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Rubalcaba defiende ahora un PSOE “nacional” frente al catalanismo de Chacón
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EL SOCIALISTA GOLPEA PRIMERO POR LA SECRETARÍA GENERAL

Rubalcaba defiende ahora un PSOE “nacional” frente al catalanismo de Chacón

Treinta años en política no son nada. Al menos, así lo cree Alfredo Pérez Rubalcaba, que ayer se presentó como el “cambio” que necesita el PSOE

Foto: Rubalcaba defiende ahora un PSOE “nacional” frente al catalanismo de Chacón
Rubalcaba defiende ahora un PSOE “nacional” frente al catalanismo de Chacón

Treinta años en política no son nada. Al menos, así lo cree Alfredo Pérez Rubalcaba, que ayer se presentó como el “cambio” que necesita el PSOE para volver a ganar las elecciones. El líder parlamentario de los socialistas ha sido el primero en lanzarse oficialmente a la carrera sucesoria, y lo ha hecho tratando de cerrar el paso al Carme Chacón por varios flancos. Además de adoptar el siempre deseado mensaje del cambio y apostar por las primarias a la francesa, disparó al punto más débil de su rival: su pertenencia al PSC. En un giro inesperado, e imitando al mejor José Bono, Rubalcaba abogó  por un “partido nacional”, que “diga lo mismo en toda España”, marcando de esta forma distancias con el carácter catalanista de Chacón.

El candidato, que encajó una severa derrota hace poco más de un mes, se ha levantado de la lona dispuesto a retener el control del partido. Su receta está clara: impedir a toda costa que Chacón o cualquier otra opción le supere con un discurso de mayor apertura, progresismo o modernidad. Pese a que acaba de perder las elecciones y ha formado parte de todos los gobiernos socialistas, el veterano dirigente no tuvo reparos en presentarse como el candidato del “cambio”. Y aunque en verano logró eludir las primarias para convertirse en aspirante a la Moncloa por aclamación, ayer defendió el modelo del Partido Socialista francés.

“Cuando proponemos que nuestro próximo candidato pueda ser elegido en unas primarias abiertas a todos los ciudadanos que deseen participar en ellas, lo hacemos, sobre todo, por establecer una nueva cultura de partido”, aseguró Rubalcaba, quien defendió también que “millones de simpatizantes sientan que puedan colaborar, intervenir, opinar y tomar parte en nuestras decisiones”. En un mensaje dirigido especialmente a los militantes, que en última instancia elegirán a los delegados que votarán al próximo secretario general, insistió en ofrecer más “participación” de carácter “permanente”, “global” y “social”.

Rubalcaba trata de satisfacer a los afiliados que han comenzado a organizarse para exigir un papel más relevante en la reformulación del partido. Precisamente ayer, la plataforma Bases en Red se reunió en Jun (Granada) para debatir sobre la democracia interna en el PSOE. El eco que este movimiento ha logrado a través de Internet se tradujo en la participación por videoconferencia de Elena Valenciano, mano derecha del candidato; y de Juan Fernando López Aguilar, firmante del manifiesto Mucho PSOE por Hacer. El propio Rubalcaba lanzó un guiño a las posibilidades de Internet, que definió como el “instrumento más formidable de participación política que jamás ha tenido el hombre”.

Pero el ex vicepresidente tampoco perdió la oportunidad de atizar a su previsible adversaria en uno de sus flancos más desprotegidos. Su objetivo es remarcar la imagen catalana de Chacón, su militancia en el PSC, así como el discurso catalanista que ha desplegado como número uno de la lista electoral por Barcelona. Un ataque que ya ensayaron en noviembre Alfonso Guerra y José Bono. El primero recordó que la ex ministra de Defensa es del PSC, “que se ha cansado de repetir que ellos son otro partido”; mientras que el manchego aseguró que el PSOE necesitaba un líder al que “no le diera vergüenza gritar ¡Viva España!”.

Un PSOE “intergeneracional”

Con una frase que antes ya han reiterado figuras de diversa trayectoria como Bono o Rosa Díez, Rubalcaba se desmarcó de Chacón reivindicando “un partido que hable con la misma voz en todas las comunidades autónomas”. “Un partido nacional, capaz de vertebrar España, capaz de decir lo mismo en todas partes y, sobre todo, que los ciudadanos lo perciban así. Y en los últimos tiempos se nos ha ido olvidando”, enfatizó. Con este mensaje, el líder provisional socialista trata de aproximarse a las corrientes guerristas que todavía perviven en Madrid, una comunidad dividida desde la victoria de Tomás Gómez, así como a las tesis de militantes del interior y sur del país que no compartieron la apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero por el Estatut.  

Por otra parte, Rubalcaba trata de rejuvenecer su candidatura “intergeneracional” con caras como las de los diputados Juan Moscoso, María González Veracruz o Pablo Martín, con quienes combate la diferencia de edad que, en este caso, puede jugar a favor de Chacón u otro candidato. No obstante, en la abarrotada sede madrileña de la UGT, donde el ex vicepresidente buscó la conexión emocional con las bases sindicales, se vieron otras caras mucho más conocidas. José Enrique Serrano, Jaime Lissavetzky, Diego López Garrido, Valeriano Gómez, Trinidad Jiménez, Óscar López o Carlos Totorica acudieron para respaldar al candidato. Otros, como Tomás Gómez, Roberto Jiménez o José María Barreda decidieron estar presentes solo para “escuchar”.  

Mientras, Chacón calcula el momento de saltar a la arena para pelear abiertamente por el liderazgo, y sus colegas de manifiesto se mantienen activos. Pedro Zerolo se sumó ayer con un nuevo documento sobre ciudadanía exterior, y Miguel Ángel Moratinos difunde este viernes el texto en Soria junto al alcalde de la ciudad, el joven socialista Carlos Martínez.

Alfredo Pérez Rubalcaba Carme Chacón