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Patxi López pretende que el futuro gobierno vasco dependa del apoyo del PSE
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EL LEHENDAKARI ADELANTA LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS AL 21 DE OCTUBRE

Patxi López pretende que el futuro gobierno vasco dependa del apoyo del PSE

Tal y como se vaticinaba, el lehendakari Patxi López anunció ayer el anticipo de las elecciones vascas al próximo 21 de octubre, y aunque no dijo

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Patxi López pretende que el futuro gobierno vasco dependa del apoyo del PSE

Tal y como se vaticinaba, el lehendakari Patxi López anunció ayer el anticipo de las elecciones vascas al próximo 21 de octubre, y aunque no dijo si será el candidato del PSE, fuentes de su equipo aseguraron a este diario que será designado el próximo septiembre, tras unas elecciones primarias en las que será el único candidato. López sabe que no tiene opciones de revalidar el cargo y se ha fijado como objetivo que los resultados permitan al PSE ser la "bisagra" del futuro Gobierno. Los comicios dirimirán también la hegemonía nacionalista entre la izquierda abertzale y el PNV.

López no ha querido esperar al debate de política general de finales de septiembre, con el que el Parlamento vasco inaugura el nuevo curso, para anunciar el anticipo electoral que ha negado durante meses. El lehendakari dijo ayer que era una decisión “muy meditada y responsable”, atribuyó a su Gobierno la derrota de ETA, acusó a PP y PNV de haber boicoteado al Ejecutivo por intereses partidistas, y negó que el adelanto guarde relación con la crisis económica y la falta de acuerdo entre los partidos para acordar una estrategia que permita superarla sin recurrir a los recortes en servicios básicos. “Hemos traído la normalidad a Euskadi, lejos de la crispación de anteriores gobiernos y de las pugnas identitarias, y hemos demostrado que se puede salir de la crisis con un modelo propio de austeridad, pero de incentivos a la economía”, manifestó en su comparecencia ante los medios de comunicación.

El mensaje público no coincide con las explicaciones en privado. Un estrecho colaborador dijo a El Confidencial que López tomó la decisión de adelantar los comicios el pasado mes de julio, tras rechazar las diputaciones forales y el resto de partidos acordar una política económica que permitiera aumentar los ingresos por vía fiscal para evitar los recortes en las políticas sociales (los presupuestos del Gobierno dependen de la recaudación de las tres diputaciones forales, ninguna de las cuales controla el PSE). 

No fue posible y, además, la situación económica ha continuado deteriorándose, con una caída de la recaudación fiscal hasta julio de un 2,4% (124 millones de euros) y el incremento del paro, aunque el País Vasco sigue siendo, con diferencia, la comunidad con mejor tasa de desempleo, en torno al 15%. Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco, dijo ayer a este diario que el anticipo electoral estaba cantado. "No tenía otra salida, porque habría caído en una contradicción al tener que elaborar unos presupuestos para 2013 muy restrictivos y con recortes cuando lleva meses criticando los del Gobierno central".

La decisión anunciada ayer era conocida desde hace días por el “núcleo” duro de su Gobierno, y el propio lehendakari se la trasladó ayer al resto de miembros de su gabinete y a Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE. “El lehendakari le debe lealtad a su Gobierno antes que a cualquier otra persona”, manifestó la fuente antes citada para explicar que no hubiese compartido la decisión con el líder de los socialistas.

Basagoiti rompe el pacto de legislatura.

La situación de Patxi López era insostenible desde el pasado mes de mayo, cuando Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco, dio por roto del pacto de legislatura con los socialistas por las críticas del lehendakari a la política económica de Mariano Rajoy. Pese a ello, el líder de los populares ofreció su “lealtad” al Ejecutivo y ha evitado promover o apoyar una hipotética moción de censura que habría obligado a López a dimitir, aunque no ha escatimado en críticas.  

El “divorcio” con el PP dejó al Gobierno de López con el único de los 25 diputados del PSE en una cámara de 75 escaños, con el agravante de que el PNV, primer partido de la oposición, tiene 30 parlamentarios. Desde entonces, todos los partidos sin excepción han reclamado el adelanto electoral, incluida la izquierda abertzale, que reclama su vuelta al Parlamento de Vitoria tras la legalización de Bildu, que en los comicios municipales y forales de mayo de 2011 se convirtió en la segunda fuerza política vasca y la primera en Gipuzkoa.

