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Dimite el presidente del Palau de la Música con un ataque furibundo a la fiscalía que le investiga
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FÈLIX MILLET ESTÁ ACUSADO DE DESVIAR 2,3 MILLONES DE EUROS

Dimite el presidente del Palau de la Música con un ataque furibundo a la fiscalía que le investiga

El presidente del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet, presentó ayer su dimisión tras el escándalo que supone la investigación abierta por la Fiscalía

Foto: Dimite el presidente del Palau de la Música con un ataque furibundo a la fiscalía que le investiga
Dimite el presidente del Palau de la Música con un ataque furibundo a la fiscalía que le investiga

El presidente del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet, presentó ayer su dimisión tras el escándalo que supone la investigación abierta por la Fiscalía sobre un supuesto desvío de fondos de 2,3 millones de euros durante los años 2003 y 2004. Millet, cuyo padre ya había presidido esta institución desde 1951 a 1967, hizo pública a última hora de la tarde una “carta abierta” en la que señala que “quiero liberar al Palau de la Música Catalana de los prejuicios que esta situación le está causando. Por ello, con todo el dolor, pero con serenidad, someto mi cargo al mejor criterio de quienes tienen la responsabilidad de que el Palau siga siendo uno de los referentes de la sociedad civil catalana”.

 

En otras palabras, Millet tira la toalla ante el escándalo que suponen las sospechas de una gestión poco clara y que puede llevarle de nuevo a sentarse en el banquillo de los acusados. El empresario catalán ya fue acusado, detenido y condenado por el caso Renta catalana en los años 80 (ver noticia) y a comienzos de esta década fue acusado también de irregularidades en la aseguradora Agrupació Mútua, donde salió absuelto.

 

El prohombre barcelonés se queja de que “hasta el momento, no me ha sido notificada ninguna resolución judicial en la que se indique qué hechos se nos atribuyen a mí o a otros directivos o representantes de aquellas entidades [se refiere a la Asociación Orfeó Català y a la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música Catalana]”. Y añade que si es cierto que existe una querella del fiscal, “lamento que el referido secreto sumarial impida que yo sepa qué es lo que se me imputa y, en cambio, sea compatible con la filtración de datos a los medios de comunicación, para que éstos relaten con todo detalle graves hechos que yo habría cometido”.

 

Reconoce, no obstante, que en sus treinta años al frente de la institución, “no puedo descartar haber incurrido en algún error, por el que de antemano pido disculpas”. Su marcha deja un regusto amargo, cristalizado en una acerba crítica hacia la actuación de la fiscalía: “Si se me dirige alguna imputación penal, me defenderé legítimamente de ella con todos los medios a mi alcance. Pero he de denunciar el perjuicio irreparable que, mediante ilícitas filtraciones a los medios de comunicación, ya se me ha causado a mí, a mis colaboradores y, sobre todo, a entidades que constituyen verdaderos símbolos de nuestro país”.

 

Facturas presuntamente falsas

 

En realidad, Fèlix Millet fue denunciado por Hacienda, que después de intentar verificar movimientos dinerarios en las cuentas corrientes del Palau de la Música, descubrió que se habían realizado reintegros sin justificar: alguien sacaba cantidades millonarias de las cuentas en billetes de 500 euros y las ingresaba en otras cuentas cuyos beneficiarios se están investigando. Para cubrir estos movimientos, se presentaron en Hacienda facturas que podrían ser falsas, tanto de obras como de servicios o actuaciones musicales. El fisco puso los hechos en conocimiento de la fiscalía, que preparó una querella que luego presentó al juzgado.

 

Según la fiscalía, “las laboriosas indagaciones efectuadas por la policía autonómica han confirmado los indicios descubiertos por la AEAT. Se ha constatado que muchas de esas operaciones ni siquiera figuraban registradas en la contabilidad de las entidades afectadas”. Las investigaciones deberán, pues, resolver si las justificaciones de gastos presentadas por la dirección del Palau de la Música tienen alguna base real. A ello se suma el hecho de que fueron descubiertas “cuentas bancarias que no figuraban recogidas en los libros de contabilidad oficiales”.

 

El inicio de los reintegros coincide con la creación de varias empresas por parte de Fèlix Millet, que ya desveló este diario (ver noticia). Una de ellas, Set Hermani, fue creada en el 2003 y liquidada en el 2007. Curiosamente, tenía como administrador mancomunado a Jordi Montull Bagur, director administrativo del Palau y miembro de la comisión delegada del Patronato. Otras empresas vinculadas a Millet o a su entorno familiar experimentaron grandes ampliaciones de capital en los últimos años. También existen otras sociedades vinculadas a miembros de la Fundación Palau de la Música que han obtenido inyecciones de dinero de hasta 300.000 euros en los últimos años. Las irregularidades en las cuentas del Palau, sin embargo, ya venían de antiguo (ver noticia) y, según algunas fuentes, pueden extenderse a varios ejercicios.

El presidente del Palau de la Música de Barcelona, Fèlix Millet, presentó ayer su dimisión tras el escándalo que supone la investigación abierta por la Fiscalía sobre un supuesto desvío de fondos de 2,3 millones de euros durante los años 2003 y 2004. Millet, cuyo padre ya había presidido esta institución desde 1951 a 1967, hizo pública a última hora de la tarde una “carta abierta” en la que señala que “quiero liberar al Palau de la Música Catalana de los prejuicios que esta situación le está causando. Por ello, con todo el dolor, pero con serenidad, someto mi cargo al mejor criterio de quienes tienen la responsabilidad de que el Palau siga siendo uno de los referentes de la sociedad civil catalana”.

Fèlix Millet