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El alcalde de Rodiezmo: “Es una cobardía que Zapatero no venga este año a dar la cara”
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ZAPATERO NO ACUDIRÁ AL TRADICIONAL MITÍN DE LOS MINEROS

El alcalde de Rodiezmo: “Es una cobardía que Zapatero no venga este año a dar la cara”

El monte sagrado del socialismo español desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al sillón de Pablo Iglesias está en las laderas de Rodiezmo, en León.

Foto: El alcalde de Rodiezmo: “Es una cobardía que Zapatero no venga este año a dar la cara”
El alcalde de Rodiezmo: “Es una cobardía que Zapatero no venga este año a dar la cara”

El monte sagrado del socialismo español desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al sillón de Pablo Iglesias está en las laderas de Rodiezmo, en León. En un pueblo casi desierto durante el año que, sin embargo, copa titulares y portadas todos los meses de septiembre con la llegada, puño en alto, de socialistas de última generación como Leire Pajín o Bibiana Aído y de incombustibles como Alfonso Guerra. La fiesta de la minería astur-leonesa ha sido, durante los años de rosas y Don Pérignon del presidente, el punto de partida de cada curso político y el escenario mitinero elegido por Zapatero para anunciar la subida de las pensiones o del salario mínimo. 

Pero acabada la fiesta, el presidente ha optado en hacer mutis por el foro con la excusa de que estará de viaje oficial por Asia. Será la primera vez, desde 2001, en la que no se vea a Rodríguez Zapatero entonar la internacional junto al líder de la UGT. Un gesto que para el alcalde de Rodiezmo, Óscar Gutiérrez, es un acto de “cobardía”. “Yo no soy quién para darle un consejo al presidente del Gobierno pero, en mi humilde opinión, pienso que debe venir a Rodiezmo y sacar el pecho igual que lo hacía cuando venía anunciar que subiría las pensiones”, explica a El Confidencial este regidor que, pese a todo, es del Partido Popular y lleva gobernando en el pueblo desde el año 1995. “Que venga, que dé la cara y que diga que estamos en crisis y que tenemos que ajustarnos el cinturón. Eso lo entiende todo el mundo. Si no viene, pienso que no nos merecemos a este presidente”. 

¿Y se imagina a Zapatero en la campa de Rodiezmo anunciando que aumenta la edad de jubilación hasta los 67 años?

No creo que dijera eso. Daría 50.000 vueltas y buscaría la fórmula para decirlo sin molestar a nadie. 

A fuerza de convertirlo en una costumbre, el mitin de Rodiezmo se ha convertido en una de las citas obligatorias del calendario socialista de cada primer domingo de septiembre. Una fiesta campera que organiza Soma-UGT y que congrega cada año a varios miles de sindicalistas. Y que deja su dinerillo en Rodiezmo, un pueblo que, junto con otras 17 pedanías, está bajo el mando del Ayuntamiento de Villamanín. “No cabe duda de que ese día quedan unos cuanto millones de pesetas en la zona”, explica el alcalde. “Yo estoy encantado de que Zapatero venga todos los años y ojalá que esto siga para adelante y que, este año,  en vez de 25.000 personas, vengan 40.000 ó 50.000. No tenemos ningún problema. Admitimos a todas las personas de bien que vengan“.

La cita de este año traía consigo una dosis doble de morbo por la posible foto del presidente con Cándido Méndez a menos de 20 días de la primera huelga general de la Era Zapatero. Algo que se antojaba de difícil logro por más que el socialista le dijese a Rajoy, durante el debate sobre el estado de la Nación, que se siente “muy a gusto entre los mineros de León y Asturias e iré muchos años más”. 

Por lo pronto, habrá que esperar, como mínimo, un año más para verle por estas tierras. Lo que parece difícil también es que cuando vuelva se digne a reunirse con el alcalde de Rodiezmo, pues nunca ha atendido a sus reiteradas invitaciones. “Le mando todos los años una invitación y muy amablemente me contestan siempre de Moncloa diciendo que no puede acudir por motivos de agenda”, explica Gutiérrez. “Yo creo que eso no es cierto porque yo le veo que se suele parar aquí en un hostal y se suele tirar media hora tomándose sus vinitos y comprando embutidos de la zona, que son estupendos. Pero para venir a ver al alcalde del pueblo no tiene tiempo. Será porque no somos del mismo color político. Problemas para exponerle siempre hay. De hecho, concretamente, en la zona donde acude a dar el mitin nos hemos quedado sin agua desde hace más de tres años a raíz de la construcción del túnel del AVE. No ha tenido la delicadeza aún de dirigirse a nosotros para nada”. 

De profesión cartero jubilado, este alcalde explica cuál es la clave de su éxito popular en un feudo tradicionalmente de izquierdas en donde el PSOE barre en las elecciones generales. “Llevo una técnica y es que gasto solo lo que tengo”, dice. “Si el Ayuntamiento ingresa alrededor de 80 millones, gasto 80 millones. Lo que no se puede hacer es ingresar uno y gastar cinco porque, entonces, llega el día en que se toca fondo y no se puede seguir gastando. Estoy en contacto directo con mis vecinos todos los días y eso vale mucho”.

¿A falta de Zapatero, se atreve a invitar a Rajoy?

Rodiezmo es una fiesta minera de UGT y creo Rajoy poco tiene que hacer allí. Pero no se preocupe, que cuando Rajoy sea presidente le voy a invitar a la zona.

El monte sagrado del socialismo español desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al sillón de Pablo Iglesias está en las laderas de Rodiezmo, en León. En un pueblo casi desierto durante el año que, sin embargo, copa titulares y portadas todos los meses de septiembre con la llegada, puño en alto, de socialistas de última generación como Leire Pajín o Bibiana Aído y de incombustibles como Alfonso Guerra. La fiesta de la minería astur-leonesa ha sido, durante los años de rosas y Don Pérignon del presidente, el punto de partida de cada curso político y el escenario mitinero elegido por Zapatero para anunciar la subida de las pensiones o del salario mínimo.