Rajoy cita a Merkel en Galicia para resolver los nombramientos de Guindos y Cañete
El Gobierno y el PP están pendientes de que su jefe pueda desatascar con Merkel el nombramiento de Guindos como próximo presidente del Eurogrupo
El arranque del curso político de este año para el Ejecutivo no será el Consejo de Ministros del día 29, ni el habitual discurso de Mariano Rajoy en Ribadumia, sino la próxima visita de Angela Merkel a Santiago de Compostela. El Gobierno y el PP están pendientes de que su jefe pueda desatascar con la canciller alemana el nombramiento de Luis de Guindos como próximo presidente del Eurogrupo y el prometido cargo de comisario para Miguel Arias Cañete. En medios gubernamentales se impone la tesis de que el titular de Economía conseguirá el ascenso, pero sin más competencias para el cargo, con lo que seguirá en el gabinete. Y Rajoy no tendría que remodelar el Gobierno.
Nada más cerrar el curso, Rajoy zanjó desde Doñana la cita para recibir en la capital gallega a Merkel mientras el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, candidato de la propia canciller y apoyado por el Gobierno español desde el primer momento, proclamaba que era independiente para confeccionar el próximo ‘Ejecutivo’ de la UE.
Rajoy ha cambiado ahora el descanso en el parque andaluz por el asueto en sus tierras pontevedresas, donde prepara la entrevista con Merkel, en principio vacacional y de imagen, pero que debe servir para dejar las cosas claras. El apoyo del PP a Juncker como candidato del PPE acordado en el congreso de Dublín celebrado en marzo pasado incluía el compromiso de aumentar el peso de los españoles en las instituciones europeas. Entonces, Rajoy ya puso sobre la mesa los nombres de dos ministros: el de Agricultura y el de Economía.
Arias Cañete fue lanzado después como cabeza de lista en las elecciones europeas, precisamente como paso previo a su futura entrada en la Comisión. En el último Consejo Europeo, en julio, ni siquiera hubo acuerdo sobre los primeros nombramientos pendientes, el del presidente y el del responsable de la política exterior. Los jefes de Estado y de Gobierno tuvieron que dejar las discusiones en punto muerto para seguir después de las vacaciones, otro consejo para el 30 de agosto.
Juncker pide mujeres comisarias pero no le hacen caso
Desde entonces, Juncker ha lanzado varias advertencias generales que van en contra de las aspiraciones de Rajoy. El presidente de la Comisión quería propuestas de ternas de cada Ejecutivo europeo, con el nombre de al menos una mujer en cada una y aseguró que en su futuro equipo no puede haber menos de nueve dirigentes políticas, el número de la Comisión saliente. De momento sólo dos Gobiernos, los de Suecia y Hungría, han facilitado aspirantes femeninas. Rajoy no ha presentado terna ni tampoco nombre de mujer: sólo Arias Cañete.
Merkel ya sabe que los candidatos irrenunciables de Rajoy son su exministro de Agricultura para la Comisión y el actual titular de Economía para la presidencia del Eurogrupo. En fuentes gubernamentales apuntan que el camino para Luis de Guindos está despejado, precisamente por el visto bueno alemán, pero que queda por resolver el futuro del actual titular del cargo: el holandés Jeroen Dijsselbloem, con mandato hasta la primavera del próximo año.
Si Dijsselbloem pasa a ser comisario en septiembre, Guindos ocupará su sitio. Ese es el objetivo inmediato de Rajoy, pero las aspiraciones a más largo plazo, sobre todo de Luis de Guindos, consisten en que la presidencia del Eurogrupo se reformule con más competencias y dedicación plena. El presidente del Eurogrupo se convertiría en una especie de superministro de economía de la UE.
Sin cambios en el Gobierno pese a los deseos en el partido
Esa posibilidad, que obligaría a Guindos a dejar el Ejecutivo español y a Rajoy a remodelar el gabinete, se presenta ahora aún más complicada que antes de las elecciones europeas, según admiten en medios gubernamentales. En su conferencia de prensa de cierre de curso del 1 de agosto el jefe del Ejecutivo volvió a confirmar su decisión de no hacer cambios en el Gobierno. Cortaba de raíz las previsibles especulaciones veraniegas sobre posibles relevos de ministros.
Rajoy se resiste a cualquier cambio en su gabinete aunque en algunos sectores del partido lo consideren conveniente como revulsivo ante la cita electoral de las próximas municipales y autonómicas. De momento, lo que considera urgente el presidente del Gobierno es darse en Santiago de Compostela un baño de imagen como firme aliado y amigo de Merkel y cumplir su objetivo de que España gane peso en las instituciones europeas con los futuros nombramientos. Además de dejar colocado a Arias Cañete, que no dejó de ser ministro para quedarse de eurodiputado.
El arranque del curso político de este año para el Ejecutivo no será el Consejo de Ministros del día 29, ni el habitual discurso de Mariano Rajoy en Ribadumia, sino la próxima visita de Angela Merkel a Santiago de Compostela. El Gobierno y el PP están pendientes de que su jefe pueda desatascar con la canciller alemana el nombramiento de Luis de Guindos como próximo presidente del Eurogrupo y el prometido cargo de comisario para Miguel Arias Cañete. En medios gubernamentales se impone la tesis de que el titular de Economía conseguirá el ascenso, pero sin más competencias para el cargo, con lo que seguirá en el gabinete. Y Rajoy no tendría que remodelar el Gobierno.