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Bono recomendó al Rey la renuncia dinástica de Cristina por el 'caso Urdangarín'
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A CONDE: “¿QUÉ HARÍA UN BANQUERO COMO TÚ EN UN PARTIDO COMO ÉSTE?”

Bono recomendó al Rey la renuncia dinástica de Cristina por el 'caso Urdangarín'

Martes 25 de mayo de 1999. El diario personal de José Bono recoge la siguiente anécdota, ocurrida tras el funeral del histórico dirigente socialista Ramón Rubial.

Foto: Bono recomendó al Rey la renuncia dinástica de Cristina por el 'caso Urdangarín'
Bono recomendó al Rey la renuncia dinástica de Cristina por el 'caso Urdangarín'

Martes 25 de mayo de 1999. El diario personal de José Bono recoge la siguiente anécdota, ocurrida tras el funeral del histórico dirigente socialista Ramón Rubial. “De vuelta a Madrid llenamos otra vez el avión los dirigentes del PSOE. Rubalcaba comenta en broma, mientras avanza por el pasillo del avión: “Me dan ganas de quedarme en el aeropuerto porque si se produce un accidente yo seré el único sustituto de todos vosotros”.

El ex presidente del Congreso, ex ministro de Defensa y durante más de 20 años presidente de Castilla-La Mancha ironizaba ayer, durante la presentación del primer volumen de su diarios, que al final no ha hecho falta una desgracia aérea para que Rubalcaba les haya sustituido a todos. El polifacético político manchego, retirado ya de la primera línea de la vida política, no decepcionó ayer en su puesta de largo como escritor o “diarista” y entró fácilmente al trapo de los principales asuntos de la actualidad política. Si le preguntan por el federalismo contesta que “el federalismo asimétrico es como un cura que no cree en Dios” y si le cuestionan sobre la independencia de Cataluña, reconoce, abiertamente, que no se imagina “ni a Montilla ni a Iniesta extranjeros”.

“Les voy a contar”, el título de la obra que recopila las anotaciones más relevantes recogidas por Bono entre 1992 y 1999, comienza, sin embargo, con otra revelación que el socialista se apunta en el prólogo. Bono reconoce que, como presidente del Congreso, le aconsejó al Rey Juan Carlos que su hija, la Infanta Cristina, renunciase a sus derechos dinásticos tras el estallido del caso Urdangarín. “Esos cortesanos es posible que se escandalicen cuando, por ejemplo, lean que aconsejé, habida cuenta de cómo le van las cosas al señor Urdangarín, que sería deseable que su esposa, la Infanta, renunciara a sus derechos sucesorios”, relata. “En una familia tan especial, tradicionalmente se apartaba de la línea sucesoria a quien celebraba un matrimonio morganático y se casaba con un humilde plebeyo. Pues bien, ¿cómo no apartar a quien se casa no con un plebeyo, sino con quien tiene una conducta “no ejemplar”, como se calificó desde la Casa del Rey la actitud de Iñaki Urdangarín? No me hubiese atrevido a decir lo anterior si el calificativo no fuera tan contundente”. Bono concluye, en este sentido, que no desea el mal a nadie, “tampoco a Urdangarín, pero debe expiar su poco ejemplar conducta para que nadie tenga que cargar y pagar con ella”.

Divorcio con Guerra

Pero Urdangarín no es el único nombre relevante que circula por las páginas de la primera obra política de Bono, por la que Planeta le ha pagado cerca de 800.000 euros. Prácticamente, todos los políticos del arco parlamentario circulan por el libro con mejor o peor retrato, en función de las notas que Bono ha ido recopilando de cada entrevista, reunión y cita importante que ha mantenido durante los últimos 20 años. Su secretaria Loli Campa se ha encargado durante todo este tiempo de transcribirlas a ordenador hasta acumular más de 17.000 folios.

