Trinidad Jiménez cambia su agenda para exhibir su amistad con Felipe González

Trinidad Jiménez modificó ayer sobre la marcha su agenda oficial para hacerse la foto con Felipe González y exhibir públicamente su estrecha amistad con el ex presidente del Gobierno ante su rival en las primarias de Madrid, Tomás Gómez. La ministra de Sanidad y candidata del aparato socialista, que apareció por sorpresa en la presentación de un libro del ex alto representante de la UE y ex secretario general de la OTAN, Javier Solana, se dejó querer por los fotógrafos en compañía de González, que presidió el acto, y se marchó discretamente pocos minutos después para acudir a un encuentro con militantes socialistas del distrito madrileño de Latina.

Si algunos de los más insignes representantes de la vieja guardia del PSOE habían escenificado en los últimos días su respaldo a Gómez -los ex ministros José Barrionuevo, Virgilio Zapatero, Matilde Fernández, Javier Gómez Navarro y Carlos Romero, además del ex presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra y el ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina, han arropado públicamente al líder del PSM-, Trini alardeó ayer de su amistad con González, el padre de todos ellos, para mostrar a su rival que ella cuenta con el supuesto apoyo del ex presidente del Gobierno, pese a que éste ha mantenido hasta ahora una exquisita neutralidad ante los dos candidatos.

La agenda de Jiménez para el martes 28 de septiembre -que se puede consultar en la página web de su candidatura- sólo incluía tres actos de campaña: una reunión con profesionales de la educación en el distrito de Lavapiés -por la mañana- y dos encuentros vespertinos con militantes de las agrupaciones socialistas de Ciudad Lineal y Latina. Pero no anunciaba su asistencia a la presentación en la sede de la Biblioteca Nacional de Reivindicación de la política, el libro que recoge las conversaciones de Solana con el periodista Lluís Bassets, que contó con la presencia de González y el escritor y ex ministro Jorge Semprún como maestros de ceremonias.

Una foto de muchos quilates

Trini y su equipo de campaña sabían de antemano que el ex presidente del Gobierno acudiría a la presentación del libro de Solana, y decidieron que no podían dejar escapar la oportunidad de colarse en una foto de muchos quilates. Poco importaba que también estuvieran allí el ministro de Fomento y número dos del PSOE, José Blanco, y el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, dos de los pesos pesados que respaldan a Jiménez: el único apoyo que la ministra de Sanidad quería inmortalizar ante los fotógrafos y cámaras de televisión era el de González, cuya autoridad, carisma y tirón entre la militancia socialista siguen siendo indiscutibles.

Jiménez posó muy sonriente con González pero ni siquiera esperó a que éste presentara el libro de Solana. La aspirante a candidata socialista a la Comunidad de Madrid se sentó en primera fila durante unos minutos y poco después, mientras Semprún -que precedió al ex presidente del Gobierno en el uso de la palabra- se dirigía al auditorio, abandonó apresuradamente el salón de actos de la Biblioteca Nacional para acudir a su último encuentro del día con militantes socialistas, esta vez en el distrito de Latina y acompañada por Jaime Lissavetzky, candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid.

González, a su llegada a la Biblioteca Nacional, se hizo el escurridizo con los periodistas, a los que esquivó con un vago compromiso de que, al concluir el acto, respondería a sus preguntas. Pero el ex presidente del Gobierno dejó a los informadores con un palmo de narices, porque, terminada la presentación del libro, y aprovechando el tumulto, se escabulló por una puerta lateral. Tal vez porque temía -con razón- que le iban a preguntar si su favorita en las primarias es Jiménez.