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Pajín se queda sola en el PSOE por su enfrentamiento con Blanco y Chaves
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DIPUTADOS SOCIALISTAS CRITICAN SU GESTIÓN "DESASTROSA" Y SU AFÁN DE PROTAGONISMO

Pajín se queda sola en el PSOE por su enfrentamiento con Blanco y Chaves

"Es tan ambiciosa que aspira nada menos que a ser la delfín de Zapatero, pero se va a estrellar. Está peleada con Blanco y Chaves, su gestión es

Foto: Pajín se queda sola en el PSOE por su enfrentamiento con Blanco y Chaves
Pajín se queda sola en el PSOE por su enfrentamiento con Blanco y Chaves

"Es tan ambiciosa que aspira nada menos que a ser la delfín de Zapatero, pero se va a estrellar. Está peleada con Blanco y Chaves, su gestión es un desastre y se ha quedado casi aislada en el partido". Un diputado socialista resume de esta forma tan descarnada la imagen cada vez más extendida de la número tres del PSOE, Leire Pajín, entre sus compañeros de filas, que critican su "afán de protagonismo" y sus "errores de bulto", entre los que citan su apuesta fallida por Tomás Gómez, en Madrid, y Jorge Alarte, en Valencia, para tratar de romper la hegemonía del PP en ambas comunidades.

La absoluta falta de sintonía entre Pajín y el vicesecretario general  y número dos del PSOE, José Blanco, ha degenerado en una lucha por el poder que se ha saldado con la victoria aplastante de este último, y con el presidente del partido, Manuel Chaves, como tercero en discordia. Un reciente episodio ilustra bien el clima de tensión y desconfianza que se ha instalado en la cúpula de Ferraz: la pugna de Pajín y Chaves por compartir con José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González el cartel protagonista en el homenaje que el Grupo Parlamentario Socialista rindió el pasado jueves a su primer diputado en la Carrera de San Jerónimo, Pablo Iglesias.

El coloquio de la mañana, con la presencia de Alfonso Guerra, José Bono, el ex presidente del Congreso Gregorio Peces-Barba y el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, iba a ser presentado por Blanco; el de la tarde, con la intervención estelar de Zapatero y González, por Pajín. Ésta, según las fuentes socialistas consultadas, no se conformó con ese papel secundario y movió los hilos para hacerse un hueco en la tribuna de oradores, de igual a igual, entre el presidente y el ex presidente del Gobierno, mientras Chaves, al saber que ni siquiera figuraba como actor de reparto, montó en cólera. Para que la sangre no llegase al río, el vicesecretario general del PSOE y la dirección del grupo parlamentario pactaron una decisión salomónica: Blanco, Pajín y Chaves se caían del cartel en beneficio de Alonso y su número dos, Eduardo Madina.

Las riendas del partido

"Blanco sigue siendo la referencia en el partido", asegura una diputada socialista. "Pajín nunca ha llegado a coger las riendas y no tiene, ni de lejos, su autoridad. Se llevan fatal, hablan lo justo y todo el protagonismo es de Blanco, sobre todo desde que las cosas han empezado a pintar muy mal", añade. "Él es ahora el portavoz del partido y del Gobierno, el que da la cara para explicar los recortes, el plan de ajuste y las medidas impopulares. En el PP nunca se han tomado en serio a Pajín, pero me consta que a Blanco, aunque no lo reconozcan, sí que le temen", sostiene un compañero de bancada.

El número dos del PSOE se ha convertido, junto al propio Zapatero, en la única voz autorizada de los socialistas. Pero mientras el presidente del Gobierno limita sus apariciones públicas para evitar un desgaste aún mayor, Blanco se expone casi a diario al escrutinio de los medios de comunicación. Desde que Zapatero anunció en el Congreso, el pasado 12 de mayo, el paquete de medidas para reducir el déficit, el vicesecretario general ha emprendido un agotador road show por platós de televisión y estudios de radio -incluida una sorprendente irrupción en prime time en el programa La Noria, de Telecinco- para defender los impopulares recortes y, de paso, la marca ZP.

"El bien del partido"

"¿Pajín sucesora de Zapatero? Seguro que a ella le encantaría, pero aún le faltan muchos hervores para aspirar a eso", se sincera un miembro del Comité Federal del PSOE. "No tengo ni dea de si Zapatero será candidato por tercera vez; eso sólo lo sabe él, y es posible que ni siquiera lo haya decidido todavía. Pero espero, por el bien del partido, que no cometa la torpeza de pensar en Pajín, porque perderíamos las elecciones por goleada. Blanco ha ganado mucho más peso del que ya tenía desde que es ministro, y creo que es el único que tiene posibilidades de ser candidato si Zapatero se va", añade. Una opinión que comparten no pocos dirigentes socialistas y muchos analistas políticos.

La débil posición de Pajín en la cúpula socialista ha quedado retratada en su impotencia para imponer a su íntimo amigo Tomás Gómez, secretario general del PSOE madrileño, como rival de Esperanza Aguirre a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Blanco ha desairado a Gómez en repetidas ocasiones, tanto en público como en privado, porque duda de su idoneidad como candidato, y éste acabó estallando el pasado mes de mayo contra el número dos del partido por sus continuas zancadillas.

La sintonía de Pajín con Chaves no es mucho mejor. El presidente del PSOE y vicepresidente tercero del Gobierno logró colocar el pasado mes de enero en la Ejecutiva del partido a su hombre de confianza y número dos en el Ministerio de Política Teritorial, Gaspar Zarrías, como nuevo responsable de Relaciones Institucionales y Política Autonómica. Zarrías es ahora el número cuatro de la dirección socialista, y su llegada a Ferraz, según las fuentes consultadas, no ha sido bien aceptada por Pajín, que le considera un ariete de Chaves para afianzar su cuota de poder en la Ejecutiva.

"Es tan ambiciosa que aspira nada menos que a ser la delfín de Zapatero, pero se va a estrellar. Está peleada con Blanco y Chaves, su gestión es un desastre y se ha quedado casi aislada en el partido". Un diputado socialista resume de esta forma tan descarnada la imagen cada vez más extendida de la número tres del PSOE, Leire Pajín, entre sus compañeros de filas, que critican su "afán de protagonismo" y sus "errores de bulto", entre los que citan su apuesta fallida por Tomás Gómez, en Madrid, y Jorge Alarte, en Valencia, para tratar de romper la hegemonía del PP en ambas comunidades.

Raúl González Blanco