Magdalena Álvarez se enroca en el BEI y traslada al PSOE su negativa a dimitir

La exministra de Fomento Magdalena Álvarez se resiste a abandonar por decisión propiael puesto que ocupa, como vicepresidenta y en representación de España, dentro del Banco Europeo de Inversiones(BEI). Así lo ha hecho saber ella misma a la dirección del PSOE después de que la Audiencia de Sevilla ratificase este martes su imputación en el caso de los ERE irregulares en Andalucía. La exministra ha explicado a su partido que dimitir implicaría asumir la culpabilidad de lo que la acusa la juez Alaya. El Gobierno, en boca del ministro de Economía, Luis de Guindos, le ha pedido “responsabilidad” pero, de momento, su aferramiento al cargo obligará al BEI a iniciar el trámite para su relevo.

La dirección del PSOE le ha hecho llegar, de forma informal, su deseo de que tome ella misma la decisión de dar un paso atrás para favorecer que, en su recambio, otro nombre del partido la sustituya en esa responsabilidad durante los años que le restan de mandato. De hecho, entre otros nombres han sonado el del también exministro de Zapatero, Valeriano Gómez.

Los intentos de persuadirla, sin embargo, han caído en saco roto por más que se ha tratado de argumentar que ella no representa en Luxemburgo a la marca PSOE, sino al Reino de España y que, por tanto, su imputación en el caso de los ERE y las sospechas sobre su posible implicación en él perjudican, sobre todo, a nuestro país que es, además, el principal cliente y prestatario del Banco Europeo de Inversiones. Hay que recordar que este puesto se lo reparten, de forma alternativa, España y Portugal. Nuestro país tiene, en principio, derecho a este puesto durante los próximos nueves años, pero el Ejecutivo ha tenido que negociar con el Gobierno luso para no perder esta vicepresidencia tras una posible marcha de Magdalena Álvarez. Entre otras razones, hay que recordar además que la vicepresidencia del BEI le reporta a Álvarez la nada despreciable cantidad de 27.398 euros al mes.

En público, el PSOE sigue defendiendo su honorabilidad y respaldando su continuidad en el banco, pese a que, en privado, se la haya tratado de persuadir para que desista en su actitud. Las voces de apoyo llegaron ayer desde el socialismo andaluz. Su portavoz en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, defendió la “inocencia” de Álvarez, de cuya gestión afirmó que era “intachable” y que, por tanto, no debía “producirse ninguna dimisión”. Desde Ferraz, sin embargo, se cuidaron mucho de poner la mano en el fuego por la exministra de una forma tan rotunda.

Sea como fuere, la negativa de Álvarez a dejar la vicepresidencia del BEI ha obligado a activar el procedimiento interno de buena conducta para estudiar su caso. Un procedimiento que se demorará hasta cuatro meses y que es, precisamente, el escenario que menos quería tener encima de la mesa el Gobierno de Mariano Rajoy, que, si bien no ha tomado partido en contra de la exministra, sí que ha recomendado, en público, una respuesta a la altura de la “responsabilidad” que ocupa Álvarez. Cuatro meses con una vicepresidenta acusada de corrupción daña, principalmente, al crédito y a la reputación de España, que quedaría bajo sospecha ante los ojos de Europa. Guindos, de momento, se ha limitado a señalar que “todos deberíamos ser responsables”.

Así las cosas, el BEI, que dijo el martes “tomarse muy en serio” la imputación de Álvarez, ha activado su protocolo interno. El Comité de Ética recaba ya información sobre la decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla y elevará una propuesta a la cúpula del banco en la que ponga, negro sobre blanco, la incompatibilidad de contar con un alto cargo presuntamente implicado en un caso de malversación de fondos públicos.

El Banco Europeo de Inversiones está en contacto permanente con el Ministerio de Economía y mantiene “una posición común” sobre el caso, según han explicado fuentes europeas a Europa Press. De acuerdo con estas fuentes, las dos partes tenían previsto “actuar conjuntamente” si la justicia confirmaba la imputación de Álvarez. Con ese escenario ya sobre la mesa, todo parece indicar que Gobierno y PSOE apuestan primero por forzar una salida digna de la exministra a modo de dimisión antes que enarbolar una batalla política contra ella. Si opta por enrocarse en el cargo, los populares pasarán a la confrontación directa.