La idea de comenzar a recoger por escrito sus vivencias se la sugirió el citado Rubial a Bono después de que este mantuviese un tensísimo encuentro con Alfonso Guerra en Ferraz el miércoles 8 de abril de 1992, cuando la ruptura entre renovadores y guerristas era ya un hecho consumado y el vicepresidenta estaba en el ojo del huracán a cuenta de los negocios particulares de su hermano Juan Guerra.

Bono cuenta cómo aquel día terminó su amistad con Guerra, quien, desde entonces, le ha guardado un nada disimulado odio africano (los guerristas, de hecho, propiciaron la victoria de Rodríguez Zapatero en el 35 Congreso federal del PSOE para parar los pies a Bono”. “Los afectos o son mutuos y recíprocos o no lo son”, le dijo entonces Bono a Guerra. “Yo creo que puedo vivir sin tu amistad. Hoy empezaré a hacerlo”. Guerra le contestó entonces, según el relato de Bono, con amenazas. “¡Ya verás dónde acabaréis todos!”. “Yo hubiera querido estar contigo, pero eso de que “el que se mueve no sale en la foto” ya pertenece al pasado –le contestó el manchego-. Somos muchos los que no queremos retratistas que nos inmovilizan”.  

Confidencias con el Rey

En otro momento de la obra, el expresidente del Congreso recoge también otras confidencias, en este caso, de la Reina Sofía, en la que ella recordaba su relación tirante con Franco. “Cuando nombraron al Rey, Príncipe de España, fuimos a pasar seis días con Franco al Pazo de Meirás; entonces creí que sería la ocasión para hablar más sosegadamente con él, pero fue imposible. Los nietos gritaron durante la comida, Cristóbal gritaba, todos gritaban y el general comía en silencio. Cuando acabó el almuerzo fuimos a la biblioteca a tomar café y nuestras esperanzas de poder entablar una conversación se vieron frustradas porque Franco puso la tele y no hizo más que contestar con monosílabos a nuestras preguntas. No volvimos a intentarlo”.

Mario Conde quiso afiliarse al PSOE

Bono explicó ayer  a los periodistas que todos los entrecomillados de su libro son literales y se corresponden con la realidad de lo que dijeron en su día los personajes aludidos. De hecho, ha reconfirmado con cientos de ellos aquellas frases que en su día Bono anotó en su agenda moleskine.

Bono relata también el almuerzo que mantuvo en noviembre de 1993 con el banquero Mario Conde  en el Palacio de Fuensalida. Según Bono, Conde coqueteó entonces con la idea de afiliarse al PSOE. “Dice haber votado dos veces a Felipe –escribe el socialista, que a renglón seguido reproduce las palabras de Conde- “Mi poder social y mi influencia en los medios de comunicación no quiero ponerlos a favor del PP, sino de Felipe” y añade: “No entré en el PSP porque mi introductor, Linde, murió cuando me iba a afiliar”. Bono le animó a que trabajase en política “y al decirle que en el PP no le veo y en el PSOE, tampoco, me pregunta muy directamente: ¿Y en el PSOE, por qué no?” Me deja sorprendido y tengo que recurrir al tópico de “¿Qué haría un banquero como tú en un partido como este?”

El expresidente del Congreso sostiene que su diario “Les voy a contar” relata la verdad, “sin censura ni concesión a la hipocresía”, de buena parte de lo ocurrido en los años 90 y que lo ha hecho como un intento de “reivindicar la política”, para lo que pidió ayer la “urgente” derogación de la ley electoral. Planeta ya anunciado la segunda edición del volumen que ayer llegó a las tiendas. Bono explicó, por cierto, que el primero en recibir un ejemplar del libro fue el expresidente Felipe González, esta misma semana. 

Martes 25 de mayo de 1999. El diario personal de José Bono recoge la siguiente anécdota, ocurrida tras el funeral del histórico dirigente socialista Ramón Rubial. “De vuelta a Madrid llenamos otra vez el avión los dirigentes del PSOE. Rubalcaba comenta en broma, mientras avanza por el pasillo del avión: “Me dan ganas de quedarme en el aeropuerto porque si se produce un accidente yo seré el único sustituto de todos vosotros”.

Iñaki Urdangarin José Bono