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La cruzada de Cascos contra dirigentes asturianos abre otra herida en el PP
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HA SOLICITADO LA APERTURA DE UN EXPEDIENTE A LA PRESIDENTA DEL PP EN GIJÓN

La cruzada de Cascos contra dirigentes asturianos abre otra herida en el PP

El portavoz del PP en Asturias Joaquín Aréstegui asegura que el pasado mes de julio la web institucional de Avilés fue víctima de una suplantación de

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La cruzada de Cascos contra dirigentes asturianos abre otra herida en el PP

El portavoz del PP en Asturias Joaquín Aréstegui asegura que el pasado mes de julio la web institucional de Avilés fue víctima de una suplantación de la gaviota, símbolo del partido, por una paloma muerta. El autor de la fechoría es el mismo que manipuló la página valenciana para pedir la dimisión del presidente Francisco Camps. Los dirigentes de la sede avilesina aseguran que en el momento del suceso estaban de “vacaciones”. Ahora, cuatro meses más tarde, solicitan un informe al administrador de la web para presentar la oportuna denuncia ante la Policía Nacional. Su parsimonia ha levantado no pocas sospechas. Sobre todo porque fue gracias a la rápida actuación de los populares valencianos, que interpusieron una denuncia contra una persona que actuaba bajo el pseudónimo de KrOno, lo que facilitó la intervención de la Policía y su posterior detención.

 

En Gijón, el ex ministro Francisco Álvarez Cascos ha solicitado la apertura de un expediente a Pilar Fernández Pardo, presidenta del PP local y diputada por Asturias por su posible responsabilidad en la aparición de un archivador con datos de carácter personal del propio Cacos en un contenedor de basuras. Los documentos estaban en régimen de custodia en la sede del partido. La supuesta infracción podría ser sancionada por con una multa de 600.000 euros por vulnerar el secreto sobre datos especialmente protegidos relacionados con la salud, la afiliación sindical y la religión del ex vicepresidente del Gobierno. Asimismo, existe una investigación interna pendiente, ordenada por Mariano Rajoy, para esclarecer los hechos y tomar las medidas correctivas oportunas.

Según Pardo la documentación fue gestionada y custodiada por el anterior presidente local del partido, Isidro Martínez Oblanca, hombre de confianza de Cascos. La acusada asegura que tiene contratado un servicio de destrucción de documentos, cuyo nombre le ha solicitado el propio Cacos para poder seguir tirando del hilo y reclamarle información sobre la actual situación del archivo documental, que podría contener más información relativa a su persona entre 1976 y 1989.

El damnificado exige los certificados de destrucción de documentos con el objeto de evidenciar quién ordenó destruir archivos relacionados con su gestión, si así fuese. Para enredar más el asunto, el PP de Gijón se plantea interponer una denuncia contra José Miguel Bernardo, el ciudadano que encontró los documentos en la basura y que perteneció a Izquierda Republicana hasta 2008.

La rivalidad entre Cascos y Pardo viene de antaño, hasta el punto de que el ex ministro se vio obligado a trasladar su ficha de militante del PP desde la junta local de Gijón –de la que fuera fundador- a Madrid. Tales hechos se produjeron cuando Pardo cuestionó, en 2004, a la ex delegada del Gobierno en Asturias, Mercedes Fernández, afín a Cascos. Pretendía así, según las voces críticas, que se investigara su gestión al frente de las fuerzas de seguridad en el Principado y su responsabilidad en la trama asturiana que suministró la dinamita a los autores de los atentados del 11-M.

El triunfo electoral de Pardo como presidenta local supuso el fin del poderío casquista en la ciudad más poblada de Asturias. Álvarez Cascos siempre criticó que Pardo no fuera capaz de ganar unas elecciones al frente del PP.

El duelo entre ambos vuelve a estar al rojo vivo. Si Cascos vence, trasladará de nuevo su ficha a Gijón, su ciudad natal, y se proclamará candidato a la presidencia del Principado de Asturias en las próximas elecciones autonómicas. Para ello cuenta con el apoyo de Génova, pero con detractores en su propia tierra. Y si Cascos pierde… ¿Abandonará su intención de volver a la política?

El portavoz del PP en Asturias Joaquín Aréstegui asegura que el pasado mes de julio la web institucional de Avilés fue víctima de una suplantación de la gaviota, símbolo del partido, por una paloma muerta. El autor de la fechoría es el mismo que manipuló la página valenciana para pedir la dimisión del presidente Francisco Camps. Los dirigentes de la sede avilesina aseguran que en el momento del suceso estaban de “vacaciones”. Ahora, cuatro meses más tarde, solicitan un informe al administrador de la web para presentar la oportuna denuncia ante la Policía Nacional. Su parsimonia ha levantado no pocas sospechas. Sobre todo porque fue gracias a la rápida actuación de los populares valencianos, que interpusieron una denuncia contra una persona que actuaba bajo el pseudónimo de KrOno, lo que facilitó la intervención de la Policía y su posterior detención.

Francisco Álvarez Cascos