Rajoy sitúa el déficit público por debajo del 7% con una subida de impuestos de 11.200 millones

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que el paro sigue siendo la principal preocupación del Gobierno y ha afirmado que el objetivo esencial de su Ejecutivo es "darle la vuelta" al "drama" del desempleo. "Nada de brotes verdes ni nubes pasajeras ni anticipos primaverales. La realidad social y económica de nuestro país es terriblemente dura y sobre esa  base tenemos que cimentar nuestras actuaciones", ha proclamado al arrancar su discurso en el Debate sobre el estado de la Nación. Ante esta situación, "mi respuesta es ni un minuto de sosiego". Después, ha desvelado un nuevo dato del déficit y una "segunda generación de reformas económica.

El déficit público se situó en 2012 “por debajo” del 7% del PIB. Lo ha anunciado este miércoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. ¿Qué quiere decir esto? Pues que España se ha quedado lejos de cumplir el objetivo pactado con Bruselas, que era rebajar el desequilibrio entre ingresos y gastos en términos de contabilidad nacional hasta situarlo en el 6,3%. 

Rajoy no dijo cuál ha sido la desviación, pero lo achacó de forma implícita a la recesión. Aun así, situó la reducción del déficit estructural –el que no tiene en cuenta el ciclo económico- en 3,5 puntos del PIB, un extraordinario recorte que no se ha producido en ningún país. En todo caso, a ese déficit hay que sumar las aportaciones al sistema financiero, que según fuentes fidedignas representarán alrededor de dos puntos del PIB. Es decir, que el déficit consolidado se situará en torno a las nueve puntos del PIB.

Dicho en otros términos, el ajuste fiscal se ha situado en 21.000 millones de euros. La mitad procede de un aumento del importe de los ingresos y la otra mitad, del recorte de gastos. En concreto, la subida de la presión fiscal equivale, según anunció Rajoy, a 11.200 millones de euros, que salen del incremento del IRPF, del IVA y del Impuesto de Sociedades. 

Rajoy no hizo ninguna mención a si mantendrá su compromiso de eliminar el incremento del IRPF el próximo 1 de enero del 2014. Tan solo se limitó a anunciar el cumplimiento de una promesa electoral: que las pymes y autónomos no estén obligados a devolver el IVA hasta que no hayan cobrado la factura. La medida afectará solo a quienes facturen menos de dos millones de euros al año. Es decir, a la mayoría del tejido empresarial español. 

Bonificaciones al empleo de los jóvenes

Los jóvenes también han centrado el discurso económico del presidente. Ha avanzado que la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016 incluirá bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social de las empresas cuando contraten a menores de 30 años, hasta que la tasa de paro no baje del 15%, desde el 26% actual. Ha concretado que se bonificarán los contratos a tiempo parcial con vinculación a la formación, en un 75% en empresas de más de 250 trabajadores y en un 100% para el resto.

Por otra lado, el Gobierno también ampliará el plazo del plan de proveedores dotado con 2.700 millones de euros. Rajoy  asegura que "una de las formas más rápidas de apoyar financieramente a las pequeñas empresas es reducir la morosidad, tanto pública como privada". El Gobierno también tiene previsto abordará una profunda reorganización del sector eléctrico.

"Nadie apostaba por España"

Rajoy ha mencionado "el drama" del paro y la "dura realidad" que viven casi seis millones de españoles, lo que considera su prioridad al frente del Gobierno.  El presidente ha asegurado que la tarea, hasta ahora, "no ha sido ni fácil ni agradable", pero ha recordado que nadie apostaba por España hace un año mientras que hoy nadie de fuera cree que el país no podrá salir adelante.

El jefe del Ejecutivo ha querido despejar la sombra del rescate.  "Hemos cumplido una doble tarea: evitar el naufragio que amenazaba nuestro país y, sin perder un minuto, iniciar todas las reformas que exigía nuestro sistema productivo", ha explicado Rajoy durante su discurso. "Sólo diré una cosa: entre los que nos contemplan desde fuera, nadie apostaba por España hace un año, nadie. Pues bien, nadie piensa hoy que España no podrá salir adelante", ha añadido, provocando los aplausos de los diputados del Grupo Popular.

El presidente, que había llegado al Congreso a las once y media, se encaminó al Salón de Pleno sobre las doce seguido de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y otros ministros. El presidente del Congreso, Jesús Posada, abrió la sesión a las doce y cinco con el hemiciclo abarrotado de diputados y senadores y con los miembros del Gobierno en el banco azul escuchando a Rajoy. "¿Empezamos?", le preguntó su vicepresidenta primera, Celia Villalobos. "A ver si ocupan sus escaños", contestó Posada.