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Felipe González sobre Podemos: “Una alternativa bolivariana sería una catástrofe”
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COMPARA LA SITUACIÓN CON MAYO DEL 68

Felipe González sobre Podemos: “Una alternativa bolivariana sería una catástrofe”

Había generado una enorme expectación por lo que pudiera decir en torno a la crisis abierta en canal dentro del PSOE pero no le dedicó ni un minuto.

Foto: Presentación del informe 'La democracia en España' (P. López)
Presentación del informe 'La democracia en España' (P. López)

Había generado una enorme expectación por lo que pudiera decir en torno a la crisis abierta en canal dentro del Partido Socialista, pero a ello no dedicó ni medio minuto. Felipe González participó ayer en una mesa redonda organizada por la Fundación Alternativas para presentar el octavo informe sobre "La democracia en España", tocada y hundida, al menos en la parte que afecta al bipartidismo al albur de los resultados del pasado domingo. Para González, lo preocupante no es tanto si primarias sí o primarias no o si el voto de todos los delegadosdebe elegir al sucesor de su amigo Alfredo Pérez Rubalcaba. De lo que sí fue claro, nítidamente claro, es de lo poco que le gusta el avance de la fuerza política que representa el otro Pablo Iglesias no socialista, Podemos. “Una alternativa bolivariana para España y para Europa sería una catástrofe sin paliativos”.

Clara y rotunda afirmación que tuvo, en un auditorio del CaixaForum de Madrid a media entrada, una tímida respuesta de alguien que, desde el público, le espetó que tuviera “un poco más de autocrítica”. No hubo respuesta. Entonces acabó el coloquio. Antes, González, que18 años ha que dejó la Moncloa, utilizó el mismo lenguaje del que ha hecho gala el líder de Podemos para reivindicarse como parte de esa “casta” política ahora tan denostada. “De esa casta que puso en marcha el Sistema Nacional de Salud, la universalización de la educación, las pensiones no contributivas que ahora están en riesgo”, explicó.

Frente a esas propuestas bolivarianas, el expresidente hizo hincapié en que, según su opinión, lo que necesita Europa ahora es “una respuesta verdaderamente socialdemócrata” en la que se contrarresten los efectos de un modelo económico en el que se ha mercantilizado a la sociedad. “Una sociedad de mercado que considera al individuo y a sus derechos y libertades como una mercancía”.

González no abandonó en ningún momento el tono profesoral que le acompaña últimamente en todas sus intervenciones públicas, que se centran, en su mayoría, en la crisis de la gobernanza global. En este sentido, ofreció su punto de vista sobre la situación actual de la democracia en una mesa redonda en la que, a propósito del citado informe elaborado por la fundación Alternativas, compartió reflexiones con la exdirectora del CIS Belén Barreiro, el periodista de El País Joaquín Estefanía, y el propio director de la fundación, Pere Portabella.

Para el expresidente socialista, la situación actual de rechazo hacia el sistema político tiene un precedente parecido aotra crisis semejante que vivieron los de su generación, la de mayo del 68. “Son sistemas antagónicos que tienen el mismo nivel de rechazo pero que anuncian un cambio de era”, explicó. Y sobre los resultados del domingo, sobre los que no abundó en exceso, certificó que son “muy graves” tanto para su partido como para el PP. “Una de las dos fuerzas ha asumido los resultados y, como los asume, cargan contra ella. Pero lo que se puede decir del otro partido es que no ha sido menos brillante”.

A juicio de González, el estado actual de las cosas y del cabreo y la indignación ciudadana son consecuencia de tres factores: la crisis de la gobernanza de la democracia representativa y el alejamiento cada vez más grande entre las élites y los ciudadanos; el modelo económico, que distribuye de forma muy desigual tanto cuando hay crecimiento como cuando hay ajuste; y, por último, el paso de una sociedad analógica a una digital y unas fuerzas políticas que no saben cómo interactuar con las redes sociales.

Entre los que acudieron a escuchar a González y a sus compañeros de mesa destacaron pocas caras conocidas del PSOE, que en los últimos días ha entrado en ebullición interna. Entre otros, asistieron el ex de la CNMV Julio Segura, el exembajador y exdiputado Rafael Estrella o la vicepresidenta del Senado, Carmen Alborch, exministra de Cultura con González.

Había generado una enorme expectación por lo que pudiera decir en torno a la crisis abierta en canal dentro del Partido Socialista, pero a ello no dedicó ni medio minuto. Felipe González participó ayer en una mesa redonda organizada por la Fundación Alternativas para presentar el octavo informe sobre "La democracia en España", tocada y hundida, al menos en la parte que afecta al bipartidismo al albur de los resultados del pasado domingo. Para González, lo preocupante no es tanto si primarias sí o primarias no o si el voto de todos los delegadosdebe elegir al sucesor de su amigo Alfredo Pérez Rubalcaba. De lo que sí fue claro, nítidamente claro, es de lo poco que le gusta el avance de la fuerza política que representa el otro Pablo Iglesias no socialista, Podemos. “Una alternativa bolivariana para España y para Europa sería una catástrofe sin paliativos”.

Democracia Alfredo Pérez Rubalcaba