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Los odios personales de Rajoy y Cascos arrojaron a UPyD en brazos de la izquierda asturiana
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LA DERECHA, INCAPAZ DE PACTAR TRAS 52 DÏAS

Los odios personales de Rajoy y Cascos arrojaron a UPyD en brazos de la izquierda asturiana

La presidenta nacional de UPyD, Rosa Díez, quiso asumir "la responsabilidad" de su partido en la decisión de dar el voto clave para que el próximo miércoles

Foto: Los odios personales de Rajoy y Cascos arrojaron a UPyD en brazos de la izquierda asturiana
Los odios personales de Rajoy y Cascos arrojaron a UPyD en brazos de la izquierda asturiana

La presidenta nacional de UPyD, Rosa Díez, quiso asumir "la responsabilidad" de su partido en la decisión de dar el voto clave para que el próximo miércoles el socialista Javier Fernández sea investido jefe del Ejecutivo del Principado de Asturias. El final de un culebrón que deja un vencedor, el PSOE, y dos claros vencidos, Mariano Rajoy y Álvarez-Cascos, cuyas cuitas han acabado arrojando a UPyD en brazos de la izquierda.

Rosa Díez voló ayer desde Madrid a Oviedo para presentar, junto a su diputado Ignacio Prendes, el acuerdo que otorga la mayoría necesaria para gobernar en esta región a la izquierda, después de que el centro derecha mostrara en varias ocasiones su incapacidad para alcanzar un pacto que le permitiera retener el poder.

En realidad, lo que hizo Ignacio Prendes y avaló su organización, que el martes tuvo una reunión monográfica en Madrid sobre el tema, fue dar el respaldo a quien podía ofrecer posibilidades de que Asturias no se mantuviera inactiva y, de manera indirecta, sus afirmaciones de satisfacción fueron un reproche al centro derecha que hizo todo lo posible en estos 52 días de negociación desde que se celebraran las negociaciones para no llegar a un acuerdo.

Aunque desde hace días, Prendes tenía tomada la decisión de respaldar a Javier Fernández para la presidencia de Asturias, quiso dar una última oportunidad a un hipotético pacto de centro derecha que, en líneas generales, UPyD incluso hubiera visto mejor. Pero la imposibilidad de acuerdo entre Foro Asturias y el Partido Popular obligó a la formación magenta a virar a la izquierda. En realidad, la crónica del acuerdo con el PSOE es también la crónica de un fracaso anunciado de los conservadores asturianos por alcanzar un pacto que todos sus votantes exigían en público y en privado.

Foro Asturias y el Partido Popular prefirieron dirimir en la arena política quién era el referente del centro derecha en Asturias y ni los llamamientos de algunos de sus militantes ni el sentido común consiguieron cambiar de opinión. La mirada de Francisco Álvarez-Cascos tenía como objetivo estratégico convencer a Mariano Rajoy de que se había equivocado al no postularle como cabeza de lista del PP para las elecciones de mayo de 2011 (y posiblemente los votos y la mayoría le daban la razón) mientras que a Génova le parecía más productivo hacer que Foro Asturias se estrellara y no estar pendientes de un 'barón' más que, por otra parte, su influencia y respaldo, podría ser muy incómoda para el 'aparato' actual del partido.

En medios políticos y periodísticos asturianos siempre se barajó la hipótesis de que un acuerdo para gobernar entre PP y Foro era prácticamente imposible. El centro derecha, que en mayo de 2011 tenía 26 diputados de 45, hizo todo lo posible para hacer públicas sus diferencias y resaltar más lo que le separaba que lo que le unía. Esa política no varió después de las elecciones anticipadas de marzo que Foro convocó para ganar legitimidad entre los electores conservadores y el PP planteó cómo una segunda oportunidad para ser el partido de referencia de la derecha asturiana, después de la mayoría absoluta alcanzada por Mariano Rajoy en noviembre y de que en ese mismo mes, Cascos perdiera la mitad de sus votantes. No obstante, muchos de quienes habían optado por el cambio en la comunidad autónoma, dieron marcha atrás a la primera oportunidad y prefirieron al PSOE conocido que a la unión de la derecha por conocer.

En ese sentido, algunas de las propuestas que se hicieron en las conversaciones bilaterales que mantuvieron, más de cara a la galería que a su verdadera intención de pactar, Foro y Partido Popular causaron más extrañeza en los ciudadanos de lo que podría parecer. Pequeñas chinas en el camino del otro o no desvelar quién sería el candidato único en un anunciado principio de acuerdo, que no se llegó a consumar fueron algunas de las muestras de incompatibilidad de estas dos fuerzas del mismo espectro ideológico. Ya con el tiempo casi acabado, el PP se sacó de la manga un acuerdo para votar al candidato de Foro Asturias, supeditado a la incorporación de UPyD para que aritméticamente fuera posible. Todo hacía indicar que era una propuesta imposible para que el consenso fuera posible.

El tiempo, casi dos meses, ha acabado entre los egos y las vendettas del centro derecha, y UPyD ha acabado arrojado en barzos de un pacto de legislatura: es decir, que dejará tranquilo al Gobierno socialista con apoyo (externo o interno el tiempo lo dirá), de IU durante los próximos tres años, mientras que el centro derecha estará sin remisión en la oposición y con muy pocas posibilidades de lograr alguna victoria en el Parlamento, porque los números ya están hechos y se inclinan hacia un lado del hemiciclo, por deméritos propios.

Adiós al fantasma de la intervención

Con este acuerdo, Asturias aleja el fantasma de la intervención del Gobierno central, según explicó Rosa Díez, quien subrayó que con la formación inmediata de un ejecutivo "nadie tendrá excusas" para intervenir. También resaltó el hecho de que el pacto se produce antes de la celebración del Consejo de Política Fiscal y Financiera y de que se reúnan los organismos que deberán ratificar los ajustes en las distintas comunidades autónomas.

UPyD se da por satisfecha con la decisión de apoyar a la izquierda, tomada "por responsabilidad" así como por la perentoriedad de poner en marcha una administración que evite la paralización de la región. Ignacio Prendes, en la explicación de las razones que le llevaron a esta situación, apeló a la "regeneración democrática" y al hecho de que en el acuerdo no se incluye ninguna medida que trascienda del límite de las competencias de la comunidad autónoma. También subrayó que este pacto garantiza la estabilidad de la región.

La presidenta nacional de UPyD, Rosa Díez, quiso asumir "la responsabilidad" de su partido en la decisión de dar el voto clave para que el próximo miércoles el socialista Javier Fernández sea investido jefe del Ejecutivo del Principado de Asturias. El final de un culebrón que deja un vencedor, el PSOE, y dos claros vencidos, Mariano Rajoy y Álvarez-Cascos, cuyas cuitas han acabado arrojando a UPyD en brazos de la izquierda.

Francisco Álvarez Cascos Mariano Rajoy UPyD