El Supremo sospecha que una parte del sueldo de Garzón se ocultó al fisco de EEUU

El magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, que instruye la causa por cohecho y prevaricación contra Baltasar Garzón por los patrocinios que éste obtuvo para financiar su estancia académica en Estados Unidos, sospecha que la Universidad de Nueva York ocultó al fisco de aquel país una parte del salario que pagó al juez estrella por las clases que impartió entre 2005 y 2006. Garzón disfrutó durante ese periodo de una licencia por estudios que le concedió el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y siguió cobrando su sueldo íntegro de la Audiencia Nacional.

El pasado día 9, Marchena ordenó a la Guardia Civil que investigue las cuentas bancarias y las declaraciones tributarias de Garzón para conocer el "importe exacto" de las cantidades cobradas por el juez durante su etapa en la Universidad de Nueva York, en la que compatibilizó la dirección de varios ciclos de conferencias en el Centro Rey Juan Carlos I con las clases en el Centro de Derecho y Seguridad, ambos en el campus neoyorkino.

Marchena justificó su decisión de investigar el patrimonio de Garzón, entre otras razones, porque las grandes empresas que patrocinaron sus actividades -Banco Santander, Telefónica, BBVA, Endesa y Cepsa, que aportaron una cantidad probablemente superior al millón de euros- lo hicieron sin aplicar "medidas de control, justificación o fiscalización del gasto". El magistrado del Supremo ignora todavía la cuantía exacta de los pagos al juez debido a la opacidad de la Universidad de Nueva York, de las empresas patrocinadoras de los cursos y del propio Garzón; de ahí que haya ordenado ahora fiscalizar sus cuentas bancarias para aclarar "cuánto, cuándo, cómo y quién" financió sus actividades académicas.

"Propósito de ocultación"

El Supremo censura a las autoridades académicas de la Universidad de Nueva York por su "continua desatención" y sus "evasivas" a la hora de colaborar con la Justicia española, una actitud, según Marchena, "sólo explicable por el deliberado propósito de ocultación". El magistrado recuerda que la universidad, mediante un certificado expedido el 16 de diciembre de 2008, declaró que la retribución abonada a Garzón por sus clases en el Centro de Derecho y Seguridad fue de 90.413,52 dólares en 2005 y 69.919,62 dólares en 2006. Pero sólo tres meses después, advierte Marchena, la universidad emitió un nuevo certificado en el que calificaba de "error" esas cantidades.

El 26 de marzo de 2009, en efecto, la Universidad de Nueva York remitió al Tribunal Supremo un certificado en el que aseguraba que la suma realmente cobrada por Garzón fue inferior a lo inicialmente declarado; concretamente, 74.442 dólares en 2005 y 57.710 dólares al año siguiente. Es decir, unos 28.000 dólares menos. "Esta imprevista rectificación", sostiene ahora Marchena, "es coincidente con las cuantías expresadas en otros dos documentos [posteriores] incorporados a la causa por la propia universidad y referidos a las cantidades que la Universidad de Nueva York declaró ante la Hacienda americana".

El Supremo argumenta que "esa forzada coincidencia obliga a determinar si la rectificación del importe de las retribuciones inicialmente certificadas obedeció al interés de ajustar artificialmente lo percibido [por Garzón] y lo declarado por la Universidad de Nueva York al fisco estadounidense". Fuentes muy cercanas al alto tribunal señalaron ayer a El Confidencial que Marchena tiene "indicios suficientes" para creer que ese "baile de cifras" obedece a que una parte del salario cobrado por Garzón "se ocultó" al erario de EEUU.