Los gobiernos de PSOE y PP se culpan mutuamente del caos en la respuesta al temporal

Once meses y once días después del temporal que colapsó a España, la nieve volvió a instalar el caos en Madrid, su aeropuerto, y en carreteras de todo el país. La borrasca alcanzó el campo de batalla político, donde los distintos niveles de la Administración, gobernados por PSOE y PP, se culparon mutuamente de las deficiencias en la respuesta de los servicios públicos de emergencia. En el caso de la capital, donde Barajas sufrió innumerables retrasos y más de 300 cancelaciones, ni el Ministerio de Fomento, ni la Comunidad de Madrid, ni el Ayuntamiento formularon la menor autocrítica.

El PSOE, a través de su portavoz parlamentario de Fomento, Rafael Simancas, acusó al Ejecutivo de Esperanza Aguirre de “no colaborar” con el Ministerio para “mejorar la movilidad”. El diputado socialista minimizó los problemas de Barajas, porque sólo ha tenido que “ralentizar su funcionamiento durante un corto espacio de tiempo”, y destacó la disposición de José Blanco para colaborar con otras administraciones “aunque sean de signo político distinto”. Por el contrario, lamentó que al PP “sólo le falta aplaudir cuando los españoles tienen dificultades”.

Los socialistas trataron de trasladar toda la responsabilidad a los gobiernos del PP, blindando así la gestión de Blanco, algo que no pudieron hacer en enero con Magdalena Álvarez. A última hora de la tarde, desde Fomento se subrayó que la situación de las carreteras bajo su competencia estaba “normalizada”, pero matizaban que no sucedía lo mismo en las vías dependientes de la Comunidad de Madrid y el Consistorio de la capital. El departamento de Blanco acusó al Ejecutivo regional de no haber limpiado algunos tramos, y presumió de haber prestado tres máquinas quitanieves al ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz-Gallardón para que despejara tramos de su competencia.

Además, Blanco pidió ayer comparecer en el Congreso para explicar el dispositivo desplegado por el Gobierno, que cifró en 545 máquinas para esparcir sal y 800 operarios entre conductores de quitanieves y técnicos. Una operación que no pudo evitar problemas en las carreteras, incidencias y retrasos en las líneas ferroviarias (incluido el AVE entre Madrid, Málaga, Sevilla y Barcelona), así como los citados retrasos y cancelaciones en el aeropuerto de Barajas.

Controversia en Madrid

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, se defendió de las críticas asegurando que la coordinación con el Gobierno central fue “ejemplar”. “Esta nevada, a diferencia del año pasado, nos ha pillado prevenidos y preparados. Los servicios han funcionado perfectamente”, afirmó. Sin embargo,  en la Asamblea de Madrid se vivió un tenso debate entre los portavoces de PP y PSOE a cuenta de la ausencia de Granados en la Cámara, ya que se encontraba en la sede de Emergencias 112.

La socialista Encarnación Moya criticó al consejero de Aguirre por no acudir al debate, y culpó de los problemas en las carreteras secundarias a la mala gestión de los recursos del Gobierno regional. Una intervención que fue tachada de “demagógica” por el PP. “¿O es que el Gobierno nacional no tiene ninguna responsabilidad? ¿Tampoco hay corte del AVE? ¿Tampoco hay cierre en las pistas de Barajas?”, le replicaron desde las filas populares.

Lo cierto es que los problemas se multiplicaron por toda España, situando en alerta a La Rioja, Burgos, León, Palencia, Soria, Huesca, Zaragoza, Teruel, Madrid, toda Cataluña, Albacete, Cuenca, Guadalajara, Lugo, Orense y Asturias. Por ello, y a la espera de la evolución meteorológica en estas fiestas, es previsible que la oposición trate de desencadenar una tormenta en el Congreso durante la próxima comparecencia del ministro Blanco.