A la soledad política del lehendakari y la crisis económica se añadía la obligada presentación de los presupuestos para 2013, que por fuerza iban a ser muy restrictivos, con el consiguiente desgaste para su Gobierno, que lleva meses criticando los recortes del presidente Rajoy. Unas cuentas que, además, no habría podido sacar adelante por falta de apoyos. Con este escenario, López ha concluido que lo mejor era adelantar los comicios para mitigar, en la medida de lo posible, el previsible descalabro electoral del PSE, cuyo apoyo podría ser imprescindible para ormar gobierno.

Victoria ajustada del PNV.

Las últimas estimaciones electorales disponibles son las del  Euskobarómetro del pasado mes de mayo, según las cuales el PSE pasaría de 25 a 17 escaños con un 20% de los votos válidos. El PNV sería el vencedor con el 32% de los sufragios y 22 ó 23 escaños, hasta ocho menos que en 2009, pero en un escenario mucho más fraccionado por la presencia de EH Bildu, a la que, no obstante, vencería. Pese a ello, los abertzales se convertirían en la segunda fuerza política con el 25% de votos y 22 escaños. Las fuentes consultadas creen que sólo un anuncio de ETA en fechas próximas a los comicios (la entrega simbólica de las armas) podría voltear el resultado y dar la victoria a los radicales.

El PP de Antonio Basagoiti mejoraría ligeramente sus resultados, con un 14% de votos  y 12 ó 13 escaños, con posibilidades de ser la fuerza más votada en Álava. Pese al éxito, los populares no estarían en condiciones de ser bisagra de ningún Gobierno y perderían la influencia y el protagonismo que han tenido esta legislatura. Los grandes derrotados serían Ezker Batua (EB) y UPyD, que con un 2% de los votos no lograrían representación, que tampoco conseguiría IU/Ezker Anitza, la escisión de EB.

De confirmarse estos resultados Íñigo Urkullu, presidente del PNV, lograría una mayoría holgada con el PSE (sumarían 41 escaños sobre 75) y podría revalidar los gobiernos de cohabitación de la etapa Ardanza. La otra opción sería pactar con la izquierda abertzale (46 escaños en total), si bien desde Sabin Etxea se descarta en este momento tal posibilidad porque supondría reforzar a su contrincante en el mundo nacionalista.

 El futuro político de Patxi López.

Celebradas las elecciones y aclarada la configuración del nuevo Ejecutivo, que debería tomar posesión a finales de año, la única duda por despejar será si Patxi López asume el papel de líder de la oposición o deja su escaño, como han hecho los exlehendakaris que le han precedido. De seguir su ejemplo tendría dos opciones: retirarse de la primera línea de la política, o dar el salto a la política nacional. Personas de su entorno dicen que especular en este momento con cualquiera de ambas posibilidades es muy prematuro. Antes, dicen, hay que ver los resultados y establecer la política de pactos.   

Cuando el nuevo Gobierno vasco eche a andar será el momento de que López aclare su agenda de futuro. Su imagen, muy castigada en el País Vasco, tiene, sin embargo, buen cartel en el resto de España, donde se le ve como el hombre que expulsó al PNV de Ajuria Enea tras treinta años de hegemonía nacionalista ininterrumpida, y el lehendakari bajo cuyo mandato ETA anunció el “cese definitivo” de la violencia, del que hará un año cuando se celebren los comicios.

Tal y como se vaticinaba, el lehendakari Patxi López anunció ayer el anticipo de las elecciones vascas al próximo 21 de octubre, y aunque no dijo si será el candidato del PSE, fuentes de su equipo aseguraron a este diario que será designado el próximo septiembre, tras unas elecciones primarias en las que será el único candidato. López sabe que no tiene opciones de revalidar el cargo y se ha fijado como objetivo que los resultados permitan al PSE ser la "bisagra" del futuro Gobierno. Los comicios dirimirán también la hegemonía nacionalista entre la izquierda abertzale y el PNV.

Patxi López