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La herencia de Ana Botella al 'otro' De Guindos: el cielo de Madrid, más contaminado
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GALLARDÓN CIFRÓ EN 500 MILLONES EL PLAN PARA ACABAR CON LA CONTAMINACIÓN

La herencia de Ana Botella al 'otro' De Guindos: el cielo de Madrid, más contaminado

El cielo de Madrid está más sucio que nunca y las cuentas ahora las rinde Antonio de Guindos, sucesor de Ana Botella en el área de

Foto: La herencia de Ana Botella al 'otro' De Guindos: el cielo de Madrid, más contaminado
La herencia de Ana Botella al 'otro' De Guindos: el cielo de Madrid, más contaminado

El cielo de Madrid está más sucio que nunca y las cuentas ahora las rinde Antonio de Guindos, sucesor de Ana Botella en el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Si en el último pleno municipal que la alcaldesa intervino como responsable del área hace quince días aseguró que “la contaminación ha mejorado hasta niveles que parecían inalcanzables”, en realidad Madrid cerró 2011 con el cielo más sucio que en 2010. Teniendo en cuenta la media anual de las 24 estaciones de medición repartidas por la ciudad, la capital acabó el ejercicio con un registro de 45 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2), un punto más que el anterior año.

Ecologistas en Acción recuerdan a la alcaldesa y ex responsable del medio ambiente que han tenido dos legislaturas completas para garantizar los niveles impuestos en Bruselas y se quejan de que sigan retrasando el derecho de los madrileños a respirar aire puro. Para la organización, lo más deseable para los pulmones de los madrileños sería que la Comisión Europea no concediera la moratoria al Consistorio porque “Madrid no se ha esforzado en reducir la contaminación”.

La normativa europea prohíbe superar los 40 microgramos de NO2, una cifra que la capital incumplió en el año 2010. El propio Gallardón cifró en 500 millones de euros el ambicioso Plan que ya tejió en 2006 para entrar en el cinturón europeo. Entonces, el alcalde hablaba de peatonizar más calles, restringir el acceso de los vehículos más contaminantes y de potenciar el transporte público en 2008. Sin embargo, en el último Plan de calidad del aire que presentó Botella se limita a limpiar la ‘boina’ de Madrid poniendo un 10% más caro los tickets de los parquímetros en el centro y durante una hora. El objetivo, según la ahora alcaldesa, es disuadir a los conductores de entrar con el coche en Madrid. Ni rastro de las promesas del entonces alcalde, ahora ministro de Justicia.

Tanto para Ecologistas en Acción como para miembros de la oposición del Consistorio ha sucedido lo esperado tras la ausencia de medidas. De hecho, la propia Botella utilizó el asunto en campaña electoral de cara a las elecciones del 22-M, y en la primavera pasada aseguraba que hasta que los madrileños no les dieran el apoyo en las urnas no conocerían el plan que estaban estudiando. Un plan que se puso sobre la mesa a finales de 2011, que todavía debe pasar por el pleno y que, para aprobarse, necesita la modificación de dos ordenanzas municipales.

Confianza en De Guindos, nuevo responsable de Medio Ambiente

Tanto Ecologistas en Acción, que presentará informe anual sobre la calidad del aire en Madrid la próxima semana, como los equipos de la oposición en el ayuntamiento confían en Antonio de Guindos, sucesor de Ana Botella en el departamento, para cambiar esta tendencia y conseguir que los datos entren dentro de los márgenes recomendados para que la salud de los ciudadanos no empeore.

La organización denuncia que Madrid mantenga esta situación de emergencia y echa la culpa a sus responsables de consentir estos excesos, “ya que tiene numerosas implicaciones económicas, tanto por una mayor morbilidad de los ciudadanos como por una mayor cuota de bajas laborales de los madrileños”. Un informe de impacto de la Comisión Europea calculó el coste de la aplicación de políticas de mejora de la calidad del aire y llegó a una conclusión: “En el peor de los escenarios posibles, los beneficios de un aire libre de contaminación supera entre 1,4 y 4,5 veces los costes”.

El cielo de Madrid está más sucio que nunca y las cuentas ahora las rinde Antonio de Guindos, sucesor de Ana Botella en el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. Si en el último pleno municipal que la alcaldesa intervino como responsable del área hace quince días aseguró que “la contaminación ha mejorado hasta niveles que parecían inalcanzables”, en realidad Madrid cerró 2011 con el cielo más sucio que en 2010. Teniendo en cuenta la media anual de las 24 estaciones de medición repartidas por la ciudad, la capital acabó el ejercicio con un registro de 45 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2), un punto más que el anterior año.