Foro y PP dejan entrever un pacto con Cascos como presidente

Las elecciones anticipadas celebradas en Asturias no han resuelto el principal escollo que originó esta convocatoria, pues el PSOE se situó en primer lugar, con un escaño más que el pasado mes de mayo, pero sin la mayoría de izquierdas precisa para formar un gobierno estable. Aunque IU, su aliado natural, también logró aumentar escaños y votos, juntos no traspasan la línea de los 23 parlamentarios que representan la mayoría absoluta.

Nuevamente, la resolución de la incógnita depende de los dos partidos de centro derecha, Foro Asturias y el Partido Popular, que sí suman ese número de asientos. Las primeras impresiones que transmiten sus líderes es una declaración muy genérica a favor del hipotético pacto, con similares argumentos a los que utilizaron antes de la llamada a las urnas. La pluralidad de la sociedad asturiana se traduce en la presencia de un nuevo partido en la Junta General del Principado, UPyD, que consigue un representante.

Mercedes Fernández, la candidata del PP a la Presidencia de la Junta General del Principado, lamentó en su comparecencia que estas elecciones no hubieran servido para nada y, aunque sus resultados fueron mucho más pobres que los esperados, no parece que le falte razón. El enigma de la estabilidad en la comunidad autónoma no queda resuelto y sigue, como antes del 25 de marzo, en manos de las dos principales fuerzas de la derecha.

En su primera alocución, ni Francisco Álvarez-Cascos ni su antigua compañera de partido y leal colaboradora disiparon ninguna duda. Los dos cabezas de lista mostraron su disposición al acuerdo, pero no pasaron de esta disponibilidad. Muy al contrario, el todavía presidente de Asturias se mostró muy crítico con la estrategia de los dos grandes partidos nacionales contra su formación y manifestó que las líneas de actuación de Foro Asturias se sitúan en la preservación de la Sanidad, la Educación y las políticas sociales como elementos claves, a la vez que disparaba con fuego a la política de ajustes del gobierno de Mariano Rajoy.

Por su parte, Mercedes Fernández hizo hincapié en que cualquier tipo de negociación con el otro partido del centro derecha debía ir en la doble dirección, correspondiendo la iniciativa de llamar a su rival al partido más votado. En una línea similar se expresó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cuya felicitación al PSOE por su triunfo no pasó inadvertida por su expresividad, mientras recalcaba la pérdida de votos y diputados del partido de Álvarez-Cascos. Su intervención desde Génova fue calificada de críptica  y desconcertante por varios  de los comentaristas políticos que iban analizando los datos de los colegios electorales en los medios de comunicación.

Éxito relativo de ‘Foro Asturias’

Cascos no pudo revalidar su victoria del mes de mayo y cede tres diputados y un importante número de votos pero, pese a ese descenso, Foro Asturias considera un éxito la convocatoria de elecciones anticipadas y, especialmente, su victoria sobre las encuestas. La mayoría de los sondeos de opinión colocaban a ese partido por detrás de su antigua formación y con un número de parlamentarios muy inferior. Al final, no solo salvó parte de los muebles sino que cualquier pacto de la derecha para gobernar en Asturias pasa porque el ex vicepresidente del Gobierno vuelva a ser el jefe del Ejecutivo regional. Además, logra frenar la sangría de votos que le llevaron en noviembre a casi un descalabro electoral, con 90.000 papeletas menos que en mayo de 2011. En cierta manera, Cascos ha revivido, pero su posición puede irse al traste si no consigue volver a ocupar el palacio de Suárez de la Riva y Javier Fernández, el cabeza de lista socialista, le arrebata la gloria.

A Javier Fernández le dedicó Cascos un caballeroso saludo de felicitación tras conocerse prácticamente el cien por cien de los votos escrutados. Sorprendió, sin embargo, que destinara unas palabras de enhorabuena a UPyD por su acceso al Parlamento regional, sobre la base de que su ingreso era el fiel reflejo de la sociedad asturiana. Más de uno interpretó este saludo como un guiño a un hipotético pacto para gobernar, aunque el partido de Rosa Díez no sería necesario en el caso de que PP y Foro Asturias se entendieran. Sin embargo, desde la formación casquista podría utilizarse como arma arrojadiza contra los conservadores para demostrar que no es Cascos quien no quiere llegar a alianzas.

El recuento de votos no fue muy emocionante. Desde el principio, la victoria del PSOE estuvo segura y entre el 20% del escrutinio y poco más del 70%, la configuración de la Cámara autonómica  daba un empate a 22 diputados, con UPyD como partido decisivo. En el último tercio del recuento, Izquierda Unida perdió su diputado por la circunscripción occidental en beneficio de Foro Asturias y así fue hasta el último voto, a excepción de que las papeletas de los emigrantes que no han sido todavía entregadas para su lectura, modifiquen esta composición, lo que, a priori, no parece probable.

Un elemento fundamental de estas elecciones ha sido la abstención, que se situó en torno al 45%, dejando la participación en el 55,76%, once puntos por debajo de los comicios de mayo de 2011. La apatía ante las urnas afectó a la mayoría de los partidos, pero especialmente al PP y a Foro, aunque Izquierda Unida logró 5.000 votos más que en 2011 y UPyD consiguió casi punto y medio más que las autonómicas anteriores.