El entorno de ETA reacciona a su triunfo en Estrasburgo con un silencio estratégico

La izquierda abertzale ha optado por acoger la derogación de la doctrina Parot en Estrasburgo con una discreción que ha sorprendido incluso al Ministerio del Interior. El fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha satisfecho una de sus mayores reivindicaciones y provocará en la práctica la excarcelación de hasta 136 miembros históricos de ETA. Pero todos los actos que el entorno de la organización terrorista ha promovido para celebrar esa victoria en los tribunales se han limitado a la esfera privada.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Navarra aseguran que no tienen constancia de que el entorno de la agrupación terrorista haya organizado ningún acto público para recibir a la terrorista Inés del Río, la autora de la denuncia que originó el proceso de Estrasburgo y también la primera en beneficiarse de su resultado. Del Río, natural de la localidad navarra de Tafalla, ha pasado sus primeras horas de libertad en Pamplona. Pero las Fuerzas de Seguridad no tienen constancia de que ni en Tafalla ni en Pamplona sus amigos o familiares organizaran algún ongi etorri (el acto de bienvenida que suele hacerse a los etarras excarcelados) o cualquier otro tipo de celebración.

Por ahora, la izquierda abertzale ha expresado su alegría en lugares privados, como en un local vinculado con su entorno situado en el casco antiguo de la capital navarra. La Delegación del Gobierno de la región no tiene tampoco informaciónde que este fin de semana vayan a realizar ninguna marcha en la comunidad foral para tratar de rentabilizar en la calle el éxito que le ha otorgado el tribunal europeo. Tampoco hay ninguna convocatoria prevista en el País Vasco. En las redes sociales y en sus medios de comunicación, el entorno radical ha optado por un perfil llamativamentebajo, en comparación con la campaña que había sostenido hasta ahora para exigir la derogación inmediata de la doctrina Parot. Asociaciones de su entorno han leído un comunicado conjunto que opta por un tono conciliador para afirmar que “aquí no ha ganado Inés del Río, ni ETA, ni una opción política determinada, sino que aquí se han impuesto los derechos humanos y los principios básicos del ordenamiento jurídico”.

Interior temíauna humillación de las víctimas

Al menos en este aspecto, los acontecimientos están discurriendo como deseaba el Ministerio del Interior. El departamento que dirige Jorge Fernández Díaz esperaba desde hacía semanas que el veredicto de Estrasburgo tumbara el cómputo de las penas del Tribunal Supremo, pero temía que esa decisión sirviera al entorno de ETA para exaltar la actividad de la banda terrorista y humillar a las víctimas, por lo que dio órdenes de evitarlo. Por si acaso, la Guardia Civil desarticuló el pasado 30 de septiembre Herrira, la organización abertzale que se encargaba de velar por la ortodoxia de los presos y coordinaba sus homenajes cuando conseguían la libertad. Desde que se conoció el fallo, Fernández Díaz ha insistido en que no permitirá ningún alarde del entorno de ETA, algo que de producirse sólo serviría para espolear el malestar de las víctimas con la Justicia y el Gobierno. La presencia de la Guardia Civil en Tafalla ha sido intensa desde que se produjo la salida de prisión de la etarra Del Río y fuentes de la Delegación del Gobierno aseguran que seguirán extremando la vigilancia para evitar actos de exaltación.

Miembros de la lucha antiterrorista consultadas por este diario aseguran que la desarticulación de Herrira ha supuesto una advertencia para la izquierda abertzale. “Han visto que vamos en serio y no se van a atrever a hacer nada porque no estamos dispuestos a pasarles ni una”, afirma una fuente consultada por este diario. Los actos de exaltación, además, podrían provocar el regreso a prisión de los reclusos que consigan salir tras el fallo de Estrasburgo, un riesgo demasiado alto tras pasar más de dos décadas entre rejas. “Vamos a estar encima, no vamos a permitir ni un solo acto de bienvenida. Nuestra obligación es hacer cumplir la ley”, apunta.

Otros expertos enmarcan la reacción de la izquierda abertzale en un intento por encontrar su espacio en el escenario posterrorista. Si ETA desaparece, ya no es necesario que ningún partido siga asumiendo el papel de defender su estrategia ni a sus militantes. El resto de formaciones presiona para lograr ese movimiento. Por ejemplo, el lehendakari, Iñigo Urkullu (PNV),ha reclamado a los simpatizantes de la banda terrorista que no hagan “ostentación” de su victoria en Estrasburgo.

Algunos gestos se han producido, como el de Sortu, la marca política que agrupa al sector más ortodoxo del entorno etarra. El presidente de la formación, Hasier Arraiz, adelantó que no participaránen ningún acto de celebración del veredicto, y añadió: “No podemos disimular nuestra alegría porque estamos contentos, pero no queremos que nuestra alegría ni nuestra postura sea hiriente para nadie, ni para las víctimas”.