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La 'díscola' Villalobos vuelve a saltarse la disciplina de voto del PP en cuestiones morales
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La 'díscola' Villalobos vuelve a saltarse la disciplina de voto del PP en cuestiones morales

     Si sus señorías pudieran votar en conciencia y saltarse la disciplina impuesta por sus partidos, la vida parlamentaria dejaría de ser tan previsiblemente aburrida. Pero, muy

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La 'díscola' Villalobos vuelve a saltarse la disciplina de voto del PP en cuestiones morales

Si sus señorías pudieran votar en conciencia y saltarse la disciplina impuesta por sus partidos, la vida parlamentaria dejaría de ser tan previsiblemente aburrida. Pero, muy de vez en cuando, algún diputado decide romper esa férrea sumisión y votar lo que le dicta su corazón, aunque ello le suponga la hostilidad de los suyos y el pago de una multa.

Eso es lo que le ocurrió ayer a la diputada del PP Celia Villalobos, que volvió a saltarse la disciplina de voto de su partido y, en vez de apoyar una moción que reclamaba al Gobierno aparcar la tramitación parlamentaria de la polémica reforma de la ley del aborto, optó por abstenerse.

Otros dos diputados, Mercè Pigem y Carles Campuzano, ambos de CiU, también votaron por libre, pero no serán sancionados porque el grupo parlamentario catalán -como suele hacer cuando se trata de debatir cuestiones morales- dio libertad de voto a sus 10 integrantes.

Villalobos, en cambio, sabía a lo que se exponía. Pero, aún así, votó en conciencia. Y en vez de apretar el botón del cuando llegó el turno de votar la moción sobre el aborto -como hicieron todos sus compañeros de la bancada popular-, la diputada malagueña optó por la abstención.

Su decisión, pese a todo, no influyó en el escrutinio final, ya que la moción -presentada por el único diputado de UPN, Carlos Salvador, para "posponer la tramitación" de la reforma de la ley del aborto hasta que no haya un "amplio consenso social, político y parlamentario"- fue derrotada con holgura gracias a los votos del PSOE, sus aliados de izquierda y el PNV.

No era la primera vez que Villalobos -esposa de Pedro Arriola, el cuestionado asesor demoscópico de Mariano Rajoy- rompía la disciplina de voto de su partido en debates más pegados a la moral y a las creencias personales que a la política. En la pasada legislatura, la que fuera alcaldesa de Málaga y ministra de Sanidad con José María Aznar ya le dio un disgusto a los suyos al apoyar en el Congreso la ley que autorizó el matrimonio homosexual, y que el PP recurrió posteriormente ante el Tribunal Constitucional.

Más indisciplinas

Villalobos ya se desmarcó de la disciplina del PP en el primer debate parlamentario sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo celebrado en el Congreso, cuando votó en 2004 en contra de la enmienda de totalidad presentada por su propio grupo parlamentario rechazando la nueva legislación.

Aquella primera indisciplina le salió gratis a Villalobos. Pero en 2005 fue castigada con una multa de 300 euros al apoyar la reforma del Código Civil que abría la puerta, definitivamente, al matrimonio homosexual. Y en 2007 volvió a ser sancionada económicamente por romper de nuevo la disciplina de voto y rechazar, al igual que hizo el PSOE, una iniciativa legislativa popular avalada con la firma de 1,5 millones de españoles que pedía derogar las bodas entre homosexuales e impedir que éstos pudieran adoptar niños.

La postura más progresista de Villalobos en cuestiones morales como la interrupción voluntaria del embarazo o el matrimonio entre personas del mismo sexo no es insólita en las filas del PP. De hecho, algunos diputados de este partido no tienen reparos en confesar en privado su postura favorable a una ley de plazos como la prevista en la reforma del aborto que prepara el Gobierno. No así en que las jóvenes de 16 años puedan abortar sin permiso paterno, una propuesta que incluso resulta incómoda a muchos diputados socialistas.