Carromero aterriza en España para evitar la prisión con un tercer grado

Ángel Carromero ya está en España. El dirigente de Nuevas Generaciones del PP regresó este sábado desde Cuba custodiado por agentes españoles de la Interpol, en un vuelo regular de Air Europa que llegó a Barajas a las 12.10 del mediodía. El popular cumplirá en España la pena de cuatro años de cárcel a la que fue condenado en la isla por el accidente de tráfico en el que murieron dos opositores al régimen castrista, Oswaldo Payá y Harold Cepero.

Tras su llegada al aeropuerto de Barajas, Carromero fue conducido por la Guardia Civil a la cárcel de Segovia, donde se le practicarán los análisis físicos y reconocimientos que son obligatorios para cualquier penado. Carromero, no obstante, podría obtener el tercer grado penitenciario y otros beneficios que contempla la ley en España una vez se cumplan todos los trámites legales requeridos para su ingreso en prisión. 

La presidente del PP en Madrid, Esperanza Aguirre, ha dado la bienvenida a Carromero en las redes sociales. Aguirre, según fuentes del PP, ha anunciado que irá a la cárcel de Segovia entre las 17:00 y las 17:30 para acompañar a la madre del preso, ya que su padre no podrá acudir al encontrarse enfermo. Pero Aguirre solo podrá visitar al dirigente de las Nuevas Generaciones si el recluso lo solicita y si lo autoriza el director del centro penitenciario. 

Su abogado, José María Viñals, no descarta siquiera que reciba un indulto. En una entrevista a la agencia Efe, Viñals sostiene que el joven de 27 años merece en todo caso "un tercer grado en una de las modalidades más benignas" y ha añadido que hará lo posible "para que así sea". También ha argumentado que si el juicio no se hubiera desarrollado en Cuba el resultado sería distinto, aunque admite que de conformidad con la legislación cubana fue un proceso "garantista" y "se cumplieron todas las formalidades de forma exquisita y excepcional".

En principio, la ejecución de su condena y la supervisión de su cumplimiento en España son competencias de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, aunque no será necesario que Carromero comparezca personalmente en la sala –ni siquiera si se le otorga el tercer grado o cualquier otro beneficio– porque la pena a la que ha sido condenado no excede los cinco años.

Será Instituciones Penitenciarias quien tome la decisión en función de los informes que reciba de la Junta de Tratamiento de la prisión. De serle concedido el tercer grado penitenciario, Carromero podría llevar una vida normal y dormir en la cárcel solo de domingo a jueves. El recluso también podría solicitar que los controles a los que debe ser sometido sean telemáticos –a través de una pulsera–, lo que evitaría que tuviera que pernoctar en prisión.

Una pesadilla que toca a su fin

Carromero, de 27 años, cursó estudios de Derecho en la Universidad Pontificia de Comillas (Icade) de Madrid y es vicesecretario general de Nuevas Generaciones del PP madrileño desde 2008, consejero técnico municipal desde junio de 2011 y copropietario del gimnasio Vanitas de la capital. Con su regreso a España despierta de una pesadilla que comenzó en Cuba el pasado 22 de julio, cuando sufrió un accidente de tráfico en el que murieron dos opositores al régimen cubano y que le costó una condena de 4 años de cárcel

Desde pocos días después del accidente el dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid estuvo internado en 100 y Aldabó, un centro del Ministerio del Interior cubano ubicado en las afueras de La Habana, donde permaneció también después de dictarse la sentencia condenatoria.

El joven dirigente del PP, que cuenta con numerosos antecedentes de infracciones de tráfico en España, fue calificado de conductor "temerario" por la fiscal cubana durante el juicio, en el que se puso de manifiesto que circulaba con exceso de velocidad por un tramo de carretera en obras cuando perdió el control del vehículo, frenó, derrapó y chocó contra un árbol.

En el siniestro murieron Payá y Cepero, que no llevaban puesto el cinturón de seguridad, mientras que Carromero y el joven sueco Jens Aron Modig, dirigente de una formación conservadora de su país y que también viajaba en ese coche, resultaron ilesos.

Tras el desenlace judicial, el Gobierno español inició sus negociaciones con Cuba para que Ángel Carromero pudiera terminar de cumplir en España la pena a la que fue condenado. El Ejecutivo autorizó su repatriación hace quince días, el pasado 14 de diciembre, tras cerrar el día anterior un acuerdo con las autoridades de La Habana que incluía el traslado de otro español condenado por tráfico de drogas en Cuba, que viaja a España en el mismo avión que Carromero.

El alicantino Miguel Vives Cutillas, de 48 años, condenado en 2008 a 18 años de cárcel por delitos de narcotráfico, había solicitado hace tiempo ser trasladado a España para cumplir el resto de su condena.