelos y fue hallada menos aturdida que las que raptadas en abril y junio, según fuentes de la investigación.

"En el barrio la gente tiene mucho miedo", confiesa Rufino, dueño del kiosco ubicado en las proximidades del parque infantil de Madrid en el queel viernesun pederasta raptó por unas horas a una niña, lo que ha infundido a los vecinos una mezcla de temor, preocupación y rabia. Y no es para menos, ya que este secuestrador puede ser el mismo –según investiga la Policía– que ya abusó de dos niñas en abril y en junio en el vecino distrito de Ciudad Lineal. También se sospecha que pudo raptar a otra menor en 2013 y que protagonizó una intentona similar antes del rapto de abril de este año.

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