Secretarios provinciales evitaron que Griñán apoyara a Chacón: “Sería la guerra”

La fuerte tensión interna que ha marcado las jornadas previas al congreso federal del PSOE ha tenido uno de sus puntos álgidos en la figura de José Antonio Griñán. El presidente de la Junta, que presidirá también el 28 congreso, estaba decidido hace sólo una semana a hacer público su apoyo a Carme Chacón. Para garantizar que su “salida del armario” a favor de la precandidata no provocara una reacción en contra en su territorio, Griñán contactó con los secretarios provinciales del partido en Andalucía y, finalmente, varios de ellos le pararon los pies impidiéndole que se pronunciara ayer a favor de la precandidata e incluso advirtiéndole de que un gesto así del presidente supondría una “declaración de guerra” contra los partidarios de Pérez Rubalcaba.

José Antonio Griñán, de hecho, tenía decidido hacer pública su opción y así lo dejó entrever recientemente. Esta decisión respondía a las presiones que sobre él ejercía la candidatura de Carme Chacón, sobre todo después de que Felipe González hiciera público su apoyo a Pérez Rubalcaba. El gesto del ex presidente del Gobierno hacia el ex ministro supuso un golpe en las expectativas de Chacón, agravado por la publicación de un reportaje en el diario “El País” en el que se cuestionaba el entorno de la precandidata con insinuaciones sobre la supuesta trama mediático-política que sostenía a la aspirante.

Presiones del entorno de Chacón

Estas presiones sobre Griiñán se mantuvieron hasta este miércoles, cuando el ex ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró que “sería relevante” que Griñán se pronunciara, y la propia Chacón insistía en el “gran entusiasmo” que observaba en Andalucía. Previamente, el equipo de Chacón había filtrado a dos diarios catalanes que Griñán haría público su apoyo a esta precandidata, en un último intento por poner al presidente andaluz en la tesitura de definirse.

La intención de Griñán de hacer público su apoyo a Chacón se paró en seco cuando contactó con los secretarios provinciales del partido. Algunos de ellos le advirtieron que no estaban dispuestos a consentir que un cargo institucional como él inclinara la balanza hacia una de las partes. En estas advertencias destacaron sobre todo los secretarios de Cádiz, González Cabaña, y de Sevilla, José Antonio Viera, dos destacados partidarios de Rubalcaba, que cuenta además con el bastión de Jaén, controlado por Gaspar Zarrías, donde la inmensa mayoría de los delegados que van al congreso son de esta tendencia.

La “exquisita imparcialidad”

A Griñán se le llegó a advertir que un gesto así del presidente de la Junta y secretario general del partido, además de presidente del congreso federal, podría romper definitivamente al PSOE en Andalucía, agravaría aún más las divisiones que se han producido en los prolegómenos de este congreso y en todo caso sería “una declaración de guerra”.

Los fieles a Rubalcaba dieron cuenta de las intenciones de Griñán a su precandidato. Éste, según confirmaron varias fuentes a El Confidencial, intervino ante el presidente andaluz advirtiéndole de las consecuencias de un gesto así (una conversación que Rubalcaba desmiente vehementemente que se haya producido). Finalmente, Griñán optó por reconsiderar su actitud y públicamente respondíó al recado de Rubalcaba asegurando por primera vez que mantendría una “exquisita imparcialidad” como presidente del congreso y no se pronunciaría a favor de ninguno de los contendientes.