El Gobierno encubre la subida de impuestos aprobando a la vez la reforma del aborto

El Consejo de Ministros de mañana aprobará los dos proyectos más polémicos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: la subida de impuestos y la reforma de la ley del aborto. Una coincidencia con la que el Ejecutivo pretende neutralizar el impacto social de los Presupuestos Generales del Estado, de los que se conocerán sus líneas maestras. La reunión del Gabinete supondrá el regreso tras su convalecencia de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega  y el debut de Elena Salgado en una presentación presupuestaria.

El anuncio de que aumentará la presión fiscal se ha convertido en uno de los errores estratégicos más sonados del Gobierno durante el pasado verano. Después de que varios ministros como José Blanco, Celestino Corbacho o la propia Salgado se contradijeran en varias ocasiones, Zapatero ha tenido que emplearse a fondo para convencer a los suyos de que la subida de impuestos es necesaria y castigará más a los que más tienen. Lo cierto es que la precipitación a la hora de anunciar la medida, cuando todavía no estaba perfilada ni negociada, ha abierto un flanco en las filas socialistas, y ha dado la oportunidad al PP de acusar al Ejecutivo de maltratar a las clases medias.

Este sábado, el Gobierno probará con una nueva táctica: hacer coincidir la subida de impuestos con otra materia igual de polémica, pero con un componente ideológico que pueda servir a los socialistas para retratar al PP como un partido escorado a la derecha. Bibiana Aído, ministra de Igualdad, anunció hace una semana que el Consejo de Ministros ya estaba listo para aprobar la nueva ley sobre interrupción del embarazo, una vez que el Consejo de Estado se pronunció favorable a su constitucionalidad.

Guiño a Aído

Zapatero, comprometido con esta nueva ley, lanzó un guiño a Aído en el pasado Comité Federal del PSOE, donde agradeció a la ministra de Igualdad su buen trabajo para reformar el aborto y su resistencia a las críticas. El debate social que suscitará esta reforma, incluyendo nuevas manifestaciones en las calles alentadas por el PP, puede significar un paréntesis en la agenda política y mediática propia de esta época de crisis económica y recesión.

El Gobierno, al concentrar su mensaje de mañana en el aborto y los presupuestos generales, ha vuelto a retrasar el estudio de otras medidas que están pendientes de ser aprobadas en Consejo de Ministros. Un buen ejemplo de ello es la Ley General Audiovisual.  La enfermedad de De la Vega también contribuyó al retraso de este proyecto, que, no obstante, ha quedado devaluado por la aprobación de decretos como el de la TDT de pago.