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José Bono jura que, ahora sí, se va de la política y se marcha de viaje a Eurodisney
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José Bono jura que, ahora sí, se va de la política y se marcha de viaje a Eurodisney

Muchos no le creen. Cuesta imaginarse que José Bono vaya a jubilarse ahora de la primera línea de la política sin dejar una puerta abierta para

Foto: José Bono jura que, ahora sí, se va de la política y se marcha de viaje a Eurodisney
José Bono jura que, ahora sí, se va de la política y se marcha de viaje a Eurodisney

Muchos no le creen. Cuesta imaginarse que José Bono vaya a jubilarse ahora de la primera línea de la política sin dejar una puerta abierta para el retorno. Aunque sea como solución de salvación si el partido requiere de sus servicios a última hora. Él, sin embargo, insiste en que no hay vuelta atrás. “Os lo dije y vais a ver como es verdad”, repetía una y otra vez el aún presidente del Congreso de los Diputados, que vivió ayer su último acto como tercera autoridad del Estado alabando al presidente saliente y deseando suerte al entrante. También sentando en una misma mesa a Zapatero y Rajoy. “Es la primera vez que ocurre”, explicaba. “Es importante que hoy los dos se vean, que hablen durante la comida. Habrá una conversación en la que la gente, a esos niveles, dirá lo que piensa”, contaba el cicerone del encuentro, al que asistieron también todos los ex presidentes de la Cámara salvo Manuel Marín.

Bono cuelga los hábitos de la política y dice que, de momento, descansará un poco y aprovechará para irse a Eurodisney con su hija pequeña. La misma que hace unos años le convenció para que dejase el Ministerio de Defensa y, también, entonces, la política. Poco más dejó entrever Bono ayer de sus planes de futuro más inmediatos. El manchego se despidió de los diputados entrantes y salientes con un discurso en el que animó a que Gobierno y oposición “caminen” juntos en estos momentos tan complicados porque, de lo contrario, según explicó después en los corrillos, se teme algún “disgusto, incluido algún Gobierno a la italiana”. “Lo peor que podría pasar es que la calle estuviera enardecida, el odio se instalase en la Cámara y los periódicos atizasen”, confesó. 

En su opinión, quien no arrime el hombre, no estará a la altura política y moral que exigen los españoles. Un mensaje que, a muy corta distancia, escucharon tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como su adversaria interna, Carme Chacón. “Me gustaría que lo que he dicho fuese verdad”, señaló después Bono. “Los parados, los dependientes, los muchos españoles que no llegan a fin de mes, nos reclaman unidad: ¡caminen juntos, pónganse de acuerdo!, nos dicen, de manera clara y contundente”.

Bono también hizo una cerrada defensa de su patriotismo. Ese mismo sentimiento que hace solo unos días dijo que debería tener quien se postule como próximo líder del Partido Socialista. Y se defendió de las críticas recibidas alegando que se va de su puesto queriendo a España: “Ni tengo, ni tuve, ni tendré complejos en confesarlo, frente a las críticas serenas o las chanzas de bajo calibre intelectual o patriótico”. Quien quiera entender, entienda…. Él por si acaso, sigue siendo quién mejor se retrata en ese perfil que hace unos días trazó sobre la personalidad del próximo líder de su partido. El tiempo dirá si es solo consejo lo que ofrece o si aguarda la llamada de sus compañeros en algún momento del futuro.

La vertebración territorial

Al hilo de esa referencia, Bono sí explicó después lo que le dijo al Rey en el almuerzo que mantuvo con él el pasado 28 de septiembre en el Congreso de los Diputados. “El Rey nos preguntó que pensábamos y yo le dije que  creo que el complejo de defender lo que España ha sido de moderna y de solidaria yo no lo tengo, pero no sé si mis compañeros de mesa lo tendrían. O hay una vertebración territorial de poder en España o, si no, nos irá muy mal”.

Sea como fuere, ni Bono ni Zapatero pudieron acaparar ayer tanto protagonismo como el que acompaña ya el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que recibía a unos y otros en los salones de la Cámara Baja casi como si fuera el Rey de España. A él, Bono le deseó “acierto en sus decisiones”  y que su “navegación sea fecunda y constructiva por el bien de todos”. Palabras de agradecimiento que también tuvo para el propio Zapatero, el hombre que le ganó por el liderazgo del PSOE hace ahora 11 años.

“Cuando la mar se calme, la tempestad amaine y con la perspectiva que da el tiempo se puedan distinguir las voces de los ecos”, se contemplará “en toda su dimensión" la obra de Zapatero como gobernante, dijo. “Presidente, has dado a España lo mejor de ti en un tiempo difícil, y los españoles son generosos y han de saber apreciarlo como te mereces.   Presidente, gracias por tus desvelos. Salud y éxito en tu vida personal y familiar”.

El incombustible político manchego acudirá el próximo 12 a la Constitución de las nuevas Cortes sin saber todavía quién será su sustituto. “Aquí se llega para jubilarse o para repetir. No más”, explicó a los periodistas. “No para ascender”.

Muchos no le creen. Cuesta imaginarse que José Bono vaya a jubilarse ahora de la primera línea de la política sin dejar una puerta abierta para el retorno. Aunque sea como solución de salvación si el partido requiere de sus servicios a última hora. Él, sin embargo, insiste en que no hay vuelta atrás. “Os lo dije y vais a ver como es verdad”, repetía una y otra vez el aún presidente del Congreso de los Diputados, que vivió ayer su último acto como tercera autoridad del Estado alabando al presidente saliente y deseando suerte al entrante. También sentando en una misma mesa a Zapatero y Rajoy. “Es la primera vez que ocurre”, explicaba. “Es importante que hoy los dos se vean, que hablen durante la comida. Habrá una conversación en la que la gente, a esos niveles, dirá lo que piensa”, contaba el cicerone del encuentro, al que asistieron también todos los ex presidentes de la Cámara salvo Manuel Marín.

José Bono