Fèlix Millet comenzó grandes inversiones en 2003, fecha del supuesto desvío de fondos del Palau

De héroe a villano en un año. Ésta es la trayectoria seguida por Fèlix Millet, presidente de la Fundación del Palau de la Música de Barcelona, en el último año. Millet, uno de los prohombres de Barcelona, está de nuevo en el ojo del huracán después de que la Fiscalía ordenase el pasado jueves la entrada y registro de las dependencias del Palau en busca de las pruebas de la desaparición de casi 2,3 millones de euros de las cuentas de la institución. Desde que en julio del año pasado un grupo de empresarias le concediera el galardón Ciutadà que ens honora (Ciudadano que nos honra) ha llovido mucho. Y la sombra de la sospecha es más fuerte los honores recibidos.

Tras 8 horas de registro, los agentes de los Mossos d’Esquadra que participaron en el mismo abandonaron la sede modernista del Palau llevándose abundante documentación y un ordenador. Poco después, de acabado el registro, uno de los vicepresidentes de la fundación Palau de la Música mantenía un encuentro con jóvenes empresarios y ejecutivos. Uno de los presentes en la reunión manifestó a El Confidencial que el alto cargo que comparte responsabilidades con Millet “no entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Su extrañeza era total y dijo que todo les había pillado por sorpresa a los miembros de la Junta”.

Un eminente empresario catalán que prefiere mantenerse en el anonimato, pero que ha mantenido buenas relaciones con Millet se hace eco de los rumores que circulan por los círculos económicos de la capital catalana: “La pregunta más común es por qué se hace esto en este momento. ¿Puede ser para tapar los ecos del debate de la financiación, que desgasta al Gobierno? Nadie lo sabe. El fiscal podía haber esperado tranquilamente a septiembre para tirar de la manta, pero el registro se hace un día antes del pleno monográfico del Parlamento autonómico sobre la financiación. Además, el fiscal no iba a ordenar un acto semejante sin consultarlo con sus superiores. En todo esto hay un tufo político que nadie sabe hasta dónde llega”.

En la Fiscalía de Barcelona, se subraya que esta institución ha actuado “con escrupulosa legalidad en todo este asunto”, pero se mantiene un mutismo absoluto sobre el tema, argumentando que “se ha decretado el secreto de sumario”. Una nota oficial de la Fiscalía explica que sólo “en atención a la relevancia pública de esta circunstancia y a la importancia cultural y social de la entidad afectada” realiza algunas consideraciones, cuya esencia ya publicó este diario en su edición de ayer.

En algunos círculos empresariales, sin embargo, arrecian las críticas contra Millet. “¿Porqué algunas instituciones han seguido confiando en él después de conocer su trayectoria y de haber estado metido en varios escándalos?”, dicen estas fuentes. Entre ellos, tal y como publicó ayer este diario, el de Renta Catalana, por el que llegó a entrar en la cárcel, o el de una querella de los trabajadores del Banco Consolidado.

Un patrimonio creciente

Lo cierto, sin embargo, es que Fèlix Millet y su familia han diversificado sus riesgos -o sus negocios- en los últimos años. Millet se caracteriza por saber buscarse socios de peso en sus negocios. Y las iniciativas institucionales tienen una réplica inmediata en la estructura de sus negocios particulares.

El año 2003, uno de los que está bajo sospecha (la fiscalía busca pruebas de a dónde fueron a parar más de 1,7 millones de euros sacados de cuentas del Palau en billetes de 500 euros durante aquel ejercicio), fue pródigo para los negocios particulares de Fèlix Millet. En ese año, se asoció con el constructor Enric Reyna, propietario del grupo Amrey y ex presidente de la Feria de Barcelona. Ese año, ambos crearon la empresa Reimi Habitatges, con 450.768 euros de capital social. De hecho, el nombre de la compañía es una contracción de los apellidos de ambos prohombres. Dedicada al negocio inmobiliario, en ella integró a los hermanos Enric y Jordi Reyna Benabarre, hijos del propietario de Amrey. A día de hoy, Marta Vallès, esposa de Millet, y Jordi Reyna son apoderados, mientras que Fèlix es el presidente de la compañía. En su consejo de administración se sienta también Xavier Rafart, comodoro del Club Náutico de Port de la Selva. Una hija de Millet, Laila María, fue también consejera de la empresa hasta hace un año.

El mismo año 2003 creó otra compañía inmobiliaria: Set Hermani, en la que integró a Jordi Montull Bagur. La sociedad inició su liquidación en el año 2007. Montull acaba de editar un libro titulado 30 años de ilusiones, en el que hace un repaso a la historia del Palau de la Música. El título, obviamente hace referencia a los 30 años que lleva Fèlix Millet al frente de la institución.

Ampliación de capital espectacular

Su particular holding empresarial gira en torno a la empresa Bonoima, dedicada a la inversión inmobiliaria y donde comparten responsabilidades Millet y su esposa, Marta Vallès. Aunque su domicilio social está en la localidad de l’Ametlla del Vallès, opera desde la calle Modolell de Barcelona, donde se ubican otros negocios del matrimonio. Precisamente en el año 2003, uno de los ejercicios que la Fiscalía investiga, esta sociedad, que entonces tenía poco más de 68.000 euros de capital, realiza una ampliación de 961.600 euros. El año 2007, efectúa otra ampliación de más de 1,2 millones, hasta totalizar 2,6 millones de capital social.

Otra inmobiliaria que figura en esta dirección es Inmointerna, creada hace tres años pero en la que Fèlix Millet entró en el año 2007 como administrador único. En ella, figura también su esposa. Otra sociedad en circunstancias similares es Vista Puerto, con domicilio en l’Ametlla del Vallès y liquidada el mismo año 2007, que tenía un capital de 364.694,14 euros.

El patrimonio familiar se complementa con la sociedad Aysen Produccions 46, creada el pasado 1 de enero y en la que Marta Vallès es administradora única. La empresa se dedica al asesoramiento y la intermediación, así como a los estudios de mercado y encuestas, en materia de producción y promociones musicales, además de la elaboración y preparación de la firma de acuerdos o convenios con auditorios musicales.

Atesorador de cargos

A nivel institucional, Millet ocupa un sinfín de cargos. Además de pertenecer a las fundaciones del Palau de la Música, del FC Barcelona, de Pau Casals y del Teatre Fortuny, es presidente de la Agrupación Mutua del Comercio y de la Industria y de Bankpyme. Como representante de éstas, forma parte de los consejos de administración de Amci Habitat, Amci BD 2008, Seguros Latina, Amci Rehabilitació, Net Technology Investments, AMSYR Agrupacio Seguros y Reaseguros, Agrupación Bankpyme Pensiones e Inverpyme SCR de Régimen Común. También ha estado en los consejos de Serveis Culturals del Liceu, Explotaciones Eólicas de Muel, Explotaciones Eólicas Los Labrados, Explotaciones Eólicas Plana de la Balsa, Explotaciones Eólicas Plana de Zaragoza, Prodenergías 2, Agrupació Energías Renovables, Interactive Sport Systems y Palaucent.

Como presidente del Palau de la Música, participó en la creación de Canal Obert, asociado con el FC Barcelona que entonces presidía el constructor José Luis Núñez. La intención era crear un canal que comercializase las retransmisiones deportivas. Al final, sin embargo, acabó entrando con el 2,5% del capital en Emissions Digitals de Catalunya, propiedad del Grupo Godó. Esta empresa es la que explota varios canales de televisión: 8TV (la televisión del Conde de Godó), Barça TV, 105TV y EDC3.